Capítulo 13|| Paul

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Salimos de la sala, llegando casi todos al mismo tiempo. El salón se convirtió en un batiburrillo de gritos, abrazos, besos y alguna que otra lágrima.

Yo me tiré sobre mi hermana y mi padre, abrazándoles a ambos a la vez. Les había echado tanto de menos, sobretodo a ella. Al ser los dos pequeños, vivíamos aún en la misma casa, por lo que siempre estábamos juntos.

— Pablo, por fin. Te he echado muchísimo de menos, no sabes lo raro que es estar sin ti en casa. —dijo Elena sin soltarme.

— Yo también te he echado de menos, enana.

— ¿Cómo estas, hijo?

— Pues super bien, no quiero ni irme...

Mi padre se rio, acariciando mi hombro mientras observaba como mi hermana era incapaz de soltarme. Aquel barullo de familias abrazándose terminó, dando paso a más presentaciones con el resto. Lucas, Rus y Kiki saludaron a mi familia con entusiasmo, igual que yo a los suyos ya que nos conocíamos de antes. Seguidamente, les presente a Naiara y a Bea, así hasta llegar a quien realmente me daba pánico llegar.

Álvaro estaba con su madre y su hermana, en este caso mayor que él. Ellas pararon de hablar al ver que nos acercamos a su sitio y pude ver como los músculos de la espalda de mi "novio" se tensaban considerablemente. Se giro, como quien no quiere la cosa, y acto seguido colocó una gran sonrisa en su rostro.

— Mamá, hermanita, este es Paul.

Pude sentir sus ojos sobre mi, entendiéndome perfectamente, es por ello que dejo una leve y casi imperceptible caricia en mi brazo. Yo salude con dos besos y un abrazo a su familia, y acto seguido presente a la mía.

— Bueno, estos son mi padre, Antonio y mi hermana Elena.

Álvaro les saludó de la misma forma que yo y su familia lo mismo. El ambiente empezó a ponerse un tanto incómodo, ya que, de los nervios ninguno sabíamos que decir y éramos los únicos allí que podíamos sacar un tema de conversación. Elena paseo su mirada sobre Álvaro y sobre mi, atenta a nuestras manos. Y eso me hizo entender que aquella caricia fugaz había sido vista por la persona más cotilla de mi familia.

Cómo si fuese un milagro, Noe habló, diciendo que les hiciésemos un tour por la academia. Nuestras familias, al igual que las de Martin y Juanjo, estaban juntas todo el rato. Lo primero que les enseñamos fue la parte de los lavabos.

No se quien fue la persona que, en ese instante, decidió abrir una de  las duchas y enseñarla, pero justo tuvo que ser en la que, hacia días antes, Álvaro y yo habíamos compartido un momento bastante íntimo. Mis mejillas se tiñeron de color rojo y empezaron a arder, mire de reojo a Álvaro que, por el contrario, parecía haber visto un ente. Me cogió de la mano entre toda la gente, y apretó.

Aquello me hizo reaccionar e, intentando encontrar calma, respire hondo y le acaricié con el pulgar el dorso de la mano.

Bea nos salvó de aquella incomodidad, llamando a Álvaro y su madre para enseñarle no se que cosa. Yo suspiré, aliviado a más no poder. Mi padre estaba hablando con la madre de Naiara, y eso me hizo sonreír.

— Ejem. —tosió mi hermana.

— ¿Estas bien?

— Lo he visto, Pablito.

— ¿El que?

Elena señaló con la cabeza a Álvaro y acto seguido se entrelazo a si misma la mano. Mis mejillas volvieron a teñirse levemente de rojo.

— ¡Aaaaahhh! ¿Tengo cuñado?

— ¿Tengo yerno? —soltó mi padre, que acababa de volver de su pequeña charla.

Those eyes|| OT2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora