Capítulo 2O

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JiMin POV

─¡Aquí estás! ─. Jungkook apareció en los vestidores y me encontró sentado en la banca─ ¿Qué haces aquí? El juego está a punto de empezar.

─Yo... yo no lo sé ─. Jugué con mis manos, mi mirada puesta en el suelo.

Jungkook suspiró y tomó asiento junto a mí. Por un segundo me permití apreciar lo sexy que se veía con el uniforme del equipo puesto.

Toda una fantasía húmeda y si no estuviera tan nervioso, le estaría haciendo todo menos decirle que me gustaba.

─¿Me contarás qué sucede? ─Interrumpió mis pensamientos.

─Es una tontería.

─Sea lo que sea, te escucharé ─. Aseguró.

─Bien─. Suspiré─. Es sólo que temo decepcionar al equipo y a ti. Es decir, se que hemos entrenado duro, pero no puedo evitar sentirme...

─Presionado.

Jungkook terminó por mí y yo asentí.

─Mi padre es una gran estrella y yo... ─. Meneé mi cabeza, jamás podré igualarme a él.

De manera inesperada, Jungkook me rodeó la espalda con su brazo.

─No tienes porque hacerlo, las únicas expectativas que debes cumplir son las tuyas, Minnie. No temas desfraudar a nadie.

─¿Tampoco a mi querido capitán?─. Murmuré y fijé mi mirada en él.

Jungkook bufó.

─Sabes que odio perder, pero si eso sucede sólo intentaré quedarme con lo bueno.

─¿Y qué es lo bueno?

Jungkook, algo indeciso, deslizó su mano hasta lograr tomar la mía.

─Esto ─. Y sonrío, malditamente me dedicó esa preciosa sonrisa.

Tragué en seco, él estaba tan cerca que su aliento se mezclaba con el mío, pero claro debía arruinarlo:

─Gracias por entenderme, aunque que me dieras otro incentivo no me molestaría ─. Dije con mis ojos recorriendo su cuerpo─. Tal vez tocar tus pechos antes del partido me de buena suerte.

Jungkook soltó una carcajada.

─¿Cómo puedes transformar una situación tierna a una sexual con tanta facilidad?

─Por favor, sólo unos besos ─. Supliqué haciendo piquito.

Me abalancé sobre él y él me esquivaba igual de juguetón.

─Que no.

Jungkook reía empujándome con sus brazos y cuando se descuidó metí mi cabeza bajo su camiseta. Comencé a hacerle cosquillas y él también a mí.

─Ay, ya tenemos que... Su hermosa risa embelesaba mis oídos.

─¡Park JiMin! ─. Aquel grito nos obligó a tomar distancia.

La figura de mi padre entró a los vestidores, su expresión enfadada nos dejó helados. Como siempre se veía guapo e imponente.

─¿Papá?

─¡Park Seojoon! ─. Jungkook abrió su boca impresionado y dió un salto─. ¡No puede ser! Soy un gran fan...

Seojoon le ordenó callar alzando su mano.

─¿Me podrías dejar a solas con mi hijo? ─Ni siquiera se atrevió a mirarlo.

No quería ni imaginar las cosas que pensaba sobre Jungkook, probablemente que era una de las tantas zorras con las que me revolcaba.

─Ah, si, si─. Jungkook hizo una reverencia─. Lo siento mucho.

Jungkook me vió una última vez con sus ojos iluminados de felicidad antes de irse dejándome a solas con mi padre.

En el exterior se escuchaban murmullos pues probablemente había dejado una oleada de fanáticos esperando.

─Tenías que ser el centro de atención, ¿no? ─. Le pregunté sin ánimos.

Cada vez que tenía un partido importante era igual, su presencia y el entusiasmo que causaba con la misma terminaba por desconcentrarme.

─¿Ese es tu novio?

─Que te importa.

─Hijo, entiendo que tus gustos sean... diferentes a lo que es común aquí. Sólo te pido que seas discreto, ¿qué sucedía si era otra persona la que entraba aquí y te encontraba con esa...?

─Cuidado con cómo te refieres a Jungkook, se merece el mismo respeto que tú, ¿me oíste? ─Le advertí y apreté mis puños─. Y sobre mis gustos, el único que se avergüenza eres tú, yo ya superé ese nivel hace mucho tiempo, padre. Te has quedado en el pasado.

─¿Y tu novio? ¿No siente vergüenza?

Quise decir que no, quería gritarle que si era mi novio y que nos amábamos, pero nada de eso era cierto.

─Eso no te incumbe.

─Como te dije, tus gustos me importan muy poco, pero si me vas a avergonzar de esa forma, al menos deja que me sienta orgulloso de como juegas. No falles, eres un Park ─Remarcó aquello como si fuera algo extraordinario.

─Pues lamento decirte que las únicas expectativas que debo cumplir son las mías─. Determiné y lo dejé con la palabra en la boca antes de salir.

Fue inevitable no sonreír como un estúpido. Me sentía liberado después de haber dicho todo eso y por primera vez, no me sentí bajo tanta presión.

Y todo era gracias a Jungkook y el poder de la tranquilidad que tenía su voz.

Me incorporé a la cancha y a donde estaban los jugadores dispersos. Con una energía vibrante, intenté sujetar a Jungkook de la mano para contarle lo sucedido y él me miró con el ceño fruncido apartándose de mi agarre.

─Mucha gente, ¿recuerdas? ─Chasqueó su lengua y se cruzó de brazos.

─C-claro, lo olvidé ─. Relamí mis labios y miré hacia el frente sintiendo una sensación nada placentera en el pecho.

¿Y tu novio? ¿No siente vergüenza?

Volví mi vista hacía Jungkook y presencié como le lanzaba besos a las porristas que le sonreían.

Tal vez había estado viviendo mucho tiempo en una burbuja y olvidaba que este amor era unilateral.













boobs › jikook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora