FortPeat

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Cuando hicieron el amor por primera vez y crearon su vínculo.

(...)


—¡Fort! —gritó Peat, entrando al departamento que compartía con su alfa—. ¿Dónde estás? —dijo, buscando al más pálido.

—En la cocina amor —respondió Fort.

Peat fue a donde estaba su novio de manera rápida y cuando lo vio dándole la espalda mientras lavaba unas verduras, se le acercó para abrazarlo por detrás.

—¿Me extrañaste? —susurró Peat, viendo como su pareja enjuaga las zanahorias.

—Claro, bebé —respondió éste, volteando hacia su omega para tomarlo de la cintura y darle un casto beso en los labios—. ¿Cómo está todo?

—Muy bien, Noeul ya está en su hogar con Boss y el pequeño. —Peat sonrió al recordar al pequeño bebé cuando fue a visitar a Noeul en la mañana a su casa para verlo junto con Win—. Ah, y Win cada vez está más gordo. —El omega soltó una risa—. Más que en su primer embarazo.

Él solamente miraba a su pareja con mucha atención y una sonrisa en su rostro. Peat era la persona más hermosa ante sus ojos, tan bueno y dulce como un malvavisco.

—Amor... —susurró Peat después de contar sobre sus amigos.

—Dime, Peat. —Le contestó el alfa, volviendo a su labor de preparar la comida.

—Yo... mhm. —Las palabras no salían de la boca de Peat.

—Tú... —El alfa lo miró esperando por lo que su omega dijera.

—Nada... q-que si puedo ayudarte a preparar la comida... sí. —El omega le obsequió una sonrisa nerviosa.

—Claro. —Fort le sonrió tiernamente, sabía que Peat le quería decir algo, pero no lo iba a presionar a que se lo dijera.

El omega comenzó a cortar los vegetales y Fort puso a hervir agua. Cocinaron entre risas y mimos hasta que se encontraban en la mesa pequeña que tenían comiendo y disfrutando del cálido ambiente de su hogar.

Los días pasaban y el celo de Fort se acercaba, algo que tenía muy emocionado y nervioso al omega, tendría que decírselo lo más rápido posible.

—Llegué —dijo el alfa, entrando a su hogar y dejando sus cosas sobre el sillón de la sala de estar—. ¿Dónde estás, Peat?

—En la habitación —contestó el omega con un leve grito.

Fort no tardó en llegar con Peat para encontrarlo sentado en la cama y mirando sus manos de manera nerviosa.

—¿Pasa algo, amor? —dijo Fort al sentir el nerviosismo de Peat.

—Quiero platicar contigo —respondió Peat, alzando su mirada—. Por favor.

—¿Qué sucede? —Fort se sentó a su lado y lo tomó de la mano—. ¿Ocurrió algo? —El omega no contestó—. Habla Peat. —Se estaba comenzando a preocupar.

—He estado pensado mucho en estos días, con todo esto del bebé de Noeul y del embarazo de Win... Y-yo... —Fort se dio cuenta de lo que ocurría.

—Tú... ¿Quieres un bebé, Peat? —preguntó acariciando la mano del omega.

—T-tal vez... —Peat desvió la mirada y se sonrojó—. S-Sí quiero, pero si tú no lo quieres... yo lo entenderé.

—¿Te sientes preparado para esto amor? ¿O sólo es un capricho porque tus amigos tienen cachorros? —preguntó el alfa analizando a su pareja—. Un bebé es mucha responsabilidad cariño.

Sweet Scent // BossnoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora