JUEVES - [NATARINNG]

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Temía por cualquier situación que fuese a suceder hoy día en el transcurso rutinario del metro. No había conseguido conciliar el sueño la noche anterior como me hubiese gustado por tener mi mente plagada de pensamientos sobre aquel chico. Muchos "tal vez" sobre cómo pudo haber reaccionado tras leer la nota.

En el peor de los casos pudo haber rechazado la ayuda totalmente y haber dejado mis objetoa materiales en el mismo lugar en que yo los dejé con antelación. Y, en el mejor de los casos, él pudo haber conseguido llegar a su destino sin percance alguno y con mis cosas consigo en mano. Tal vez y hasta hoy pensaba regresármelas y así poder iniciar una conversación casual.

No podía suponer en lo absoluto sobre lo que pudo haber sucedido con respecto a él, hasta que hoy suceda algo que me indique que todo está bien. Y mientras que eso no llegue a suceder, mi corazón no conseguirá sentirse tranquilo.

El vagón se notaba extrañamente vacío a excepción de una mínima de personas que solían frecuentar el mismo tren que yo. Pero la ausencia que más se hacía notar para mí era el de aquel chico bicolor.

¿No se presentó hoy? Eso es inusual.

Miré detenidamente alrededor mío, hasta detrás de mí, con la mínima de esperanza de que apareciese con su encantadora mirada y su característica sudadera, pero nada. No había rastro en lo absoluto en aquel vagón, ni de él ni de mis cosas. Ese vacío en el estómago que no había dejado de sentir desde la noche anterior volvió a surgir, y ahora con mayor intensidad.

¿Le habrá sucedido algo para que no viniese? ¿La nota le habrá molestado? ¿Me considera un acosador y por eso cambió de tranvía? Las preguntas comenzaron a sofocarme de nueva cuenta a tal punto de que tuve que afianzarme del tubo de soporte al costado mío mientras el tren seguía su curso habitual.

❝Mierda, soy un tonto..❞

Bajé la mirada mientras cerraba mis párpados con fuerza tras sentir que el aire comenzaba a hacerme falta. La siguiente estación fue anunciada, y una nueva masa de gente fue adentrándose y descendiendo del vagón. Gente que no me interesaba en lo absoluto; yo sólo quería saber que es lo sucedió con aquel chico, que apareciese frente a mí y cruzar miradas inocentemente como ha sucedido hace un tiempo ya.

Inhalé un largo suspiro al sentir varias miradas fijadas sobre mí y recuperé la compostura habitual, aunque por dentro sintiese el pecho adolorido. Sólo esperaba que el tren se detuviera en mi parada para poder salir corriendo lo más pronto que me fuera posible de ahí.