Solo a una canción camino a la Perdición (Alastor X Lucifer)

🍎Tú sonrías no se ve tan estúpida🍎

–¿Qué haces, papá?–escucho la tierna voz de mi Charlie a mis espaldas. Volteó a verla y la encuentro con medio cuerpo dentro de la habitación y su mirada curiosa viendo fijamente a mi mesa.

–¿Por qué no lo ves por ti misma?–extendí mi mano hacia ella y se acercó con cuidado de no caer por culpa de sus pequeños pies. Agarró mi mano y la senté en mis piernas–¿Lista?–asintió con la cabeza. 

La agarré con una mano mientras que con la otra hice movimientos en el aire. La figura de un pato nadando en un estanque se manifestó.

«–Hace muchos años un pato deseaba con todas sus fuerzas volar, volar más alto que ninguna otra ave jamás. Todos se reían de su sueño, decían que solo era eso, un sueño. Pero un día el pato reunió todo su valor y fuerza...

Le contaba mientras volvía a usar la magia, transformando al pato en un hermoso pato más grande y hermoso, con seis alas y el lago se convirtió en anillos con planetas

–Sacudió sus alas de arriba a abajo y voló alto. Todas las burlas y risas de los demás hacia él y su sueño hizo que se volviera más fuerte, más grande, más hermoso. Voló alto, voló a donde ninguna ave logró llegar jamás, voló al espacio. Contempló los planetas, las estrellas y el infinito vacío, pero sobre todo, contempló su sueño hecho realidad.»

–E-es hermoso–dijo con su pequeña y asombrada voz. Sus ojos brillantes de alegiría y curiosidad ansiaban con preguntar ellos mismos todas sus dudas.–¿Si yo te cuento mí sueño también te reirás de él?.

La mire con dulzura–papá siempre te apoyará.

La puerta se abrió en ese momento y vi la alta figura de Lilith entrar por ella y acercarse a nosotros. Agarro a Charlie y sin decir una sola palabra se alejo con ella."No te la lleves" pensé con temor.

–¡No te la lleves!–exclamé con las manos arriba cuando me di cuenta de algo:este no era mi cuarto, ni mi castillo. Ésto era Hazbin hotel y lo que soñé solo fue un recuerdo muy lejano.  Siento como un líquido caliente sale de mis ojos y llegan a mi boca, tiene un sabor muy saldo.

–¿Se encuentra bien, su majestad?–la voz detestable de Alastor heces que note su detestable presencia.

–No es asunto tuyo–digo mientras me levanto de la cama, seco mis lágrimas y busco mi bastón.–¿Donde esta mi bastón?–me digno a preguntar después de minutos de buscar y no encontrar nada.

–Se tardo mucho en preguntar–llevo mis ojos a él y me doy cuenta de que tiene mi bastón en sus manos, infeliz.

Me acerqué a él con intenciones de quitárselo cuando él lo alza fuera de mi alcance–¿Pero que mierda te pasa?–me quejó enojado. Maldita palma podrida.

–Esto es peligroso en sus manos, la última vez que lo tuvo me iba a golpear directo a la cara.

–En realidad era a tu estúpida sonrisa–le corregí.

–¡Peor!. Me temo que no se lo daré–¿Quién se cree el infeliz este para no acatar mis órdenes?.

–Dámelo si valoras tu vida–ordeno amenazante.

Él bajó la mirada como si estuviera arrepentido y mantuvo su sonrisa, luego me miro–no.

–Estas jodido perra–digo antes de lanzarme a él y ser detenido por unos tentáculos, los mismos que me golpearon hace rato atrás.

–Su majestad tiene serios problemas en el control de su ira. Debería calmarse y controlar ese genio–se acercó a mí con mi bastón y justo cuando pensé que me lo iba a dar sentí un golpe en mi cabeza ¡Proporcionado con mi bastón!.