𝑴𝒂𝒔𝒕𝒆𝒓 𝑴𝒊𝒏𝒅 [𝑺𝒂𝒏𝒕𝒊𝒂𝒈𝒐 𝑪𝒂𝒑𝒖𝒕𝒐]

𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝙸𝚅

𝑻𝒆𝒏𝒔𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔, 𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂𝒕𝒆𝒈𝒊𝒂𝒔 𝒚 𝒕𝒓𝒂𝒃𝒂𝒋𝒐 𝒆𝒏 𝒆𝒒𝒖𝒊𝒑𝒐

La primer semana había pasado de forma muy tranquila, realmente me sentí cómoda en este lugar. Estábamos todos los del equipo de comunicación en un lugar de la casa rosada con mesas largas y sillas a los lados, todos juntos, así que los momentos no faltaban de miradas retadoras y sonrisas soberbias de parte de Santiago, como así también sus discursos intelectuales y algunos comentarios sarcásticos que me hacían rodar los ojos pero de alguna forma me atrapaban queriendo escuchar mas de lo que tenia para decir.

Mientras ellos se ocupaban de la parte mas logística y estratégica, mi pareja amiga y yo nos encargábamos de la comunicación a través de las redes, aclaración y explicación de los distintos comunicados e intercambios con la prensa. Si bien teníamos tareas distintas, se debían complementar casi siempre.

Hoy era lunes, iba a ser una semana muy larga y ajetreada por todos los anuncios que se iban a dar, los teléfonos y mails estaban como locos para poder hablar con alguien dentro del gobierno y nosotros nos encargábamos de apaciguar las aguas. Karina nos llamo en una reunión a media mañana, ya que se daría a conocer un tema muy delicado y debíamos buscar la manera correcta de hacerlo para que se lo tomen de la mejor manera y no hayan malos entendidos.

–Bueno, los reuní para que veamos como abordamos esto.–Kari y Santiago nos explicaron el próximo movimiento del gobierno, qué querían dar a conocer a la prensa y que no.

Al terminar de hablar Santiago mira a la rubia y con un gesto minimizador ante lo que dijo, y continua.–Igualmente ya tengo controlado eso, no hacia falta una reunión con ellos.–La cara de Karina es en parte de reproche pero se nota su acostumbramiento a esa actitud.

Yo miro a mi amiga y me rio burlonamente. Por supuesto que va a ser así, ellos me lo adelantaron. Mi mirada se conecta con la de Santiago y su rostro cambia a uno soberbio y con un sonrisa socarrona.–Bueno, capaz nuestra recién llegada experta en redes y marketing político tiene alguna genialidad periodística para compartirnos.–Dice en un tono sarcástico apoyándose en la mesa y mirándome con su sonrisa fingida. Lo detesto.

El resto parecía no notar esta tensión y la forma sutil en la que estaba menospreciando mi experiencia. Lo mire por unos segundos sin expresión, pero no pensaba dejar que me humillara o desmereciera así que con una sonrisa lo mire y respondí.–Si, de hecho tengo una idea.–Dije descolocándolo un poco con mi tono calmado pero firme.

Me miró con una ceja alzada en una mueca de fastidio.–Explayáte.–Dijo serio y con su mirada en mis ojos junto con el silencio en la sala era tan tenso que un escalofrio recorrió mi espalda. Era el momento donde debía mostrar que realmente merecía este lugar, pero tener que hacerlo frente a el y su penetrante mirada no escenificaban todo de la mejor manera.

–La forma en la que lo propones es muy drástica.–Dije firme haciendo una pausa luego, pero antes de seguir me interrumpió.

–Esto no es para tibios, los que estén de nuestro lado van a entender y no importan los otros.–Lo miro jugando con mi lengua dentro de mi boca y frotando disimuladamente mi sien y veo como Karina le hace una seña con la mano para que se calle.

Me paro y aclaro mi garganta antes de comenzar a hablar para el equipo.–Tenemos como objetivo a quienes votaron sin convicción, hacerles ver que si eligieron la opción correcta. Tenemos que hacer que confíen...–Continué explicando mi punto y lo que creía adecuado hacer con la atenta mirada del equipo, acotaciones de Eugenia y centrándome poco en la cara de fastidio de Santiago y Belén -quien parecía su perrito faldero acotando sus ordenes y de acuerdo con él en todo lo que decía sin reproches por la forma en la que a veces la trataba-.