𝑪𝒓𝒖𝒛𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒍𝒊𝒎𝒊𝒕𝒆𝒔
Esto era un caos. Los medios estaban tomando todas las nuevas medidas y explicándolas como a ellos se les ocurría, había muchísima desinformación y nosotros teníamos que encargarnos de contrarrestarla. Todo el ambiente estaba tenso, si bien internamente todo marchaba bien, las críticas y cuestionamientos a veces provocaba un leve malestar y tedio en todos.
Estábamos en la sala de comunicación, y las diferencias ideológicas se podían ver muy marcadas entre nosotros y el equipo de los Marlboro, como también las rivalidades personales se manifestaban en cada intercambio de palabras, alimentando una atmósfera de confrontación inminente. Mientras con mis amigos defendíamos una estrategia de transparencia para generar confianza, ellos estaban empecinados en una más bien manipuladora, y que utilizaba para su provecho las confrontaciones con la oposición, para crear distracciones ante lo realmente importante.
–¿En serio piensan que peleando van a ganar la confianza de la gente?.–Dije incrédula con una ceja alzada. Me paré cansada de discutir y lo miré apoyando las yemas de mis dedos en la mesa.
Santiago me dirigió una mirada cargada de intolerancia y se paró enfrentandome en la misma posición.–No se trata de ganar la confianza, se trata de distraer para poder hacer lo importante sin cuestionamientos boludos de gente que no entiende el plan.–Dijo con un tono de voz duro y enojado.–Dejá de cuestionar lo que queremos hacer y que venimos haciendo desde mucho antes de que llegues. Y que indefectiblemente, salió bien.–Finalizó fingiendo una sonrisa.
Suspiré cruzandome de brazos.–Perdón a mi me contrataron para mejorar las estrategias de comunicación y eso es lo que estoy tratando de hacer. No quiero que el equipo dé un aspecto de inmadurez. Mayormente a las personas grandes no les convence una imagen poco seria del gobierno.–Dí mi punto con voz firme también.
–Bueno que lástima, llevo mas años que vos, haciendo lo mismo y mi experiencia me dice que va a salir bien.–Su ceño estaba muy fruncido y tenía las mejillas levemente rojas. Por un momento su gesto se suaviza y observo como su mirada me recorre en mi posición, luego suspira y dice en un tono mas tranquilo.–La política no es un juego limpio, Florencia. Si queremos sobrevivir en este mundo, tenemos que jugar con las reglas que nos dan una ventaja.–Dice pegando la mesa con su dedo índice.
La tensión en la sala era palpable mientras Santiago y yo intercambiábamos argumentos, y podía sentir cómo las miradas de todo el equipo se centraban en nuestra disputa. Aunque quería defender mis pensamientos, Santiago continuó con su discurso antes de que pudiera intervenir.
–Bueno, se acabó la reunión.–Anunció con una sonrisa, distribuyendo tareas a cada miembro del equipo. Escuché mi nombre y al levantar la cabeza, nuestras miradas se encontraron. Pude notar una pequeña sonrisa y como sus labios se curvaban ligeramente antes de que el encargo de analizar los datos de todo el mes en todas las plataformas de comunicación, llegue a mis oídos. Me quedé mirándolo con los ojos entrecerrados, sintiendo una mezcla de frustración y resignación mientras asentía con un "bueno" apenas audible entre dientes. Esa es una tarea que el debe hacer, pero se excuso con el hecho de tener que ir a una reunión con Javier, cosa que le quitaría tiempo.
• • •
–Dios, lo odio, que tarea de mierda.–Dije murmurando mientras anotaba en las planillas y sacaba porcentajes.
–No debiste enemistarte con el jefe.–Escuché de repente la voz de mi amigo y al levantar la vista él se apoyó en la mesa frente a mí.
Lo miro sonriendo.–Hola Iñaki, ni me digas, de todas las cosas que me podía pedir, me tuvo que dar lo más tedioso y en lo que menos tengo experiencia. Lo hizo a propósito, lo sé.–Dije haciendo un puchero y el rubio se rió ofreciéndome su ayuda en algunas cosas que no entendía del todo. Gracias a él pude terminar más rápido y luego de agradecerle junté todos los papeles e informes para llevárselos a Santiago en su oficina.
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𝑴𝒂𝒔𝒕𝒆𝒓 𝑴𝒊𝒏𝒅 [𝑺𝒂𝒏𝒕𝒊𝒂𝒈𝒐 𝑪𝒂𝒑𝒖𝒕𝒐]
General FictionLa estrategia publicitaria se fragmenta entre dos grupos: los Iñakis, jóvenes versados en redes sociales, y los Marlboro, adultos que buscan destacar en redes sin considerar las estrategias de marketing. Florencia se alinea con uno de los bandos, mi...