Mi Lugar Correcto [Pausada]

Roomies

No podía creer que ayer me encontré con Tom. Era tan irreal. ¿Por qué estaba aquí? ¿Para buscarme? No, él solo venía por trabajo. ¡Pero quería arreglar nuestros malentendidos!

¿Qué si tenía libre esta noche? Dios santo. Para ti tengo libre toda la vida, y si no es así, tendré tiempo para ti hasta la muerte.

Estaba bastante nervioso, si soy sincero. Tenía que pensar muy bien que decir para no arruinarlo de nuevo. Tom me estaba dando una oportunidad para hablar, y la usaría. Sé que me equivoqué y que todo fue mi culpa, creo que ya lo entiendo. No lo sé. Me hubiese gustado que él no conociera a una mierdita como yo, así no tendría que pasar por estas malas situaciones.

Una notificación me sacó de mis pensamientos, cuando lo revisé era un mensaje de Tom con la dirección de un restaurante.

Te parece este lugar? :)

Por supuesto 💕

Me encantaba. Un restaurante de comida china. Me hacía tan feliz que Tom recordara cosas tan triviales respecto a nosotros dos. Rápidamente me vestí con ropa casual, no quería parecer muy exagerado frente a Tom. Salí del hotel y tomé un Taxi hacía el restaurante, Tom ya estaba ahí.

El camino fue más corto de lo que creí, o tal vez eran los nervios. Bajé del taxi y pagué. Cuando entré por esa gran puerta dorada vi a Tom en una mesa. Cuando me vió levantó la mano para saludarme e indicarme donde estaba. Me acerqué a él y tomé asiento quedando de frente a Tom.

- Hola, Jake, ¿qué tal todo? - Antes de que pudiera responder llegó una mesera para tomar nuestra orden.

- Bienvenidos a Panda Food. Soy María, ¿puedo tomar su orden? - sonrió

- Oh, sí. Me gustaría la orden #5. - volteó a verme- ¿Tú, Jake?

- Yo... Lo mismo que tú.

- Bien, dos del 5. Enseguida se lo traemos. - Dicho esto se retiró. Ni siquiera había podido ver el menú. Solo espero que Tom no tenga gustos raros como perro, o algo así.

- Cierto, seguíamos. - sonrió - Quería hablar contigo para arreglar las dudas que hay entre noso-

- Aquí está su pedido, jóvenes.

- Oh. Qué rapidez. - comentó con una sonrisa. Dios, dejen que hable. Pensar tanto me estaba jodiendo la maldita cabeza.

- Nos gusta ser rápidos. Los dejó comer.

Ambos empezamos a comer. La comida no sabía a perro, así que estaba bien, de hecho era más rica de lo que imaginé. Tal vez se deba a que estos últimos días solo he comido maruchan que calentaba en el microondas del hotel. No es como si tuviera tanto dinero para darme el lujo de comer en restaurantes a diario.
Una vez acabamos nuestra comida teníamos tiempo. Esta vez sí hablaríamos bien y se resolvería toda duda. Si Tom no daba el primer paso yo lo haría.

- Tom, quiero que sepas que estos últimos meses yo he-

- Oigan, lamento la indiscreción. ¿Ustedes son Tom y Jake de la primera temporada del campamento desventura?- preguntó la camarera... ¿Mariana? Ni siquiera me di cuenta cuando se acercó.

- Oh, sí. Somos nosotros. - dijo Tom con una sonrisa. Me cago en Dios.

- Dios santo. Yo soy María, estuve en la segunda temporada.

- ¿De verdad? Ya decía que me parecías conocida. - siguió la conversión Tom. ¿No tiene Juana algo mejor que hacer? No sé, algo como atender a más clientes.

- ¿Ustedes son pareja nuevamente? - Si tal vez nos dejaras hablar, chismosa.

- Oh. Jake y yo somos solo amigos. - Me dolió. Me ardió. Me quemó.

- Oh, ya veo. - sacó algo de su delantal. - esta es su cuenta. - ¿nos estás corriendo?

- Dividamos-

- No te preocupes, yo invito. - interrumpió Tom sacando su cartera. Gracias, igual apenas tengo para el taxi de regreso.

Una vez Tom pagó se levantó. Espera, mierda, no hemos hablado. Solo me quedó seguir a Tom hasta la salida.

- ¿Quieres ir a pasear un rato?

- ¿A dónde? - pregunté

- Donde sea. Donde no nos interrumpan.

Tom empezó a caminar y yo le seguí un paso atrás, pero él caminaba más lento para que estuviéramos a la misma altura. Sí me lo pides, me caso contigo, amigo. Seguimos así un rato en silencio, hasta que él decidió romperlo.

- Creo que estos meses he logrado pensar con calma lo que pasó con los dos. - respiró- En los errores que cometimos. Tal vez debiste confiar más en mí, que era tu pareja. Pero yo debí ser más... Claro y comprensivo contigo. Sé que en ese momento no estabas pasandola muy bien, así que no podías pensar con claridad. Al fin de cuentas confiabas en Ellie, y lo entiendo. Creo que ambos tuvimos la culpa de que nos pasó.

- No, tú no tuviste la culpa de nada. Si tan sólo yo hubiese actuado más-

- No. Ambos somos responsables de todo lo que hicimos. Y, respecto a eso... Creo que el pasado es pasado. Lo que pasó ya fue, y no lo podemos cambiar. Ahora que sabemos que nos equivocamos hay que tratar de fortalecer... Eso que nos hace malas personas. Ya sabes.

- ¿Me estás dando una segunda oportunidad?

- No necesito darte nada. Solo quiero que manos comencemos desde cero, como amigos.

- Me parece genial. Gracias. - Él solo me dedicó una dulce sonrisa junto a una mirada cálida. Aún dolía un poco.

- Perdón por haberte dicho esas cosas horribles.

- Perdón por no haber confiado en ti.

- Sube, te llevo a casa. - Dijo subiéndose a un coche negro. Ni siquiera tengo casa. Solo me limité a subir al coche en la parte del copiloto. - Bien, ¿a dónde vamos?

- No tengo casa. - Ahora que iniciamos como AMIGOS creo que debía ser sincero.

- ¿Disculpa? - Me miró con cara de asombro.

- Quiero decir, de momento me estoy quedando en un hotel.

- Creí que vivías con tus padres.

- Oh, es solo que... Creo que ya era hora de independizarme. - tampoco tan sincero.

- Pero si vives en un hotel tal vez no estabas preparado para- puso cara de lástima. Por favor, no. - Ya veo, ¿en que hotel te quedas?

El camino al hotel fue silencioso, no tenía más que decir. Bueno, en realidad tenía tanto que decir, pero los nervios de estar con Tom hacía que olvidará hasta mi jodido nombre. Cuando llegamos iba a bajarme, pero Tom me detuvo.

- Jake, creo que...- tomó aire- No es que quiera meterme en tu vida, pero creo que quedarse en un hotel no es una opción sustentable. - ¿Qué podía hacer? Era mi única opción. - Tú... Yo tengo una... Habitación libre en mi departamento, y de verdad que no me molestaría para nada que te quedarás ahí, al menos hasta que logres encontrar un mejor lugar donde vivir.

- Tom, yo no creo que-

- Es un favor de amigos, ya sabes. - ¿Qué le pasaba a este tarado? Parecía que interrumpirme ahora era su pasatiempo. - Pero si te sientes incómodo viviendo conmigo entiendo que-

- Está bien. Si no te molesta. - ¿Qué se siente que te interrumpa? Maldito policía sexy. - Iré por mi mochila a mi habitación.

Dios santo. No sé cómo mi yo externó pudo aceptar ir con Tom. Porque si por mí fuera, iría con Tom hasta el altar, pero era algo que él no quería. Los amigos no se casaban, ni nada de eso. En fin. Quedarme en el departamento de Tom podría ser tal vez una ventaja para mí, tal vez y solo tal vez se daría cuenta de sus sentimientos hacia mí... Si es que aún los tenía.

Por favor, Tom, sigue amándome.