Parte 4: Tal vez loco.

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Su entrada a clases fue.. particular. No sabía ni distinguir entre la "R" y la "V", nunca supo leer ni escribir, no le parecía necesario. "Con dibujos se expresa hasta lo más íntimo", eso decía siempre, aun sin habilidades para ese tipo de arte.
Al primer recreo, supo que no debía entrar a otras clases, y cómo ni siquiera notaban su presencia las "amigas" de su otra versión, se fue. Cómo no sabía si habría alguna autoridad presente en los pasillos o en el patio, iba con cuidado en cada paso que daba, mirando todo su entorno. No encontraba una salida, y si lo indicará en algún lado, no lo podría saber. De tanto recorrido por todo el inmenso lugar, llegó a reconocer la entrada de dónde podría ir a su habitación. Fue hasta ahí, bastante cansado de sentir pánico de que alguien lo viera o el estrés de no saber que decía nada.

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Encerrado en su habitación, decide sentarse en un rincón a pensar, pero sin razón, empieza a derramar lágrimas.

- Tal vez no debí venir, lo deje solo, aun sin saber si estaba con vida, siento que lo traicione y a mí alma también... ¿Debí quedarme? ¿Esperarlo? ¿Hice bien en estar en este lío que me metí? Ni siquiera se cómo se ve una puta letra de aquí, no voy a durar mucho sin que alguien me descubra o cualquier cosa mala, nunca lograré escapar de esta tormenta interior. Murmuró para sí mismo, pero antes de poner seguir en ese estado, un ruido en su ventana llama su atención y dirigió su mirada hacia ella.

- ¡NIÑAAA, DIME SI YA PUEDES VENIIIRR! Se escuchó una voz molesta y lejana desde abajo que también le tiraba piedras.
- ¿Que broma es esta? Abrió la ventana para ver a la persona responsable de interrumpir su lamento.
¿Quién mierda se supone que eres? Estoy ocupado.
- ¡¿Eh?! ¿"Ocupad.. o"? Que cosas locas que decís mantecol de mí navidad, ¡solo baja y vámonos a divertirnos!

Por alguna razón, sentía que podía confiar en esta persona desconocida, ¿cómo decirle que ya no esta más esa versión que él parecía querer? Aun sin saber que decirle, le proporcionaba una salida de ese maldito lugar, y tal vez, con un poco de diversión incluida.

- Bien, iré a dónde quieras ir, pero necesito tu ayuda para bajar, con mí pobre cuerpo tan frágil.. ¡no creo que resista una caída como está! Metió un poco de drama humano a su frase para que sea más creíble, claro, sin éxito.
- ¡Claro, claro! Ya te voy a ayudar, ¡espérame! Dijo entre risas mientras escalaba la pared sin mucho esfuerzo.
- Wow, ¿cómo es que hiciste eso? ¿Tampoco.. eres de este mundo?
- ¿Que estás diciendo? Obviamente que no, yo no soy de los de tu clase con mucha plata. ¡Soy mucho más de las aventuras libres! Aunque me extraña que no lo sepas... Confiado de su agarre, se le acerca con cara de sospecha a 02 pero sin parecer serio.
¡Bueno, tal vez se te olvidó! ¿O no que si.. Abbey?
- Eh, ¡claro, soy muy olvidadizo! Ya podemos irnos, ¿¿verdad?? Dijo en un tono raro intentando controlar su desesperación por irse.
- Bien, ¡solo agárrate fuerte y estaremos en el piso en un segundo!

Y en un abrir y cerrar de ojos, ambos estaban del otro lado del edificio, 02 con una felicidad pintada en la cara.

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No podía fijar su mirada en nada, todo era tan diferente y único en ese mundo. Solo hacia falta deshacerse de esta persona para poner irse en paz. Pero.. ¿cómo lo haría?

- Jaja, bien... Creo que hoy me iré solo a.. cualquier lugar típico que yo vaya, ¿Dale? ¡Dale, adiós! Nervioso, decide darse la vuelta y marcharse en un paso medianamente rápido.
- ¡Abbey! ¿Acaso te olvidaste que hoy... cumplimos un mes más?
-

¡¿QUÉ COSA?! Detiene su intento de escape y al ver la expresión de su cara decide ir con él.
Pfff, ¡claro que no! ¿A dónde iremos entonces?
- A nuestro lugar.
- Pensaba que se estaba volviendo loco al ir con un desconocido a anda a saber dónde, pero sentía que podía dejarlo tirado cómo si nada.

Tal vez eran las emociones humanas que controlaban sus acciones erróneas solo por "pena", algo que jamás sentiría por un desconocido del lugar que provenía. Creía que se volvería loco con emociones que manden a la cabeza y no el razonamiento.

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