Capítulo 8|| Álvaro

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Estaba sentado en mi sitio habitual, comiendo y hablando con todos mis compañeros, aunque realmente no les prestaba mucha atención.

Tan solo sabía que había varios frentes abiertos en aquella mesa, por un lado, Juanjo hablaba de las fiestas de su pueblo, seguido por Naiara que le entendía a la perfección. Martin tan solo hablaba con ellos, deseoso de vivir pronto las fiestas de aquel lugar. Por otro lado, Rus y Bea estaban hablando de sus gustos musicales. Por último, Lucas intentaba entablar una conversación decente conmigo, cosa que no era fácil, porque yo tan solo tenía ojos para la puerta roja de la entrada.

Paul había salido hacia unas horas, y tan solo había dicho que volvería algo cambiado, por lo que tenía una alta expectación en verle. Lucas lo sabía, así que creo que solo intentaba tener algo de cortesía conmigo.

Justo en ese instante, la puerta se abrió y yo estire el cuello todo lo que pude, haciendo a su vez un gesto con la mano en la mesa.

En cuanto llegó a la mesa, yo solo pude mirarle. Lucas ya había soltado algún que otro piropo, y Naiara había decidido ser más sincera y soltarle un:

— Yo te daba.

Mi parejita de amigos también le había dicho lo bien que le quedaba ese pelo. Y Bea y Rus le hacían preguntas a la vez que le elogiaban. Tan solo quedaba yo en decirle algo. Pero es que tampoco sabía que decir.

— Estas guapísimo. Te queda genial.

Creo que, en aquel momento, era lo único que quería escuchar. Aquellas palabras en mi voz, porque se giro a mirarme en cuestión de milisegundos. Sonrió, encantado con aquellas palabras, y acto seguido fue a ponerse la comida.

Cómo era de esperar, fue el último en terminar. Yo me ofrecí a hacerle compañía, pero Lucas y Naiara se quedaron en mi lugar.

Decidí ir a la sala del piano, porque era mi lugar favorito allí dentro. Me senté frente al piano y empecé tocando canciones de otros artistas, aunque finalmente decidí darle voz a mis propias letras. Fue justo en ese instante cuando entro Paul.

Se tumbó sobre los pequeños asientos, mirando hacia arriba con los ojos cerrados, por lo que decidí seguir. Aquella canción él ya la había escuchado, pero aún así pude ver como sonreía y abría los ojos casi al final. Yo decidí mirarle también, sus ojos parecían brillar más. O quizá a mi me parecían más felices en aquel momento.

— Tu turno.

— Yo estoy encantado de escucharte desde aquí, Alvarito.

— Porfi...

— Está bien...

Soltó un suspiro antes de levantarse y cambiarse de sitio. Él se sentó frente al piano y yo me coloque en uno de los taburetes. Paul comenzó a tocar, a veces cantando, otras veces tan solo tocando, para poder hablar conmigo.

Aquello me encantaba. Quizá a otros les pareciese aburrido escucharle hablar sin parar sobre sus cosas, pero a mi me relajaba. Me ayudaba a saber de él, y eso me encantaba. Además, escucharle hablar de aquello con entusiasmo y sabiendo perfectamente lo que decía era un gustazo. Tenía un mundo interior increíble, y mi parte egoísta daba saltos cada vez que recordaba que tan solo se abría de esa forma conmigo.

Fue en uno de esos momentos en el que decidí recostarme sobre el piano. Él paro de hablar un instante, alarmado por si me hubiese aburrido.

— Tú sigue eh, que yo te escucho, solo me voy a poner así.

Adivine perfectamente que estaba sonriendo, porque al poco tiempo volvió a hablar, aún con más entusiasmo si cabe.

No se cuanto tiempo estuvimos ahí, pero él me enseño nuevas canciones y pude vacilarle preguntando si iban sobre nosotros.

Además, ya había oscurecido y algunas salas de la academia estaban ya apagadas. Miré la hora rápidamente, llevábamos ahí toda la tarde, incluso la hora de cenar se nos había pasado.

Ambos salimos de la sala, un tanto avergonzados con el hecho de no habernos dado cuenta del paso del tiempo. No quedaba nadie por la academia, estarían todos en la habitación ya, por supuesto.

Nos fijamos en las mesas. Había un plato en su sitio, y otro en el mío. Nos acercamos y yo pude ver una notita junto al mio.

"Alvi, no quería molestarte y por eso no he ido a buscarte para cenar. Aquí tienes tu cena. Ily <3
Bea."

Sonreí ante la nota de mi mejor amiga y tras ello acerque el plato hacia el sitio de Paul. Él también tenía una nota, estaba firmada como "mesa 1", así que supuse que sería de parte de su grupo. Aquello me hizo ilusión, porque significaba que no estaba tan solo ya.

Nos pusimos a cenar, entre risas y bromas sobre lo ocurrido. Era raro cenar así, pero me gustaba estar tanto con él. Me le quede mirando unos instantes y pude ver como al notarlo sus mejillas se teñian de rojo levemente.

— ¿Qué...?

— Estas muy guapo. Te queda muy bien ese pelo.

Lo había dicho en una voz susurrada, pero no esperaba que su respuesta fuese de la misma forma.

— Tú también estás muy guapo.

Sonreí. Tan solo porque no sabía que más decir. Ni que más hacer. Porque me salió solo. Me habría quedado allí con él eternamente. Aún con ello, Paul me obligo a recogerlo todo y terminar con aquel momento, aunque sospecho que tampoco era lo que quería hacer él.

Al terminar de recogerlo, nos fuimos los dos a cambiarnos y ponernos el pijama. Él se metió en el baño, cosa que me inspiró para poder tener un rato más a solas con él. Me fui hacia el salón, tirándome sobre el sofá y esperando a que él apareciese. Tardó más de lo que pensaba,y estuve a punto de dormirme en el sofá, pero pude escuchar un susurro.

— ¿Álvaro? —No respondí, y escuche sus pasos pequeños acercándose más— ¿Álvaro?

Estaba frente a mí, pero mirando hacia la terraza, por lo que decidí agarrar su mano y tirarle sobre mí. Paul acabó sobre mí, apoyado como pudo a horcajadas, debido al susto de alguien arrastrándole.

— ¿Pero que...?

— Shhhhh, cállate, Pablo Delgado. O a este paso viene alguien a buscarnos.

Me miró, totalmente incrédulo, para acto seguido sonreír como un bobo. Pude notar como dejaba de estar a horcajadas, para estar literalmente tumbado sobre mi. Yo aproveche aquello y puse mis manos sobre su cadera, a la vez que él me agarraba la cara con sus manos.

Nos miramos los dos, ensimismados el uno con el otro. Como hacía cada vez que tenía su cara a esta distancia, me fije en sus ojos. Aquellos ojos oscuros parecían genuinamente felices, y aunque no hubiese ningún tipo de luz allí dentro, pude percibir un brillo en ellos. Supongo que el mismo brillo que había en los míos. Yo no quise decir nada más. Me parecía que aquel momento ya era perfecto como estaba, pero Paul decidió hablar.

— Ojalá más momentos así contigo. Porque estas completamente loco, Álvaro Mayo, y me vuelves completamente loco, eso también.

Junto nuestros labios en un beso suave y delicado. Y quizá yo si que me equivocase antes, porque justo en ese instante si que era todo perfecto. Demasiado perfecto.

🤍

Hellous.
1. Mil disculpas por haber tardado tantísimo en escribir algo de nuevo, no sabía que escribir y no me gustaba nada de lo que salía.
2. Creo que se puede apreciar que he juntado mil momentos suyos y que la cronología la he puesto en el orden que he querido, perdón por ello también.
3. Espero que os guste. <3

Those eyes|| OT2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora