En marzo de 2025, las Amazonas de la Libertad completaron su ofensiva militar y rodearon las capitales de los tres bloques que habían iniciado la Tercera Guerra Mundial: Pekín, Moscú y Washington DC. Las Amazonas de la Libertad exigieron la rendición incondicional de los líderes de los bloques, y les dieron un ultimátum de 24 horas para aceptar sus condiciones.
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Las condiciones eran las siguientes: reconocer a las Amazonas de la Libertad como las vencedoras de la guerra, renunciar a sus cargos y entregar el poder a las Amazonas, liberar a todos los presos políticos y de conciencia, destruir todas las armas nucleares y biológicas, y cooperar con las Amazonas en la búsqueda de una cura o una vacuna para el virus M-23.
Los líderes de los bloques se resistieron a aceptar las condiciones de las Amazonas, y trataron de negociar una salida más favorable para ellos. Sin embargo, las Amazonas de la Libertad no cedieron ni un ápice, y mantuvieron su ultimátum. Los líderes de los bloques se dieron cuenta de que no tenían otra opción, y que si no se rendían, las Amazonas de la Libertad atacarían sus capitales y los derrocarían por la fuerza.
Los líderes de los bloques decidieron entonces firmar la rendición incondicional, y reconocer a las Amazonas de la Libertad como las vencedoras de la Tercera Guerra Mundial. Las Amazonas de la Libertad entraron triunfalmente en las capitales de los bloques, y arrestaron a los líderes y a sus colaboradores. Las Amazonas de la Libertad celebraron su victoria con alegría y emoción, y proclamaron el fin de la guerra y el inicio de una nueva era.
