2:♡Oscuridad♡

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Había olvidado lo indescriptible que podía ser un puñetazo en la nariz, y lo recordé cuando la sangre de mi contrincante me salpicó en la cara, al grado de que el sabor metálico de su sangre, se coló en mi boca

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Había olvidado lo indescriptible que podía ser un puñetazo en la nariz, y lo recordé cuando la sangre de mi contrincante me salpicó en la cara, al grado de que el sabor metálico de su sangre, se coló en mi boca.

—¡Mierda! —exclamé ante el asco que sentí por el sabor.

—¡Toma Leif, usa mi blusa! —exclamó una chica del público, lanzándome una blusa en color menta, la atrapé en el aire y le agradecí con una sonrisa de lado.

La chica se había quedado en sosten, pero eso pareció no importarle.

Limpié mi cara con la tela de algodón y la lancé lejos de mí. Los abucheos, los gritos y silbidos eran todo lo que inundaba este callejón con poca luminaria. Bajé la mirada hacía "Trend", que parecía estar noqueado en el asfalto. El "referí" se acercó a mí y tomando mi mano derecha, la alzó en el aire y me proclamó como el ganador oficial de la batalla contra el tipo.

Luego de ir por el dinero que me gané por el espectáculo que ofrecí en esa pelea, me fui como siempre al bar de mala muerte llamado, "Ahoga tus penas".

—¿Lo mismo de siempre? —inquirió el barman que ya me conocía, poniendo un shot vacío frente a mí.

—Hmmm —asentí, mirando como tomaba la botella de whisky barato y lo servía frente a mí —. Déjame la botella.

—No creo que sea buena idea... —le tendí cincuenta dólares y el tipo sonrió —. Buena propina, disfrute de su noche. —y se alejó al otro lado de la barra, para atender a los clientes que recién habían llegado y dejando la botella para mi consumo personal.

Bebí sin parar, haciéndole honor al nombre de este bar, "Ahoga tus penas".
En cada trago, cada pena más ahogada, y con cada pena más ahogada, la ira y el dolor se mezclaban con el sabor amargo del licor.

—Siempre es lo mismo contigo, Leif. —miré mareado a la chica que me miraba disgustada, con los brazos cruzados sobre su pecho.

Sonreí con torpeza, me enderecé sobre el banquillo y la tomé de las caderas, pegándola a mi cuerpo.

Iridiscencia +21 © [obsesiones II] | En Proceso✖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora