Capítulo VI

54 6 2
                                    

Capítulo VI:

-Entonces, ¿Quién no me quiere ceca tuyo? Es decir, entiendo que soy nuevo, pero... nunca creí que alguien llegara a tal punto- dijo una vos grave, bastante familiar, que llegaba desde la esquina de un pasillo.

-Ah, hola. Lo lamento, es un imbécil. Ni lo conozco- dije mirándolo a los ojos- Tú eres Shayton. ¿No es así?

-Te equivocas. Shayton es mi apellido. Mi nombre es Jake.- dijo el muchacho de la clase de matemáticas.

-Soy April- dije lo más amable que pude.

-Sé quién eres- dijo con una media sonrisa. Lo mire confundida hasta que caí en cuenta de que cualquiera que mire la televisión, sabría quien soy, o quienes son mi familia.-Por lo que veo, tú también te ganaste tres horas de castigo. Creo que nos lo pasaremos bien juntos- dijo, sonriendo aún más. Se dio la vuelta y se fue a almorzar, no sin antes despedirse con un beso en mi mejilla.

Oh. Por. Dios.

Viernes 7 de septiembre, 2007, california

Suena la campana que marca el final de la jornada institucional. El sonido de la libertad, que me decía que ya era fin de semana. Lamentablemente, no iba a ser así para mí. Pero... ¿Qué querían que hiciera? Que dejara que una loca con paranoia me mandara a cortarme el cabello. Eso no iba a pasar. Después de haber discutido acaloradamente con el director, terminó por darme la razón. Pero me dio un castigo por intentar cortarle el cabello a esa perra. Ni que fuera lindo, más bien parecía un nido de pájaros.

A lo largo de la semana, había entrado más gente en la escuela. Mi hermana y yo seguíamos destacando, pero ya no tanto. Mi gemela estaba haciéndose amiga de Megan, la chica que me tenía miedo. No sabría decir si es era bueno para mi hermana, ya que no conocía a la chica, pero suponía que era buena.

Leo Walinga trató por todos los medios de conseguir un castigo, pero nunca llegaba a obtenerlo. Le puso pegamento a la silla del director, y ese día le cambiaron la silla; gritó en horas de clase por los pasillos, pero los profesores creyeron que era uno de los de primer año; y también le puso sal al café del profesor de física, pero este ni se inmutó cuando lo probó y siguió tomándolo como si nada. No sabía quién estaba pero, si Leo, si el profesor o si Chandler, quién no paraba de tratar de ser amigable conmigo.A pesar de todos esos extraños acontecimientos, la semana había sido normal.

Mi madre se había ido de viaje. Volvía hoy. Y yo tenía miedo. ¿Por qué? Tres palabras: el puto noticiero. Estaba segurísima de que mi madre lo había visto, más aún cuando no habla al respecto. Es una señal irrefutable de que está enterada y muy furiosa. O de que no lo vio. Pero siendo realista, si esa mujer no se enteraba de algo de lo cual los medios estuvieron hablando toda la semana, no era mi madre.

-Cuidado- dijo una voz a mi espalda mientras me tomaba del brazo. Casi me daba de frente con la pared si no me paraba esa voz conocida. Volteé y me encontré a Jake, detrás mío con una sonrisa en la cara- ¿Vamos juntos al salón?

-Claro- me limité a decir.

Clara y Riley, eran de las últimas alumnas en salir del edificio, cosa que me extrañó. Pero Riley me guiñó el ojo, mientras hacía el intento de mover sus cejas. Y Clara... Ella se llevó una mano en la frente mientras se abanicaba con la otra y luego señaló a mí acompañante para llevarse el dedo índice a la comisura de su boca. Tardé un poco en descifrar ese último gesto, hasta que vi que lo deslizaba hasta el mentón, estaba "babeando". Solté una carcajada ante su gesto. Jake me miró, sonrió y me tomó de la mano. Ese mismo contacto hizo que abriera los ojos.

Llegamos al aula del castigo, dónde no había absolutamente nadie. Minutos después entró el director para pasar la lista y asegurarse de que todos estuvieran cumpliendo el castigo. Y cuando digo todos, me refiero a Jake y a mí. Una vez terminada su tarea, se fue, dejándonos solos.

Head vs. HeartWhere stories live. Discover now