🍎¡Esa estúpida sonrisa!🍎

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Cuando vives tanto tiempo en la oscuridad tus ojos termina por acostumbrarse a ella. Eres capaz de ver día tras día un mundo lleno de pecado constante con personas que no saben hacer nada más que drogarse, emborracharse y follar. Así es el infierno:un lugar lleno de todo lo prohibido.

¿Es divertido? No... O por lo menos no para mi. ¿No es irónico? Soy el rey del infierno y odio a los pecadores. La vida es taaaaan divertida ¿Se oye el sarcasmo o debo ser más sarcástico?.

El castillo se siente tan solitario y oscuro. Me resultó más fácil adaptarme a vivir en un lugar lleno de pecado que aceptar que estoy solo.

Me levanté de la cama con pesadez, las sábanas exigían mi regreso pero yo solo podía mirar el retrato en la mesa al lado de mi cama. Mí hija.

Una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro al recordar la vez que fui a visitarla en el hotel, se veía tan feliz y llena de esperanzas... Me recordó a mi cuando era más joven, solo espero que no termine igual. Hoy es el día en que se reunirá con los ángeles, me pregunto cómo le irá.

Hice un chasquido con mis dedos y al instante mi apariencia desastrosa fue reemplazada por la de un digno gobernante. Me levanté de mí cama y sonreí abiertamente. Era hora de ser un buen padre y estar ahí para mi hija ¿No?.

Sin perder tiempo me transporte al hotel. Si bien no podía ir al cielo podía estar aquí para despedirme de ella y esperarla con los brazos abiertos listos para festejar o, en el peor de los casos, llora con ella. Mis ojos se pasearon por todo el lugar ¿Qué hora era que estaba tan silencio? Ni idea. Mire un reloj que colgaba en un lado de la pared y me di cuenta que ya era tarde para darle ánimos. Suspiré frustrado y me senté en el sofá, al menos estaré cuando regrese.

Volví a mirar todo el lugar, demasiado silencioso para ser un lugar lleno de gente ruidosa. Y como si se tratara de una invocación siento un sonido de zapatos bajando las escaleras, sonrío amigable para saludar al provocador de ese leve aunque notorio sonido.

-Hol-mi sonrisa es remplazada por una mueca de evidente disgusto y cualquier tipo de ánimo que tenía despareció al ver quién era la persona que hacía ese ruido, un ruido desagradable al ser hecho por él, mire con odio al individuo frente a mi.

-Señor Lucifer-habló con su inrritante voz, sonriendo con esa estúpida y espeluznante sonrisa que muy lejos de provocarme miedo solo me daban ganas de romperle todos sus dientes para ver si el infeliz sigue sonriendo.

-Alastor-pronuncie su nombre como si se tratara de un gritó de guerra, saboreando cada amarga e insignificante letra.

Él bajó las escaleras con toda la normalidad y tranquilidad del mundo, sonriendo como si nada sucediera ¡Eso solo me irrita más! ¿Acaso creé que no le daré importancia a el hecho de que la última vez me faltó el respeto?.

-Que agradable sorpresa-su voz me molestaba tanto y más el hecho de verlo tomar asintió frente a mi-¿Qué le trae por aquí?.

-Puedes estar seguro que a hablar contigo no-dije seco, cortante. No podía evitar mirar esa estúpida sonrisa que tenía, se sentiría muy bien borrala de su cara.

Él solo se rió y me irrito más de lo que ya estaba, si es que eso era en algún punto posible-parece que no le agrado mucho a su majestad.

-Tú crees?-mi voz sonó muy enojada e irritada mientras que mi cara dibujo una sonrisa de fastidio.

Alastor volvió a reir y yo apreté mi bastón con fuerza para no lanzarlo directo a su boca-su majestad es tan fácil de leer-me miro de arriba a abajo para luego parar en mis ojos.- Usted tampoco me agrada.

-Que bien! Parece que hemos encontrado algo en común-hablo con una voz de alegría e interés fingido-me importa un carajo-dije sin evitar poder hacer notorio mi enojo y desinterés.

-Su majestad suele siempre despreciar a todos sus súbditos?-preguntó el imbécil como si se tratase de la jodida hora.

-Solo a los que me caen mal-respondí de igual manera.-Donde están los demás?-pregunté está vez yo queriendo hablar con cualquiera menos con el hijo de puta que tengo al frente.

-Fueron a pasar la noche en un bar-¿Y así mi hija tiene esperanza de que van a lograr la redención?.

-Y tú no tienes nada que hacer?-estaba siendo muy obvio con el hecho de que quería que se largará a la mierda y me dejara solo, después de todo es mejor solo que mal acompañado.

-No, estoy libre y nada me haría más feliz que hacerle compañía a su majestad, el amo del infierno-me miro con una extraña mirada pero la misma desagradable sonrisa-es muy divertido verlo enojado, es tan fácil hacerle sacar una nueva expresión-fruncí el entre cejo y apreté los dientes ante su comentario, el sonido de su tonta risa me hizo apretar aún más el bastón-¿Lo ve? Es tan divertido.

-¡Mira cabeza de mierda!-sentí como había salido fuego detrás de mí espalda y los ojos cambiaron a rojo. Respiré profundo recordándome que no valía la pena destruir el hotel de mi hija solo por un estúpido demonio.

-Calma, calma. No queremos explotar-volvió a reírse de una manera muy burlona, como si acabara de contar un buen chiste, me terminó de enojar a tal grado que me lance sobre él para matarlo con mis propias manos, sin poderes, a puño limpio.

-¡Muérete de nuevo perra mal parida!-grito mientras lo tomo del cuello tratando de ahorcarlo.

-Parece que alguien tiene que enseñarle modales a un enano-dijo antes de darme una patada en la barriga y lanzarme al aire cayendo al piso. Lo escuché toser tomando aire-Y parece que tendré que ser yo-sus burlas hicieron que me enojara más al punto de darle con un golpe bien merecido a su miembro. Él se agarró sus partes íntimas antes de caer al suelo arrodillado de dolor-golpe bajo-gimió del dolor pero aún mantenía su estúpida sonrisa.

¿¡Cómo carajos podía seguir riendo en esa situación?! Eso solo me enojo más. Me levanté y tome mi bastón para darle el tan ansiado golpe en su sonrisa. Cuando estaba a punto de darle el deseado golpe siento que algo me golpea a mi en la espalda.

Mire al demonio frente a mí, tenía la vista borrosa pero eso no impidió que viera los tentáculos que salían detrás de él-e-eso es trampa-logre articular antes de caer inconsciente al suelo debido al dolor.

Solo a una canción camino a la Perdición (Alastor X Lucifer) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora