VS (Gemelos Al Ataque)

Capítulo 2

Les habían informado que su próximo profesor no se iba a presentar, era típico del primer día de clases.

Bueno, eso lo dejaba con dos horas sin hacer nada, y se estaba debatiendo en ir por un café o dormir.

Mientras guardaba su libreta, veía de reojo al pelirrojo a su lado, se veía distraído.

Claro ejemplo de alguien nuevo que no conoce a nadie, quería ser un buen compañero y darle una buena bienvenida a la escuela y a la carrera.

—¿Te apetece un café? — hablo el peliazul — vamos yo invito, después de todo, te lo debo.

Sam se quedo en un pequeño shock, el chico lindo de su clase, lo había invitado a tomar un café.

No tardó mucho para comenzar a caminar detrás del chico, el cual no caminaba a la cafetería de la escuela, más bien al estacionamiento y eso a Sam se le hizo muy extraño.

—Esta no es la cafetería — hablo el pelirrojo, pero no obtuvo respuesta, más bien una pequeña risa — ¿Qué es gracioso? ¿Acaso me sacaras de la universidad para secuestrarme?

—No.

Yongbok seguía sin ver a su acompañante, quien iba detrás de él.

—¿Entonces a donde vamos? — cuestionando Sam.

—Tenemos dos horas libres, vamos por un café fuera de la escuela ¿Te parece bien?.

El pelirrojo se lo pensó, ¿Es buena idea ir con un extraño por un café fuera de la escuela?

Obvio que no era buena idea, pero Sam quería ir con él.

Así que decidió mandar un pequeño mensaje a su hermano mayor con su ubicación.

Y por ir escribiendo choco contra su acompañante.

—Ten más cuidado — Yongbok lo apartó amablemente, mientras se daba cuenta de la pequeña diferencia de alturas y de unos bonitos ojos verdes.

Sam sintió como sus mejillas se pintaban de rojo, la mirada del más bajo era algo intensa.

—Si, disculpa — respondió rompiendo todo contacto visual con el de cabello azul, al cual solo le causó gracia.

—Bueno sube — hablo el chico extendiendo un casco en su dirección.

Sam quedo nuevamente en shock, vio como el de cabello azul se acomodaba en una motocicleta.

—¿Vamos a ir en eso? — señaló dudoso la moto.

—Si, ¿Esperabas que fuéramos caminando hasta el centro? — el más bajo se burlo de él.

—No, más bien, esperaba un auto, no una moto.

—Ya veo, eres como mi hermano, prefieres los autos.

—No es que los prefiera, pero son más seguros — contestó el pelirrojo, mordiendo suavemente su labio inferior haciendo que Yongbok tragara grueso.

Debía admitir que el niño nuevo se veía sexy con esa expresión en su rostro, pero se recordaba así mismo que él era Hetero.

—Vamos sube, te prometo que no pasará nada — Yongbok lo veía directamente — también te prometo no ir muy rápido, incluso si sientes que voy demasiado rápido me puedes pedir que me detenga.

Sam seguía con su misma expresión, quería ir con el chico de bonito rostro, pero a la vez le daba miedo, nunca se había subido a una motocicleta, pero eso era algo que no quería revelar.

—Esta bien, pero si llegamos a chocar y morir, te buscaré en el más allá para volverte a matar.

El peliazul soltó una gran carcajada por lo dicho, haciendo que Sam se pusiera más nervioso de lo normal.

Yongbok encendió la motocicleta y espero paciente a que el chico pelirrojo se subiera.

—Deberías abrazarte a mi — sugirió mañosamente el más bajo — es para mayor seguridad — al parecer, coquetear con un chico, es igual que con una chica.

Sam obedeció a las palabras del chico, rodeando su torso, el viaje iba hacer eterno.

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Después de haber recibido el mensaje de su hermano, avisando que iría al centro con alguien, Hyunjin se sentía nervioso.

Su hermano no conocía a nadie y mucho menos el lugar.

Vivir lejos por muchos años, no dejaba nada bueno.

Pero agradecía internamente que le allá mandado la ubicación en tiempo real, así sabría donde estaría y cuando regresaría a la Universidad, según su hermano tenía dos horas libres.

Y espetaba qué así fuera, porque si solo se había ido por allí con un extraño y dejando sus clases a un lado, lo haría pagar.

—Puedes, por favor, dejar de mover mi asiento — un rubio algo molesto apareció en su vista.

Hyunjin tenía los pies sobre la pequeña rejilla qué tenienen los asientos, y en especifico el de Félix, sin darse cuenta y por el nerviosismo  movía mucho sus pies sin ser consiente de ello.

—Perdón princesa — el rubio rodo los ojos y regreso su vista al frente, mientras que Hyunjin bajaba los pies.

No había sido nada agradable que ese tonto Hwang terminará justo en el asiento de atrás, aunque si se burlaba por la mala suerte de ese tonto y que le tocará en el asiento de atrás, pero tal vez eso era malo.

Félix también se encontraba nervioso, su hermano le había mandado un mensaje diciendo que si quería un café.

¿Acaso ese idiota se había salido el primer día de clases?

Obviamente le pidió muchas explicaciones, las cuales no obtuvo, bueno más o menos, solo le dijo que iría con alguien.

No podía creer, el primer día y su hermano ya andaba detrás de la primera chica que se le cruzaba, debía hablar con él en casa.

—Bien jóvenes, nos vemos mañana, buen día — fueron las palabras del profesor antes de salir del salón.

—Creí que moriría de aburrimiento — un pelinegro puso sus ojos en Félix.

—Lo se, un poco aburrido — respondió Félix.

—Pues vamos por un café — hablo otro chico de cabello negro el cual también lo tenía decorado con algunos mechones naranja.

—Si, por primera vez, estoy de acuerdo con Jeongin.

Ambos pelinegros se levantaron de su lugar, dejando un poco atrás a su amigo rubio.

—Oye princesa, me traes un café — Félix quien no se levantaba de su lugar respiro profundamente al escuchar esa voz — y que sea americano sin azúcar.

El rubio se levantó y se giro para ver al que se habia atrevido a darle tal orden.

—Tienes un par de piernas perfectamente sanas, creo que tu puedes ir por tu estúpido café.

—Así que... Me has visto las piernas, aunque me lo supliques jamás dejaré que te sientes en ellas — Hyunjin se paso el dedo indice por su labio inferior, mientras veía intensamente al rubio.

—Idiota — murmuró Félix, comenzando a caminar para tratar de alcanzar a sus amigos.

El castaño lo observó irse, bueno tal vez no es tan malo estar sentado detrás de ese chico rubio.