🍎Ayuda🍎

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Mis manos temblaban de la importancia al no poder proteger a Charlie. Ese deseo de verla sonreir y que sea feliz se destrozó, se destrozó y yo no puedo hacer nada más que abrazarla.

Lilith pone una mano en su hombro y Charlie la mira, su maquillaje se ha destrozado por llorar tanto y sus ojos están rojos. Charlie no dudó en alejarse de mi y abrazar a Lilith.

El calor del abrazo que había tenido con Charlie se fue alejando a medida que ella y Lilith se marchaban.

–Yo–quise gritar, decirles que se detengan, que no me dejaran una vez más solo. Pero mi voz salió delgada, fina, casi como una súplica.

–Lucifer–me interrumpió Lilith–ya has echo suficiente, detente.

No, no había echo suficiente. No había echo nada y por eso las iba a perder a las dos... Otra vez.

Extendí  mi mano, quería correr tras ellas, decirles que caminaría a su lado como todas las familias hacía, sin importar que esta estuviera destrozada, sin importar que estuviéramos lastimados.

Pero no fue así.

Mis pies no se movieron, yo no me moví... Yo no grité.

Solo las vi desaparecer en silencio.

La sala quedó sola, el silencio llegó acompañado de la tristeza y yo me mordí el labio inferior para evitar gritar.

¿Por qué? ¿Por qué siempre me pasaba esto? ¿Por qué cada vez que intentaba luchar por algo siempre acababa perdiéndolo? ¿Por qué nunca logro ser feliz?

Oh, claro. La respuesta era tan sencilla.

El silencio del lugar fue profanado por una risa insípida carente de emoción alguna.–Es mi castigo.

Narra: Charlie

Sentía como me faltaba el aire debido a llorar tanto, los mocos en mi nariz dificultaban la tarea de tomar oxígeno y las lágrimas en mis ojos hacían que viera todo borroso ¿O eso era culpa del pequeño dolor de cabeza que tenía? No lo sé.

Solo sé que me senté en mi cama y agarré una almohada que que acerque a mi y la abracé con todas mis fuerzas mientras deseaba que todo esto fuera una mentira. Una mentira de esas que le cuántas a alguien para asustarlo y divertirte, luego la otra persona se enojaría contigo pero al reto se le pasarían y al final solo sería un divertido anécdota para contar.

Nunca me gustaron las mentiras y ahora, ahora solo deseo que todo esto sea una mentira. Que mí vida se una completa mentira.

Pero hay un problema: No puedes desear algo que ya es realidad.

¿Desde cuándo todo esto era una farsa? ¿Hace cuánto la familia Morningstar dejó de ser una familia? ¿Cuándo el amor desapareció? ¿Hace cuánto somos una farsa?... ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que estamos rotos?

Mi llanto empeoró, apreté más al almohada deseando que esto no fuera más que una pesadilla. Pero no lo era Esto era real.

La cama se hundió un poco y supe que ella se había sentado a mi lado, pero no la miré, no podía verla.

–¿Por qué?–dije entre sollozos.

–Tu padre–cerré los ojos, como si al hacerlos doliese menos–me fue infiel.

Y eso fue todo.

Lo perdí, me perdí. Caí al suelo y grité. Grité tan fuerte que podía sentir como los gritos rasgaban mi garganta mientras yo le hacía lo mismo a mi almohada. El corazón se me estrujó y sentía como me faltaba el aire.

Solo a una canción camino a la Perdición (Alastor X Lucifer) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora