Simplemente pensé en revisar si había alguien a quien molestar mientras desayunaba. De la nada me encuentro con 18 mensajes tuyos, y grito un ¨QUɨ. Lo primero que leo es que tienes un crush, y me río fuerte, muy fuerte. Golpié la mesa incluso. Era tan gracioso lo que me contaste. Hasta me recordaste a mi en un tiempo. Me hiciste reir a primera hora del día, desgraciado, no tenías porqué hacer eso.
Pero tomando en cuenta mis antecedentes, o lo que a simple vista parecen indicar, no debía yo estar riéndome de eso. Pero lo estaba, sin embargo creo que me he contradicho mil y un veces, tantas veces como las que he hecho las cosas que no he querido hacer, por lo cual tiene sentido, una vez más, demostrar lo contrario.
Realmente te voy a obligar a dar un paso adeltante porque tú no la vas a pasar como yo el 14 de febrero (haciendo nada, tal vez viendo películas o estudiando).
Sobre mi cadáver.
Tú tienes que disfrutar tu vida pedazo de cucarachón. Perdón, normalmente no te hablo así pero me emociona que estés flechado.