LO QUE LE FALTA AL REY (Arturo x Encantador)

O A DONDE EL SOL SE VE SALIR

Después de alejarse lo suficiente del barranco llegaron a un pequeño riachuelo, Encantador le hizo un torniquete mientras Arturo se lavaba la cara

— No estoy sangrando tanto — Replicó

— Voy a cerrarte la herida apenas consiga con que coserla, no quiero que empeore —

Todo se convirtió en un moderado silencio del que ocasionalmente salian al hacer una que otra observación

Antes de darse cuenta, el sol se levantó por el horizonte, Encantador que caminaba apoyando a Arturo soltó un suspiro

— Al fin vamos a poder dormir tranquilos un rato —

— ¿No te preocupan los salteadores de caminos? —

— Comparados con un Huargo hambriento no son nada, además no es como que vayamos a dormir al aire libre —

Durante un rato Encantador busco refugio sin encontrarlo entonces sugirió que se turnaran para  dormir, Arturo dormiría primero para reponer fuerzas, no se notaba pero estaba agotado

Mientras Arturo dormía, Encantador lo miraba sin poder asimilar todos sus cambios, de la noche a la mañana literalmente se había vuelto un hombre diferente, sentia que de ningún modo podrían menospreciarlo ahora, aunque también un sentimiento de inferioridad se instalo dentro de el

Para cuándo Arturo despertó, Encantador tenía una fogata e intentaba enhebrar una aguja

— Al fin despiertas — dijo Encantador sin mirarlo — ya es hora de que te cierre esa herida —

— ¿Cómo es que...

— Recordé que siempre tengo conmigo mi set de costura por si se me descose un traje — interrumpió orgulloso mostrando una delgada aguja — lo ideal es usar el pelo de la crin de un caballo, pero no creo encontrar un caballo pronto tendrás que confirmarte con un cabello mío, está largo y hace tiempo que no me lavo el cabello apropiadamente, así que no se rompera —

— ¿Cuánto falta para llegar con la dama del lago? — pregunto con cuidado

— Intenta inhalar profundo — Replicó mientras finalmente enhebraba la aguja

Arturo respiro hondo, tal y como Encantador se lo pidió un ligero olor a sal se colo en su nariz

— Huele a sal —

— A estas horas de mañana a más tardar estaremos con ella — respondió tranquilamente mientras se acercaba, después le ofreció un odre — aún tengo algo del vino de Dafne, tómalo te va a doler y es mejor que estés medio borracho  —

La herida en la pierna de Arturo no era ni tan grande ni tan profunda, pero iba a todo lo largo de la rodilla del muslo a la pantorrilla, por eso se abría constantemente, después de que Arturo se acabó el vino Encantador se dió a la tarea de coser la herida lo más rápido que pudo

— Creo que yo también hubiera hecho lo mismo de estar en tu lugar — dijo mientras Arturo se retorcía de dolor — yo también hubiera aprovechado la oportunidad de ser posible si hubiera tenido sentimientos por alguien —

— Entonces, ¿Me perdonas? —

— Si no te hubiera perdonado no habría saltado a ese barranco por ti — Replicó enfadado — No preguntes cosas absurdas, lo que trato de decir es que te entiendo —

—Era sincero cuando te dije que quiero estar contigo para siempre —

— También era sincero cuando me quedé callado, no se que responder — Encantador no dijo más hasta que finalmente cerró la herida de Arturo — yo sé que a nadie en muy muy lejano le importa quien gobierne, pero creo que tú imagen se dañaría mucho si me tienes a tu lado —