Beso de la suerte

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Al despertarme sentí una horrible sensación en mi boca, tal vez era a causa de que hace unas horas me quedé dormido después de comer ese trozo de pizza.

Como sea.

Después de levantarme lo primero que hice fue cepillar mis dientes, una limpieza ultra profunda. Juro por lo que más quiera que no vuelvo a quedarme dormido sin cepillar mis dientes. Me daban arcadas el solo recordar ese sabor a grasoso que aún podía sentir entre mis dientes.

Con la boca fresca, salí de mi habitación y me arrimé al sillón para tomar mi sudadera. Después, di vuelta sobre mis pies para marcharme, pero al voltear, sentí mi alma irse por un momento al ver a alguien ahí parado, justo frente mío.

-¡Mierda! -Di un pequeño salto hacia atrás-. Oh... Eres tú. No te oí llegar.

-Soy bastante bueno siendo cauteloso... Ya sabes... Perdón -Miró al suelo mientras se rascó la nuca apenado-. Buenos días, Jake.

-Buen día, Tom -Recuperé el aliento-. Ya me voy.

-Oh, en realidad... Yo...

- ¿Sí?

- Yo quería llevarte al trabajo... Ya sabes, me queda de pasada y...

-¿Y? -Alcé una ceja interesado en la situación

-Y... Ya.

-Ja, ja -reí-. Claro, no te preocupes. Te doy el honor de llevarme al trabajo.

-Genial... ¿Vamos ahora?

Sin prisa, fuimos ambos rumbo a la pastelería en el coche de Tom. El lugar no estaba nada lejos, así que el camino fue breve. Sin embargo, durante el corto trayecto noté un ambiente un tanto... Extraño. No extraño de malo, quiero decir, solo sentí a Tom bastante nervioso y ligeramente tenso. ¿Era por mí?

-Bien... gracias por traerme -Me desabroché el cinturón de seguridad en cuanto llegamos-. Que te vaya bien en el trabajo, Tom.

Estuve a punto de girar para abrir la puerta del coche y bajar del auto, pero mis acciones fueron interrumpidas por una mano de Tom posándose sobre mi cuello, en seguida, me jaló hacía él. Ambos estabamos peligrosamente cerca si me lo preguntaban.

-¡Q-Que te vaya muy bien! -Con algo de desespero, estampó sus labios contra los míos de forma efímera. Casi como un pequeño roce.

Al separarnos de esa ultra fugaz caricia, mi mente quedó en blanco; no sabía que decir ni que pensar. ¿Eso fue un beso o algo así?

Al momento de separarnos logré ver el rostro de Tom totalmente encendido con un rojo intenso. Sus ojos veían a todas partes en busca de algo, pero no entendí qué.

-¡Fue un beso de la suerte! -habló sin mirarme aún, yo solo lo miré confundido-. Ya sabes... ¡Qué hagas muchos pasteles!

-¿Qué significa...?

-¡Oh! Mira la hora, es hora de que me vaya, ¿no?

No sé como lo hizo, pero de forma exagerada y veloz, Tom me había sacado de su auto y rápidamente se esfumó dejándome ahí parado con el impacto. ¿Qué mierda fue eso?

Primero que nada, él lo había llamado beso a pesar de que no duró siquiera un segundo. Como sea. Tom me había besado y no sabía la razón. Tal vez estaba relacionado con la conversación que habíamos tenido anoche. No tuve oportunidad de divagar totalmente en mis pensamientos, pues estos se habían desvanecido a la llegada de un hombre pijo que bajaba de una camioneta blanca. Misma que segundos después se fue.

-¡Jake! -Se acercó a mí Nick- Uhm... ¿Todo bien, chico? Te ves pálido.

De forma rápida y un tanto brusca, abrí la puerta del local con mis llaves y entré arrastrando a Nick conmigo. Una vez dentro, tomé a Nick de ambos hombros mientras él me miraba algo perdido.

Mi Lugar Correcto [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora