Desayunos y frustraciones

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Marta: 

Me desperté y observé a mi alrededor, al encontrarme en un sitio que no conocía me incorporé muy rápido y me levanté casi dando un salto, luego recordé que estaba en el piso de Mateo, ya que ayer no tenía a donde ir. Salí de la habitación sin siquiera mirarme en el espejo, debía estar fatal.

―¿Mateo...?―Alce la voz para ver si había alguien en el piso

Justo en ese momento se escuchó la cerradura abriéndose.

―Anda, si estás despierta―me sonrió―Ahora me adorarás he traído desayuno

Tenía una sonrisa divertida y lo único que pude devolverle fue una tímida sonrisa como agradecimiento.

―Oh por favor no me lo agradezcas tanto―dijo con ironía y acercándose a la mesa

―Perdona es que me duele la cabeza, ¿a ti no?―me excuse

Al parecer dolía a la mañana siguiente de beber, nuevo dato del día.

―Bienvenida al mundo llamado resaca es como un castigo, ¿sabes? Por los pecados de la noche anterior―se burló

―Ja ja―ironicé la risa―Ya sé lo que es la resaca, pero no sé, pensaba que era un mito

―¿Nunca has bebido en las fiestas?―parecía extrañado

―Una copa como mucho

¿Me daba vergüenza admitirlo? Sí, pero en fin, ya había dicho mentiras la noche anterior, así que.

―Bueno, pues tengo una gran solución, funciona siempre y ayuda a quitarla, tiene un nombre, aunque igual te piensas que es una leyenda o un mito ―bromeo

Lo mire curiosa.

―¿Cuál es?―pregunté

―Se llama COMER―extendió los brazos hacia al cielo como si hubiera pronunciado algo sagrado―Y te aseguro que es la solución a todo

Lo mire con una ceja encarnada y él puso los ojos en blanco.

―Bueno, para casi todo, pero ahora da igual, vamos a comer que tengo hambre―dijo y corrió hacia la mesa

Estuvimos un rato más hablando y bromeando, incluso intercambiamos los teléfonos. Al cabo de un rato fuimos al coche y me llevó a casa, la verdad es que era muy amable conmigo y no entendía por qué, ¿era así con todo el mundo? ¿Y por qué me gustaría que solo fuera conmigo?
Nos despedimos con un simple adiós y una sonrisa, la verdad es que me habría gustado un abrazo más, pero no nos pasemos. Lo primero que oí al llegar a casa fueron las risas de mis padres y mi hermano, vaya, así que ha vuelto por aquí, otra vez. Fui al salón donde supuse que estarían.

―Hola hermanita preferida―gritó mi hermano y casi saltó sobre mí
Pero fue peor, me revolvió el pelo como siempre que me veía.

―Marta, cariño, a que no sabes que nos ha dicho tu hermano―dijo mi madre
Otra veeeeeeez como sea lo de la universidad de nuevo juro que me tiro desde el balcón(pero sí vives en una casa, idiota). Dios, ya hasta me insultaba a mí misma, maldito cerebro.

―Resulta que uno de los profesores le ha pedido que haga unas fotografías para una exposición―siguió mi madre sonriendo

―Es una oportunidad muy buena para su carrera―dijo mi padre

Ah, sí, no sé sí lo he comentado antes, pero mi hermano estudia fotografía, la verdad es que tiene bastante talento para las fotos.

―Que bien―intente sonar tan alegre como pude

No es que no me alegré por mi hermano, me alegra que tenga oportunidades, pero mis padres y él siempre están hablando de todo lo que hace, mejor dicho, no paran de presumir de él, y nunca presumen de mí, sé que no he hecho ni la mitad de cosas buenas que él ha hecho, pero, ¿tan difícil era darme algún reconocimiento? ¿O es que era tan inútil que habían desistido conmigo?

El caso es que empezaron a parlotear sobre todo lo que hacía, así que les dije que estaba cansada y me fui a la habitación y me puse a diseñar para pasar el rato, mientras ellos pasaban el rato. No sabía que dibujar, así que me deje llevar por lo que mis manos decían, diseñe un vestido largo sin mangas, la cola del vestido la dibuje con puntos para representar que eran los brillos que emitía, en la cintura puse una especie de cinta para que se notara desde donde empezaba la falda, por último con unos rotuladores le añadí el color, la cinta al igual que el vestido los hice rojos y aquellos brillos de color blanco.
Aunque apreté el rotulador más de la cuenta, había empezado siendo una mañana fantástica, en casa de un medio desconocido muy guapo y ahora estaba mi hermano aquí para volver con noticias frescas de las que mis padres podrían presumir. Estaba harta, ¿por qué soy la única que no tiene las ideas claras? ¿Por qué no puedo acabar de decidirme? Pero sobre todo...

―¿POR QUÉ NO ME QUITO A ESE CHICO DE LA CABEZA?

Al parecer lo dije en voz alta, enrojeció por completo al instante, al menos nadie me había oído, les seguía escuchando hablar.
Por favor que esto se pase pronto
...
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Holaaa bueno, esta vez no he tardado tanto ¿¿¿no??? A ver si a Marta se le quitan todas esas dudas, igual Mateo le puede ayudar(o empeorar), quién sabe... Pero en fin, espero que os haya gustado y nos vemos en el próximo capítulo
Gracias por leer💜💜💜
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Nuestro primer veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora