Amor

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Las horas habían pasado, muchas horas y la madrugaba ya comenzaba a pesar. Price seguía furioso, sin poder dormir recordando las palabras de Arlet. Tenía tantas ganas de encararla y decirle todo lo que pensaba, pero sabía que no iba a valer de nada. El plan de Derek era perfecto, era muy bueno y con ayuda de los demás podían mejorarlo, pero después de lo ocurrido, nadie iba a dar ese primer paso. Price pensó en hacerlo, pero sabía que no iba a tener el apoyo de ninguno de sus amigos.

Price se levantó de la cama y caminó de un lado a otro mientras buscaba relajarse y mantener la calma, pero sus intentos eran en vano. Nada resultaba y por más que intentaba solo seguía recordando aquellas asquerosas palabras de Arlet. Estaba muy furioso. No entendía como alguien así podía ser tan fría de corazón y quitarle importancia a lo que Derek y los demás hicieron por ella para encontrarla y su respuesta es tratar como basura al chico que más la amaba. No entendía como algo así era posible.

Price entró a su baño, se echó agua al rostro con rabia y rápidamente salió. Su mirada lo llevó a su "costume pop" y a sus brazaletes. Se acercó a los objetos, los tomó y una idea surgió de inmediato. Él tenía la suficiente fuerza como para poder traer abajo la base de la torre, ya lo había dicho Derek. Quizás si la base se destruía, toda la torre caería junto con los paneles y podría cumplir el plan de Derek. No iba a ser necesario los demás. Price escribió una nota, la dejó sobre su cama y salió de la habitación a escondidas dejando la puerta entreabierta. Se escabulló hasta llegar a la salida de la base, se colocó su traje y sus brazaletes y salió volando a toda prisa con dirección a la "Torre Inicial".

Derek estaba en su habitación angustiado. Se sentía mal por las palabras de Arlet, pero resonaba más en su cabeza la insistencia de Price y el daño que le causo a él ese roce entre Arlet y él. No podía dormir y solo pensaba constantemente en su amigo. Se levantó de la cama y salió de su habitación con rumbo a la habitación de Price. Quería hablar con él y explicarle que todo estaba bien, que no debía preocuparse y que no le debía afectar la relación que había con Arlet en ese momento.

Derek llegó a la habitación de Price, se paró frente a la puerta de su habitación y pensó un segundo si tocar o no. No sabía que iba a decirle, así que solo dejaría que las ideas fluyan.

—Price, hermano —dijo Derek tras tocar la puerta. —Oye no sé si estás dormido. Solo quería hablar sobre...

Derek volvió a tocar la puerta y está se abrió ligeramente. Derek se asustó un poco y la abrió completamente y con lentitud mientras preguntaba por Price. Entró en la habitación y vio la luz del baño encendida con el grifo del agua abierto. Derek cerró el grifo y se acercó a la cama de Price donde pudo encontrar la nota la cual ponía:

"Salí a cumplir con la misión. Creo saber cómo lograrlo y puedo solo. No tardó"

Derek entendió rápidamente lo que quería decir el mensaje. Soltó la nota cuanto antes y salió corriendo muy asustado hacia su habitación.

Cuando llegó, abrió rápidamente la puerta con mucha fuerza y buscó su "costume pop" junto con la bola que guardaba su lanza. En cuanto encontró lo que necesitaba, pensó por un segundo en sí debía decirle a alguien lo que pasaba, pero de hacerlo, se armaría una misión de rescate que podría tardar muchísimo y no sabía si Price podría sobrevivir solo y cuánto tiempo estaría vivo si lo tomaran como prisionero. Pensó un segundo y muerto de miedo por su destino, Derek decidió ir solo a rescatar a Price.

Salió de la habitación, cerró la puerta y colocó su cabeza en la puerta. Estaba asustado, muerto de miedo por lo que podría pasar. Quizás, ni siquiera ambos podrían regresar de la base de "Agros". Derek comenzó a llorar, no quería terminar aún, tenía que acabar con "Agros", pero no podía dejar a Price a la deriva.

Antes de salir de la base, Derek se dirigió a la habitación de Ysamar para poder hablar con ella. Tocó la puerta un par de veces y la joven salió con los ojos hinchados debido al sueño. La joven lo hizo entrar y ambos se sentaron en la cama de Ysamar.

—¿Qué pasa? —preguntó Ysamar tratando de despertar.

—Siento levantarte —dijo Derek.

—No importa, está bien ¿Qué pasó?

Derek la miró por unos segundos, sonrió y tomó su mano. La joven se preocupó por un segundo al no entender que pasaba y después de ver la mano de Derek sobre la suya, levantó la cabeza para verlo a él.

—¿Sabes? En todo este tiempo nunca creí que podría hacer lo que hice contigo. Jamás creí que me convertiría en un maestro o algo por el estilo, no creí que pudiera lograr algo así. En todos estos años me enseñaste muchas cosas y aprendí más de ti que tú de mí. Estoy realmente orgulloso de ti y, así como lo dijiste, si hubiera sabido que todo esto pasaría, habría dejado que pase.

—No entiendo que pasa.

—Tengo que irme, iré a una misión y solo pasaba para decirte eso. Sé que no siempre te lo digo, pero quería que lo supieras.

—De acuerdo, ¿qué clase de misión?

—Eso no importa, estaré bien.

—¿Quieres que te acompañe? Podemos decirle a la señorita Parker y...

—No, estaré acompañado.

—Qué raro, no suelen mandarte a misiones así si no vas con los demás.

—Las cosas cambiaron, pero como te dije, estaré bien.

—¿Seguro?

—Muy seguro.

—Bueno, al menos prométeme algo.

—Claro que sí.

—Que vas a volver.

—Por supuesto que volveré.

—Promételo.

Derek respiró hondo tratando de mantener la calma y no quebrarse frente a Ysamar y evitarle la preocupación. Sí lo viera así, insistiría en ir con él y la pondría en riesgo.

—Te lo prometo niña, de corazón, volveré —respondió Derek con una sonrisa en el rostro.

—Genial —dijo Ysamar también con una sonrisa.

Ambos se abrazaron y Derek abrazó con más fuerza a Ysamar. La joven sintió cargado de sentimiento aquel abrazo y respondió de la misma manera. Derek soltó una pequeña lágrima debido a la emoción del momento y al terror que seguía sintiendo.

—Te amo Ysamar, nunca te lo había dicho —dijo Derek en voz baja al oído de la joven.

Ysamar comenzó a llorar desconsoladamente ante las palabras de Derek. Habían pasado años sin oír algo así y solo a su madre se lo había escuchado. Soñaba con volver a tener a alguien a su lado que pueda estar con ella y al fin lo había conseguido. Aquel hermano, padre, maestro que siempre espero, la tenía abrazada mostrándole que todo el mundo era débil al lado de él y que daría su vida por defenderla de lo que sea. Había encontrado alguien que la amaba igual o más que ella lo amaba a él.

—Yo también te amo, Derek —dijo Ysamar entre llantos.

Derek salió de la habitación de Ysamar y esperó unos segundos sentado en su puerta mientras imaginaba todos los escenarios posibles en los que conseguía salir vivo y regresaba con esa niña que se había robado su corazón. 

El tiempo era oro y no podía seguir lamentando su decisión. Se levantó, secó sus lágrimas y se escabulló al igual que Price hasta dar con un avión desocupado. Derek entró en la cabina y configuró las coordenadas hacia Londres para alcanzar a Price antes de que sea muy tarde. Las compuertas se abrieron y Derek despegó el avión. El trébol sentía como su corazón latía con fuerza, pero ya estaba hecho. Debía ir por Price cuanto antes para evitar una desgracia que pueda acabar con todos.  

The Poker's: El Fin de la SuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora