LO QUE LE FALTA AL REY (Arturo x Encantador)

COMO FUEGO EN MI SANGRE

EXTRA 1

A pesar de que la coronación había transcurrido con calma, la situación del reino aún no era estable, Muy muy lejano había perdido a su rey y había sufrido dos golpes de estado en un lapso menor a un año, por muy fuerte que fuera el reino, era realmente difícil volver completamente a lo que eran antes

Encantador estaba agotado todo el tiempo, a pesar de que tenía ganas de pasar más tiempo con Arturo, no tenía su misma energía, aunque Encantador se encargaba de papeleo y gestiones mientras que Arturo ayudaba en la reconstrucción, siempre se quedaba dormido apenas tocaba la cama

— Los fondos del reino se estan usando en exceso, a este paso las arcas reales se quedaran vacias — decía Encantador mientras revisaba los presupuestos

— Su majestad apoyo en la reconstrucción de las casas quemadas y los negocios saqueados — contesto el ayudante de Arturo — si alguien no hubiera dado un golpe de estado, quizá esto no hubiera pasado —

— Yo no hice nada, fueron los villanos — se excuso — deberíamos poder hacer algo, tener un año libre de impuestos nos va a afectar a la larga —

— Por cierto, príncipe, ha llegado la familia real de oriente —

— Debiste decirles que Arturo no está — Replicó de malas — y que yo estoy muy ocupado —

Después de la escandalosa coronación dónde Arturo abiertamente beso a Encantador, reconociendolo como su pareja, personas de todas partes llegaban pidiendo una audiencia para verlos, Encantador estaba molesto, de pronto tuvo una idea, se puso de pie y salió de la oficina

— ¿A donde va, principe? — pregunto el ayudante confundido

— Necesito hablar con los cocineros  —

El ayudante lo siguió, no entendía porque de la nada quería ir a la cocina, Encantador entro y saludo cordialmente, era famoso por sus modales refinados

— Por favor, ya no preparen las comidas del rey y mías, comeremos afuera, solo preparen lo que comen los trabajadores del castillo — El cocinero real lo miro confundido — es para ahorrar recursos —

Después de eso, Encantador salió de la cocina directo a los establos y subio a su caballo

— ¿A dónde va ahora? — el asistente lo seguía nerviosamente, dudando de sus intenciones

— Voy a ver a Arturo, debe estar aún en el puente — el ayudante asintió — necesito decirle que ya no se le va a llevar de comer y porque —

Cuando Encantador arreo su caballo, el ayudante lo siguió, no sabía que pasaba pero no podía dejarlo solo

Poco después llegaron con Arturo que supervisaba la reconstrucción del puente que conectaba los acantilados del reino

— Hola su majestad — grito Encantador mientras levantaba un brazo para saludar

Arturo dejo solos a los constructores y fue corriendo a verlo, en cuanto llegó, sujeto a Encantador de la cintura y lo bajo del caballo, ante la escena romántica la mayoría desvió la vista, aunque era algo cotidiano, a algunos aún les inquietaba verlos, especialmente por el aspecto salvaje que había ganado Arturo

— Y ¿A qué debo el honor de tu visita? — pregunto Arturo feliz mientras empezaba a frotar la cabeza en el cuello de Encantador

— Vine a decirte que ya no te van a traer comida del castillo — respondió tranquilamente mientras jugaba con el cabello de Arturo

— ¿Es porque me volví pesado, verdad? — respondió inquieto — dijiste que no te importaba —

— No es eso, está bien tu peso y el como te ves — Encantador le rodeo el cuello con los brazos y lo miro a los ojos — también tu barba que pica está bien, digamos que tuve una idea de negocio millonario —

— No te entiendo —

— Sabes que mucha gente visita el reino para vernos, como si fuéramos una atracción de circo — Arturo asintió — pues vamos a sacarle provecho a eso, desde ahora comeremos juntos afuera, en todas las fondas y restaurantes del reino, los ingredientes para nuestras comidas son mucho más caros y si comemos a la vista de todos, estoy seguro de que habra mucha gente —

— ¿No te sentirás incómodo? —

— Estoy acostumbrado a ser el centro de atención — sonrió — además, así podemos comer juntos más seguido —

— Me parece buena idea —

— Además, a la mayoría de la gente le incomodan nuestros arrumacos, así que a lo mejor no siquiera nos ven comer —

— Eres un genio — Arturo lo besó mientras lo levantaba del suelo

— Nos vemos en la comida Arty — sonrió una vez que se separaron

Los costos en el castillo no se redujeron tanto como se hubiera esperado, porque a fin de cuentas ellos solo eran dos y no comían nada precisamente ostentoso, pero la cantidad de visitantes que iban a los lugares que frecuentaban aumento considerablemente

Aunque al principio fue incómodo tener a toda esa gente mirándolos fijamente, poco a poco Arturo pensó que lo mejor para dejar de ser un espectáculo era precisamente exponerse así, después de todo, lo que es curioso se vuelve común con el tiempo

Los primeros meses los lugares estaban abarrotados, después las visitas disminuyeron gradualmente, ya que había muchos extranjeros también había posadas y hostales que se ampliaron, y el dinero de las arcas reales finalmente pudo dejar de disminuir