Mi Lugar Correcto [Pausada]

Nada es para siempre

La melodía de la alarma de su celular resonó por toda la habitación, provocando que Jake despertara de manera abrupta, sentándose sobre la cama para lanzar un largo quejido. Ante una fuerte punzada en su cabeza causado por el estruendo, llevó su mano y apretó con fuerza, dejando escapar un pequeño quejido ante el dolor.

Una vez se recompuso, se dió cuenta que su alarma continuaba sonando, buscó su celular de entre las sábanas y lo jaló hacia el una vez fue palpable. Deslizó su pantalla hacia un lado para poder silenciar su alarma. Miró la pantalla aturullado y con poca lucidez durante unos instantes, pero solo bastó ver la hora para salir de la cama de un salto.

Si hubiera recordado el pequeño detalle de que debía trabajar al día siguiente, quizás la noche anterior se hubiera moderado con la bebida.

Al instante que posó su pie sobre el frío suelo de madera artificial sintió como una corriente eléctrica pasó por lo largo de su columna, provocando escalofríos por todo su cuerpo. Volvió a la cama de un brinco, pues, al menos los últimos días, despertaba con un muy acogedor tapiz de alfombra, lo que indicó al instante que no estaba en casa de Miriam, dónde se suponía que debía estar.

Trató de analizar su alrededor mientras bajaba de la cama lentamente, para no volver a vivir aquella anterior experiencia. Quedó estupefacto al reconocer el lugar, pues lo conocía a la total perfección, al menos aquella habitación.

Intentó tranquilizarse y restarle importancia. Aún con los pies descalzos, Jake se apresuró a salir de la habitación, cerciorándose de lo que ya anticipó de antelación.

Era el departamento de Tom.

Dejando a un lado lo confundido que aún estaba, fue casi corriendo a la cocina, pues moría de sed. Además, no veía algún problema si tomaba prestado un poco de agua.

Continuó tomando agua cuando volteó a ver a la sala, recordado de manera inesperada lo que había ocurrido la noche anterior en aquel sofá, provocando que escupiera el agua, derramándolo sobre el suelo de la cocina. No recordaba con lucidez lo que había pasado el día anterior, especialmente las últimas horas de la noche, pero estaba seguro que las imágenes que se proyectaban de manera espontánea en su mente no eran parte de su imaginación, sino recuerdos.

-Mierda -tosió.

Tomó un montón de servilletas y las dejó caer sobre el suelo de madera artificial junto a él. Trató de tranquilizarse ante la posibilidad de haber perdido el juicio, pero no podía concentrarse en eso mientras se dedicaba a secar el suelo.
Por cuestiones de presión, terminó debajo de la mesa, dónde se aseguró de dejar seco con el trapo viejo de Tom.

Al momento en el que escuchó como una puerta se abrió y unos pasos indicaban la presencia de alguien, dió un brinco, golpeándose la cabeza con la mesa y lanzando un fuerte quejido.

-¿Jake?

El nombrado asomó su cabeza por debajo de la mesa, provocando un susto a Tom que le hizo chocar con un alto perchero detrás de él, que logró sujetar a tiempo antes de que este cayera al suelo.

-B-Buenos días.

Jake salió de debajo de la mesa y se aseguró de tomar el montón de servilletas. Vió a Tom sorprendido al verlo ahí, lo que le hizo sentir aliviado, pues entraba una posibilidad de que fuera sonámbulo y en medio de la discordia de ayer, entrara a casa de Tom sin que este se diera cuenta. Pero eso hubiera sido demasiado bueno.