En mayo de 2025, la Federación de las Naciones del Planeta Tierra anunció que había encontrado una cura y una vacuna para el virus M-23, gracias a los esfuerzos conjuntos de científicos, médicos y voluntarios de todo el mundo. La cura y la vacuna eran efectivas y seguras, y podían revertir los efectos del virus y prevenir su contagio. La Federación inició una campaña de vacunación masiva y gratuita para todos los hombres y las mujeres del planeta, con el objetivo de erradicar el virus y salvar a la humanidad.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La campaña de vacunación fue un éxito, y millones de personas se beneficiaron de la cura y la vacuna. El virus M-23 fue eliminado, y la humanidad pudo respirar aliviada. Sin embargo, el virus había dejado una huella imborrable en la historia y en la sociedad. El virus había matado al 90% de la población masculina mundial, y había dejado a las mujeres y a los niños en una situación de vulnerabilidad y desequilibrio. El virus había cambiado las relaciones de género, la estructura familiar, la reproducción, la cultura y la política. El virus había planteado nuevos desafíos y oportunidades para la humanidad.
Ante esta nueva realidad, la Federación de las Naciones del Planeta Tierra decidió tomar medidas para garantizar la supervivencia y el bienestar de la humanidad. La Federación, con el apoyo de la Asamblea de la Federación, legalizó la poliginia, es decir, la práctica de que un hombre tenga más de una esposa, con el fin de evitar la extinción de la especie humana.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La Federación estableció que la poliginia era un derecho y una opción voluntaria, y que debía basarse en el respeto, el amor, la igualdad y la responsabilidad. La Federación también promovió otras formas de reproducción asistida, como la inseminación artificial, la fecundación in vitro, la clonación y la ingeniería genética, para aumentar la diversidad y la calidad de la población, pero la poliginia es la más recomendada por la posibilidad de procrear hijos que serían la nueva generación de humanos después de la guerra. La Federación también impulsó políticas de educación, salud, trabajo, seguridad y participación para las mujeres y los niños, para asegurar su desarrollo integral y su empoderamiento.
La humanidad se adaptó a los cambios y se reinventó a sí misma. La humanidad aprendió de los errores y de los aciertos del pasado, y se propuso construir un futuro mejor. La humanidad se unió bajo el liderazgo de Mónika Tezuka y la Federación de las Naciones del Planeta Tierra, que habían demostrado que otro mundo era posible. Un mundo sin guerra, sin virus, sin opresión. Un mundo de libertad, de igualdad, de fraternidad. Un mundo de esperanza.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
