8. The Hollow Earth.

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El golpe fue directo, y Seth, más allá de poder hacer algo, solamente sintió el aire chocar su cara mientras caía, y repetir en su mente una y otra vez:

—Este será mi fin.

El oxígeno dejaba de entrar a sus pulmones; era obvio que a cierta altura este dejaba de estar presente, pero no creyó que sería a una distancia tan baja.

Pero, por alguna razón, en sus últimos momentos, unos recuerdos llegaron a su mente; unos recuerdos fugaces y coloridos...

Recuerdos que no eran los de él.

—¿Porqué siento que este vacío es el peor de todos…?

Una voz en su cabeza preguntaba aquello, y él lejos de saber la respuesta, simplemente creyó que era una alucinación por la caída.

Lo lamento… No podrá volver con nosotros.—Decía la voz de un hombre... Aquel hombre con el que soñó, aquel hombre con vestimentas turcas.

Pronto, una voz respondió, la voz de un adolescente de 15 o 17 años.

—¡Pero…! ¡Debe hacerlo…! Es el más poderoso, ¿No?.—Decía el niño mientras miraba al hombre y al japonés del sueño.

—No... No lo hará...

Tras agachar la cabeza, ambos hombres se levantaron del suelo en la que estaban arrodillados.

—Sólo queda hacer algo, Dashiro. Entrenar a los que vengan después de Kane.

El niño sólo bajó su cabeza, aún arrodillado en el suelo. Dejó caer una lágrima de sus ojos.

—Extrañaré a Kane...

Seth sonrió. Melancólico. Por alguna razón.

¿Porqué soñaba con ellos? No lo sabía. Pero el siguiente suceso le hizo creer que esta no era su última vida.

O al menos, no la primera.

Entreabrió los ojos mientras caía de espaldas, y miró hacia arriba.

Ahí estaba; el monstruo Zero, cayendo tras ser derrotado por el rey de los monstruos, ¿Acaso era posible eso?.

Jaja, el titán más fuerte resultó ser el titán más fuerte. Era de esperarse. Godzilla era el más fuerte.

Pero...

¿Aquí moría su esperanza… junto con él?...

Qué ironía. Morir junto con lo que él tanto odiaba, no podía creerselo.

Sus ojos humedecieron, sin darse cuenta. Y sólo dejó que una lágrima saliera de sus ojos, mostrando una profunda tristeza al ver los recuerdos unidos a la imagen de la esperanza de la humanidad siendo derrotada y cayendo a un vacío junto a él.

Y entonces, una última frase como despedida a alguien que nunca conoció fue lo que dijo.

Lo lamento, Aras... El último portador... Ha muerto.

Y sin poder hacer más que aceptar el destino que le deparaba, soltó una última lagrima... Una lágrima que ascendió en forma de gota hacia arriba.

Reach Or Dominion (Ghidorah): ZeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora