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Tres días después de la comida con las madres de Noeul, Boss recibió un mensaje de su parte.

Noeul

Hola Boss :)

Perdón si te molesto, pero mañana tengo examen de cálculo y en verdad necesito ayuda.

El pelinegro sólo pudo sonreír como enamorado y respondió.

Boss

Hola Noeul, claro que te ayudo.

¿Quieres que vaya a tu casa ahora?

Noeul le respondió igual de rápido

Noeul

Si no es mucha molestia, sí Phi, por favor.

Boss sonrió como estúpido.

Boss

De acuerdo, voy para allá :)

Boss tomó su mochila, se arregló un poco su negro cabello y salió de su habitación con dirección a la puerta de su casa.

—¿A dónde vas? —dijo First sentado en el sillón.

—Con un... amigo, lo voy a ayudar. —El mayor se paró del sillón al escuchar eso.

—Voy contigo, ¿vas con el beta ese? —dijo First con mucho interés.

—Ahm no, no voy con Khao —dijo Boss un poco confundido y evaluando a su primo.

—Ah... entonces diviértete —dijo el mayor volviéndose a sentar.

—De acuerdo... nos vemos al rato First —dijo Boss aún confundido por el comportamiento de su primo.

Salió de su casa aun pensando en eso.

¿Pasó algo cuando Khao fue a dejar el videojuego?

¿First le hizo algo a Khao o viceversa?

Diversas preguntas invadieron su cabeza hasta que llegó al hogar de la familia Nuttarat. En verdad era una casa muy linda y pintoresca. Tocó el timbre y esperó a que le abrieran.

La puerta fue abierta y un Noeul con una tímida sonrisa fue lo primero que Boss vio. También un dulce aroma lo invadió, era mucho más intenso de lo que Boss acostumbraba a oler.

Tal vez Noeul por fin había dejado de sentirse inseguro sobre su esencia y estaba dejando de usar el inhibidor.

—Hola Noeul. —Boss le sonrió.

—Hola Phi, pasa. —Noeul se hizo a un lado y dejó pasar a Boss.

Los dos subieron hasta la habitación del menor donde estudiarían, Boss no veía por ningún lado a Freen o a Becky. La casa estaba muy silenciosa.

—¿Y tus mamás Noeul? —El mayor preguntó, dejando su mochila en el piso y sentándose a lado de Noeul frente al escritorio.

—Ah, salieron —dijo Noeul, sacando su cuaderno de cálculo—. Creo que a cenar con algunos amigos o algo así. —El menor se encogió de hombros y sacó su lápiz.

—Ah... de acuerdo —dijo Boss, tratando de quitar los pensamientos inapropiados que se estaban generando en su cabeza. Estar en la habitación con el omega y sin nadie más en casa era una situación muy sencilla de pervertir.

—Empecemos, por favor, Phi —dijo el menor, viéndolo con una radiante sonrisa.

Boss se golpeó mentalmente al ver a su menor, ¿cómo podía imaginar cosas pervertidas con ese chico que irradiaba ternura?

—Claro Noeul, ¿en qué tienes dudas?

—En todo Phi, soy muy malo para esto y ya olvidé todo lo que vi en las últimas dos semanas —dijo Noeul, haciendo un pequeño puchero.

Boss se derritió de ternura al verlo así.

—Entonces repasemos todo —dijo Boss, tomando entre sus manos el cuaderno del menor.

Noeul simplemente asintió y centró toda su atención en la explicación del alfa, o al menos eso intentaba, pues extrañamente el aroma del mayor se había vuelto aún más del agrado de Noeul. Hacía que sus mejillas se calentaran y se deleitara.

El menor no había tomado en cuenta que su celo estaba por llegar muy pronto. Lo había olvidado por completo y todo gracias a Boss, pues últimamente no podía dejar de pensar en el alfa.

Después de una hora y media, Noeul suspiró con alivió y se recargó sobre la silla. Por fin habían terminado, y aunque el omega se distraía por el aroma del mayor de vez en cuando, pudo entender absolutamente todo lo que Boss le había explicado.

La última hora y media también había sido muy complicada para Boss, pues con cada minuto que pasaba el aroma del menor le dificultaba y provocaba que el alfa se distrajera, y por momentos le hacía olvidar todo lo que sabía de cálculo.

—Bueno, por fin terminamos Noeul —dijo Boss, viendo al menor y notando que sus mejillas estaban más rojas que de costumbre.

—Sí, en serio gracias Phi. No sé qué hubiera hecho sin ti —dijo el menor, regalándole una sonrisa a Boss. Éste se la devolvió y comenzó a guardar sus cosas.

—No es nada Noeul, somos amigos y los amigos se ayudan. —Boss le sonrió antes de cerrar su mochila—. ¿Podría ir a tu cocina por un vaso de agua?

—Por supuesto P'Boss —dijo el menor—. ¿Me traerías uno a mí también?

—Sip —dijo el mayor, parándose para ir a la planta baja.

—Gracias —dijo el omega soltando otra sonrisa.

Boss se la devolvió y abandonó la habitación.

Cuando llegó a la planta baja, suspiró con alivio. La dulce esencia de Noeul estaba inundando todo su sistema, era muy fuerte y en verdad deliciosa.

Llenó dos vasos con agua y hielo, y comenzó a subir las escaleras.

Conforme subía, el dulce aroma volvía a invadir sus fosas nasales.

Soltó un gruñido cuando la sintió aún más intensa, pudo sentir presión en sus pantalones y los nervios lo invadieron.

Tal vez...

Muy probablemente...

Noeul había entrado...

Boss abrió la puerta lentamente y lo que sus ojos presenciaron hizo que la presión de su pantalón se intensificará hasta el punto de doler y que su respiración se hiciera más rápida.

El omega estaba tirado en la cama con sus ojos cerrados, moviendo sus caderas en busca de fricción con su colchón mientras gemía y jadeaba.

Su rostro estaba comenzando a sudar y sus mejillas estaban más rojas que nada.

El olor a lubricante llegó a la nariz del alfa y tragó saliva.

Noeul por fin abrió los ojos y volteó a ver a Boss con un brillo especial en sus ojos.

—Bu-Bubu... —dijo el omega haciendo más rápido el movimiento de su cadera—. Ven aquí... por favor...

En celo... Noeul había entrado en celo.

Y al parecer Boss también.

Sweet Scent // BossnoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora