4:♡Serpiente♡

207 20 11
                                    

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Moví mi cadera con frenesí, mientras mis dedos se enterraban en la piel de la mujer que tenía completamente a mi merced, empinada y con su culo apuntando a mi cadera

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Moví mi cadera con frenesí, mientras mis dedos se enterraban en la piel de la mujer que tenía completamente a mi merced, empinada y con su culo apuntando a mi cadera. Puse mi mano sobre su espalda, impidiendo que se arqueara.

—¡Ahhh...! —gimió encantada, cuando salí de su interior y con la cabeza de mi pene me froté contra su clítoris caliente, para luego volverla a penetrar de una sola estocada.

El choque de nuestros cuerpos, el sudor y los gemidos de esta chica, inundaban el pequeño espacio de este cuarto de hotel de paso. Mordí mi labio cuando sentí el orgasmo hinchar mi polla y justo cuando mi semen bajaba contra el látex, sentí las paredes vaginales de la mujer, apretarse contra mi virilidad y juntos nos corrimos.

—¡Ayyy, Diosss...! —exclamó una última vez, dejándose caer rendida contra la cama, cuando su orgasmo terminó.

Salí de su interior y me quité el condón, anudándolo y lanzándolo al cesto de basura. Seguido y sin añadir nada más, tomé mi ropa, me vestí y salí de la habitación sin añadir alguna palabra de despedida.

La chica quedó recostada boca abajo sobre la cama y sólo me sonrió agradecida, al verme ir. Pues antes de venir aquí, le dejé las cosas claras.

<•<Sexo sin compromiso>•>

Ni siquiera su nombre me sabía, pero así era mejor. Cabe mencionar que a esta chica la había conocido hace un rato, en el callejón donde se aconteció la pelea y de la cual salí nuevamente ganador. Ella se acercó, charlamos, nos besamos y terminamos follando.

Manejé tranquilamente en la avenida sin tráfico y cuando llegué al apartamento donde rentaba con Hope, apagué el motor y subí al sexto piso. Me gustaba subir por las escaleras, necesitaba de mucho ejercicio para mantenerme nuevamente en forma y subir seis pisos de escalón en escalón, era pan comido.

Fruncí el ceño cuando al otro lado del la puerta de nuestro apartamento, sonaba a todo volumen la música deprimente de lo que entendí, era un amor fracasado o algo así. Mi vecina de enfrente, la señora Stewart, salió claramente molesta y cuando me miró, me enfrentó:

Iridiscencia +21 © [obsesiones II] | En Proceso✖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora