CAPITULO 2 SALVADOR

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Amelia Hamilton

—Escúchame atentamente Amelia, no vayas abrir esa puerta trata de esconderte. Pronto llegaran la ayuda al departamento, y por nada del mundo cuelgues el celular.

Antes de que respondiera ya era tarde había entrado, y era Jacob claro debí imaginarlo.

—Que haces aquí... —El entro hasta la sala de estar, yo seguía en la cocina.

—¿Como que, qué hago? vengo por ti, arruinaste el anuncio de compromiso, pero la boda no será así Amelia.

—No me casare, contigo Jacob. —Al fin lo solté.

—¿Y por qué no linda? todo está listo. Tu vestido, el salón y la luna de miel. Vamos Amelia has anelado esto desde que te conozco quieres cerrar ese vacío que dejaron tus padres, así que no me vengas con que no nos casaremos.

—Te escuche — lo miro dolida— escuche lo que le decías a tu padre Jacob. Así que no me vengas con una boda cuando ni si quiera me amas, no seas hipócrita. — Él se quedó pálido.

—Te lo puedo explicar. —Trate de darle una mirada que no mostrara cuanto me dolía lo que escuche en ese salón.

—Ah enserio, y como explicas el hecho de me qué quieres matar después de la boda! enserio eso tiene una explicación?

—Supongo que no, al parecer si terminaste de escuchar todo.

—Por su puesto que lo hice, y de lo único que me arrepiento es de a verte conocido.

—Querida Amelia no me dejas otra opción,que llevarte conmigo y obligarte a firmar los putos papeles! Ya me cansé! fueron muchos años de soportarte.

—Pues a ver como lo haces porque jamás me casare contigo, nunca firmare esos papeles,y nunca tendrás mi empresa! - no debí decir eso ya que lo enfureció.

Lo miro con atención se miraba tan lindo con su traje blanco, por que tuvo que traicionarme así.

De tras dé su espalda saco un arma blanca, cuando disparo me tire al suelo y fui corriendo a mi habitación.

Le eche seguro y trate de buscar donde esconderme, aún tenía en la llamada a mi padre tire el teléfono debajo de la cama, y me escondí ahí también.

—No quiero morir, no quiero ver todavía a mi madre. —le decía llorando a mi padre atreves del teléfono.

—Hija, nada malo va a pasar. tenlo por seguro te —antes de que pudiera terminar escuche disparos hacia la puerta.

Ya había entrado. Me tomo por sorpresa el sentir que me tomo de los tobillos, grite y pataleé pero no me soltó.

— Me he obligado todos estos años a sentir algo por ti, y finalmente lo conseguí. —mis ojos lo miraban con horror, Por qué demonios tardaba tanto en llegar la maldita seguridad.

— Aléjate de mí. No hagas algo de lo que te arrepientas después Jacob. — el rio y me apunto con el arma.

—créeme que jamás me arrepentiría de algo que tenga que ver con Amelia Hamilton. — me pone la pistola en la cara — eres un peligro andante lo sabes no? linda, eres tan tonta nunca te diste cuenta del poder que tendrías al adquirir todas esas empresas, siempre has sido una ignorante Amelia. En el mundo solo hay personas malas todos siempre te verán por tu dinero jamás por tu corazón, ni si quiera los idiotas de tus amigos.

—Me arrepiento tanto de a verte conocido. — Le digo llorando.

—Ve el lado bueno, veras al fin a tu madre y muy pronto tu padre ira con ustedes.

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