Jeongbin

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Todos saben que la hora del gym de Changbin es su momento preciado. Todos saben que deben respetarlo, entonces, ¿Por qué Jeongin estaba usando esos pantalones tan cortos y paseándose frente a sus ojos como si nada?

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Jeongin se sentía inquieto. Su calor picando y molestando quitándole todo el sueño.

Sus compañeros solían decir que él era algo así como un perezoso pero no era, él solo disfrutaba dormir.

Y ahora que no podía hacerlo se sentía irritado.

En otra ocasión, se masturbaria hasta el cansancio o iré con alguno de sus alfas pero quiso aprovechar esto como una oportunidad, necesitaba hacer algo diferente. Y el ejercicio sería bueno. Changbin sería feliz al tenerlo con él. Siempre insistiendo en que lo acompañara pero Jeongin no se odiaba tanto, él no perdería al menos unas cuatro horas más de sueño por ir al gimnasio. Tenía sus prioridades muy claras.

Así que se enfundó en lo más cómodo que encontró, ropa suave y holgada que no rozara tanto contra su piel sensible.

Se sentía algo sobreestimulado.

Erizado.

Como si su precelo estuviera llegando pero no, no aún al menos.

Se preparó un batido de proteína y se lo bebió por completo, tampoco tenía intenciones de desmayarse en plena rutina.

Y finalmente, tomó el ascensor.

En cuanto cruzó las puertas del gimnasio que obviamente estaba solo, era un gimnasio privado, solo ellos tenían acceso. Changbin entrenaba hasta el fondo del lugar con lo que parecían pesas, había música y parecía muy concentrado en lo que hacía por lo que no notó su presencia hasta después de unos minutos.

—¿Jeongin? —preguntó al ver a través del espejo, finalmente se acercó sonriente. —Cariño, ¿Qué haces aquí?

—¿Tan sorpréndete es que quiera ejercitarme, alfa? —murmuró con el sarcasmo en su voz. Paso sus brazos por el cuello de Changbin y olfateó su cuello disfrutando de lo intenso de su aroma debido al sudor.

—Si. —fue todo lo que respondió el alfa antes de besarle. —Buenos días, omega.

—Eres malo. —se quejó. —No podía dormir y siempre dices que debería acompañarte, así que aquí estoy.

Changbin arqueó una ceja sin creerle pero asintió y sonrió ladeado. El omega se sintió un poquito afectado por su sonrisa preciosa pero lo ignoro.

—Está bien. Estira. —ordenó. —Cuando termines quiero que hagas 15 minutos de cardio. —señaló la bicicleta estática tras él.

Jeongin se quejó. —¿15 minutos? ¡Es mucho, alfa!

—Puedes aguantar más que eso. —dijo secamente. Y palmeó su trasero antes de darse la vuelta y volver a su entrenamiento. Changbin lo miró a través del espejo nuevamente. —Te estaré observando así que no hagas trampa.

Pero Jeongin obedeció muy bien.

Y Changbin se perdió en la manera en que ante cada flexión el pequeño short del omega se elevaba dejando a la vista la curva de su trasero. Pronto se vio olvidando su entrenamiento por no perderse detalle de Jeongin quien parecía concentrado en estirar todo su cuerpo. No era nada que no hubiera visto antes. Ellos estiraban todo el tiempo antes de un ensayo, antes de un show, antes de un concierto. Era natural pero Changbin no lo sentía así.

El olor del omega se hizo intenso debido al esfuerzo y algo de sudor empezó a acumularse en la parte de su pecho. Ante cada sentadilla podía observar su escote o su trasero casi desnudo.

Mixtape | skz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora