Jeongsung

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Jeongin extrañaba a su alfa Jisunggie.

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El omega se sentía agitado después de tantos días sin ver a su alfa. Jisung siempre se aislaba a veces por trabajo o por necesitar tiempo a solas y eso era algo que lo enloquecía, no soportaba la idea de pasar más de un día entero sin verlo y en tiempos como aquellos en los que su celo lo estaba abrumando, era aún mas desconsolador no verlo cuando quería, así que, sin mencionárselo a nadie huyó de casa y llegó al estudio de 3racha rogando tener algo de tiempo con su alfa. 

Sin dudar siquiera de lo que podría estar haciendo en alfa ingresó al estudio tras usar la clave de acceso. No era la persona más racional en este instante cuando su celo estaba nublando casi por completo todo su cerebro y en cuento encontró el olor a hierbabuena de a quien había extrañado y necesitado tanto no dudo en cruzar la habitación y saltar en su regazo antes de que este pudiera decir cualquier cosa. Jisung cariñosamente respondió en seguida, pasando sus brazos por su espalda y atrayéndolo con firmeza hacia el.

—¿Que pasa, bonito? —Jisung siempre era dulce y lo llamaba de formas lindas. Desde su regazo permitió que el alfa observara lo brilloso que eran sus ojitos y lo ansioso que estaba mientras se removía sobre sus piernas. —¿Mi príncipe tiene ganas de que lo toquen?

—Siempre estás trabajando y te olvidas de mi. —se quejó con un puchero en su boca, sus pequeñas manos jugando con el borde de la camisa del alfa morocho. —Y te extraño tanto, Jisunggie.

El alfa se relamió los labios disfrutando la versión mimada de su omega.

Jeongin podía ser un omega mayormente arisco pero cuando estaba cerca de su celo podía convertirse en la versión dulcificada y necesitada de un sumiso omega.

—¿Por eso viniste al estudio en plena noche? —cuestionó acariciando su cabello desordenado. Olfateó el aroma a caramelo que había inundado el lugar y solo por el movimiento sutil pero constante supo lo mucho que las palabras del omega eran honestas. —¿Quieres que te anude así como hiciste que Minho te follara en el salón de baile, bonito? —bromeó cínico.

Jeongin se cruzó de brazos y negó. —No fue así. —reclamó indignado ganándose la risa del mayor.

—¿Entonces no quieres que te folle aquí? 

—Alfa. —se quejó en un lloriqueo molesto.

Jisung lo besó sonriendo ante su ceño fruncido. —Está bien, no te molesto mas. —dijo y delineó sus labios con su pulgar, siendo dulce como siempre. Su mirada brilló en cariño. —Yo también te he extrañado mucho, príncipe.

Jeongin suspiro risueño. El morocho deslizó sus manos por todo su cuerpo desde su cintura hasta sus piernas, dejando largas y amorosas caricias que tenían al omega ronroneando como un gatito. Jisung amaba llenarlo de placer, tenerlo suplicando por más de sus caricias y llorando de felicidad. Le encendía saber que podía darle todo al omega.

Jeongin se escondió en su cuello sonrojándose por sus palabras. —¿Te pones tímido ahora después de que escapaste de casa para esto? —sonrió besando la frente del pelirrojo. Jeongin se quejó en un tarareo aún sin verle a la cara. —Puedo oler tu celo, bonito. Estás tan caliente y necesitado solo tuve que olerte un poco y lo supe.

—Uh. —gimió contra su cuello, sus manos se apretaron en la tela de su camisa haciéndola puños.

Y hubo un leve balanceo de su coño buscando contacto con la polla del mayor.

—Cuando te sientes así solo puedes pensar en tener una polla dentro, ¿es así, príncipe? —la mano de Jisung bajó hasta su entrepierna acariciandolo sobre los leggins que lo cubrían apenas, Jeongin tembló sobre su mano que ahuecaba todo su pequeño coño. —Eres un bebé necesitado. —arrullo. Su mano balanceándose de arriba a bajo por toda su extensión, Jeongin apenas pudo mantener su boca cerrada respirando acelerado. Jisung se acercó a su oído. —Quiero darte todo lo que quieres, bonito. —aseguró con la voz ronca. Sus dedos se curvaron contra el coño del omega siendo obstaculizados por la ropa aún puesta, Jeongin se removió frustrado. —Déjame quitarte toda esa ropa estorbosa, bebé.

Mixtape | skz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora