Hyunjin no puede mantener sus manos para si mismo cuando Jeongin es tan adorable.
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El bonito omega está acurrucado en medio de su nido profundamente dormido, las mantas están desperdigadas entre su cuerpo. Su lindo bebé duerme abrazado a uno de los tantos peluches que tiene, lleva una de sus lindas pijamas que apenas hacen algo por cubrir su cuerpo, la camisa de tirantes se sube por su cintura y el pantalón es tan corto que apenas cubre su intimidad a medida que se mueve entre sueños.
Se ve precioso. Angelical.
Su carita de porcelana está limpia de cualquier expresión y respira tranquilamente. Dormido profundamente como el bebé que es.
Hyunjin quiere corromperlo.
Su erección es pesada mientras huele al omega, olfateando su rico caramelo acompañado de su suave aroma a vainilla que crece a medida que su celo se acerca.
Tiene que hacer algo al respecto, en especial, ahora que está tan ocupado que no puede ver a su bebé tanto como quisiera.
Se sube a la cama con movimientos ágiles hasta que está casi flotando sobre Jeongin quien sigue sin despertar. El omega mueve su naricita como si buscara algo, probablemente sintiendo su olor en sueños. Hyunjin sonríe antes de acariciar la mejilla sonrosada, Jeongin responde apoyándose contra su mano. Siempre tan receptivo.
Apoyando ambas manos sobre la cama una a cada lado del cuerpo del omega, se acercó lo suficiente para poder besarlo. Jeongin no responde al roce de sus labios pero sí se remueve entre sueños.
Hyunjin lame sus labios disfrutando de su sabor siempre dulce antes de desviarse hacia su cuello donde mordisqueó la piel de su marca hasta dejarla hinchada y sensible, Jeongin se quejó con un gemido pero más que un ceño fruncido nada cambio, manteniéndose profundamente adormecido.
Sonrió alejándose un poco para apreciar la visión que le ofrece el omega.
Volvió hacia él pero esta vez comenzó a recorrer sus piernas, tocando la suave piel y amasándola en sus manos incrementando más y más su fuerza hasta que Jeongin soltó un gemido alto.
Se detuvo a verlo pero continuaba dormido, tan cansado que nada lo sacaría fácilmente de su sueño.
—Mi bebé bonito. —gruñó acariciando su mejilla con sus nudillos.
Deslizo su mano por una de las piernas de aquel corto short de algodón tan delgado y suave que fácilmente puede empujarlo y hacerlo a un lado, dejando a la vista el coñito húmedo y rosadito de su omega. Jeongin se remueve y gimotea sin despertarse cuando uno de sus dedos juega con los labios externos de su entrada.
En respuesta, el lubricante comienza a acumularse en su entrada y Hyunjin se siente tentado a follarlo de inmediato pero se contiene, disfrutando del como sus dedos se empapan a medida que roza su coño, deslizándolos de arriba a bajo por su clitoris hasta su agujero ansioso.
Hyunjin disfruta jugar de esta forma. Siempre rompiendo los límites y arrastrando al omega a perder la paciencia. Jeongin no es muy paciente pero dormido es un reto nuevo para el alfa.
Así que aunque tiene una erección apretada en su pantalón se deleita con la vista, jugando y apenas estimulando al chico.
Jeongin patalea levemente, perdido en la bruma de su sueño no es consciente de lo que realmente sucede pero su boquita cae abierta soltando gemiditos y suspiros temblorosos y ansiosos de más.
Su coñito revolotea alrededor de sus dedos y parece querer tomarlos dentro pero Hyunjin se burla, jugando con su borde y delineando todo su exterior disfrutando de los sonidos de humedad y del exceso de lubricante que produce mientras solo acaricia su perla.
