"El Diente de León en la Primavera "

Capítulo 19

Me doy la vuelta, enredada entre las muchas mantas de la cama. Respiro profundamente sin abrir los ojos y puedo decir que es de mañana por la forma en que se siente el aire y el calor del sol en mi hombro desnudo.

Abro los ojos y veo a Peeta mirándome, sus pecas aún más prominentes bajo la brillante luz del sol y su sonrisa más grande de lo que jamás había visto. Se inclina hacia adelante y besa mi frente, enredando mi cabello en sus manos.

"¿Qué hora es?"

Peeta bosteza antes de responder. "Casi las diez. Tengo que..."

"Peeta Mellark, ni se te ocurra ir hoy a esa maldita panadería".

Él me sonríe y se ríe, acercándose y acercándome hacia él por la cintura.

"Iba a decir que tengo que tomar un poco de té. Créanme, hoy no iré a ningún lado".

Me besa en los labios, firmes y suaves. Entierro mi cara en el hueco de su cuello y engancho uno de mis talones alrededor de él, tratando de acercarlo lo más posible a mí. Respiro profundamente, recordando lo de anoche. Todo lo que quiero hacer por el resto de mi vida es quedarme en esta cama con Peeta. Le devuelvo la sonrisa.

"¿Cómo llegaste a ser tan bueno en eso? Y será mejor que no digas que has tenido mucha práctica".

Peeta sonríe, "Bueno, sólo he estado pensando en eso durante los últimos dieciséis años".

Me sonrojo, encontrando difícil creer que Peeta haya tenido este tipo de pensamientos sobre mí. Él descarta mis pensamientos con un beso y luego apoya su mano a lo largo de la curva de mi cintura.

"Oh Katniss, todavía no tienes idea del efecto que puedes tener."

Me sonrojo de nuevo e intento esconder mi rostro en su hombro, y Peeta responde frotando mi espalda y riéndose suavemente. Sacudo la cabeza.

Peeta me lanza una mirada que creo que se supone que es seductora, pero me hace reír porque se ve más adorable que cualquier otra cosa. Él responde a mi risa besando cada centímetro de mi cara mientras sigo riendo, y me acerca más a él. Mueve sus labios hasta la parte posterior de mi oreja y la sensación de su cálido aliento en mi piel me hace suspirar.

"En serio, Peeta, qué bueno en esto..."

Le devuelvo el beso, encontrando ese lugar en su oreja donde recuerdo haber recibido una buena respuesta antes.

"Katniss..."

Ahora mueve todo su cuerpo sobre mí y estamos piel con piel otra vez. Me besa más fuerte y siento su mano rozar mi pierna y agarrar mi muslo, tirando de él hacia arriba para que mi tobillo se enganche alrededor de su cadera. Besa mi cuello nuevamente y dejo escapar un gemido gutural cuando escuchamos un golpe en la puerta. Ambos lo ignoramos y seguimos besándonos, pero sucede una y otra vez, cada vez más fuerte. Finalmente, Peeta logra desenredar nuestros labios y tomar aire.

"Quienquiera que sea, te juro que lo mataré si tocan la puerta una vez más".

Justo en el momento justo, otro fuerte golpe sonó en la casa y la expresión del rostro de Peeta fue casi cómica. Entonces escuchamos,

"¡Oye! ¡Chico! ¡Sinsajo! ¿Qué clase de vecinos eres, sin siquiera saludar a tu viejo amigo Haymitch?"

Los ojos de Peeta se encuentran con los míos y digo: "Oh, Dios mío".

Peeta suspira y me planta un beso en la clavícula, luego, lamentablemente, se levanta y se pone un par de pantalones de dormir que estaban tirados en el suelo. Se acerca a la ventana, la abre y grita: "¿Qué quieres, Haymitch?"

"¡Solo te saludo, chico! ¿Dónde está el Sinsajo?"

Peeta se gira para mirarme y se encoge de hombros. Sé que la única manera de que Haymitch se vaya es si consigue lo que quiere, así que me pongo la camiseta a Peeta y camino hacia la ventana. Haymitch está parado en mi jardín delantero, sosteniendo una botella de alcohol medio llena y entrecerrando los ojos hacia la ventana. No lleva zapatos y su camisa sólo está medio abotonada. Le lanzo una mirada fulminante.

"¿Qué diablos quieres?"

Haymitch se burla y toma un trago de la botella.

"¿Interrumpí algo? ¡Oh, hombre, lo hice! ¡Ya era hora!"

"¡Cállate Haymitch!" Grito, horrorizada de que todo el distrito pueda oírlo gritar.

"¡Oh, todavía está un poco irritable! Creo que necesitas intentarlo de nuevo, chi..."

No termina la frase porque cae al suelo, lanzándose lejos del cepillo que le acabo de lanzar.

"¡No me obligues a coger mi arco!"

Haymitch se levanta del suelo y se limpia un poco de suciedad del costado, toma otro trago y le hace un gesto a Peeta.

"¡Buena suerte con ese puñado!"

Se da vuelta y se aleja, y luego cierro la ventana de golpe. Me vuelvo hacia Peeta y cruzo los brazos sobre el pecho, más enojada con Haymitch que nunca. Peeta me sonríe y me atrae hacia él por los codos, y luego apoyo mi cabeza en su pecho.

"Por cierto, estoy totalmente de acuerdo con que le dispares".

Ambos nos reímos y lo beso, muy feliz de haber llegado hasta aquí. Nunca pensé que sería tan feliz y nunca pensé que Peeta volvería a mí después del secuestro. Para ser honesto, nunca pensé que volvería a ser normal. Lo miro y veo su sonrisa, siento su piel sobre la mía y nunca he estado tan feliz de tener a Peeta. Pienso en antes, cuando me desperté con su sonrisa y sus manos en mi cabello.

Nos recostamos en la cama, simplemente abrazados, y pienso en el hecho de que estoy increíblemente feliz de que sea Peeta, no Gale, el que esté acostado a mi lado. Lo miro y veo la esperanza de que el futuro sea mejor, veo al niño con el pan. El Capitolio no podía quitármelo. Nadie podría jamás. Lo amo, lo sé y quiero que él lo sepa. Él merece saberlo después de todo lo que hemos pasado y después de todas las dudas que ha tenido.

"¿Peeta?"

Se gira para mirarme.

"Te amo, lo sabes."

Él sonríe lentamente y siento que mis mejillas se calientan. Aunque no rompo la mirada. Él no dice nada de inmediato, así que digo algo más.

"Y no sólo por lo de anoche. Realmente te amo, Peeta. Sé que no lo digo lo suficiente, pero lo hago".

Lo veo tragar y silenciosamente se acerca y pasa un poco de mi cabello entre sus dedos, luego traza cada línea de mi cara como si estuviera tratando de memorizarme. Se inclina hacia adelante y besa suavemente mis labios, luego susurra:

"Katniss..."

Él me mira de nuevo y luego continúa:

"¿Me quieres de verdad o de mentira?"

Y yo le digo: "real".