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Al llegar a casa de Alex tocaron la puerta, y como era de esperarse el chico de rulos abrió.
—¡Bebés! —saludó Alex, dándole un pequeño beso en la mejilla a cada una.
Hace varias semanas que los chicos no se reunían de manera presencial, pues la escuela se estaba comiendo vivo al pobre chico. De vez en cuando lograban prender stream juntos, pero era muy rara la vez que el joven se quedaba hasta tarde.
—Bueno, ¿Y mi hijo? —preguntó desesperadamente la colocha; ya hacía bastante tiempo que no le veía.
La situación era algo divertida. Luego de su viaje a Orlando, titi Alex le cogió un enorme cariño a la criatura. Tanto era el amor que le tenía que habían acordado que titi lo podría tener al menos una semana al mes. Los días en los que Koki no estaba al cuidado de Alex el no paraba de escribirle a sus madres preguntando por el.
"¿Ya comió?"
"¿Bebió agüita?"
"¿Se está portando bien?
"¡Pregúntenle si extraña a titi, porque titi lo extraña!
Eran frases que el teclado de Alex ya había memorizado.
—¡Koki! ¿Dónde estás mi amor? —gritó Rai como desquiciada, esperando respuesta de el pobre animal.
—¡Nena cállate! Mami está durmiendo, cabrona. —mandó a callar a la colocha.
En silencio las chicas siguieron a su amigo. Fue un alivio para ambas ver al animalito vivo.
—¡Koki! Ay mi bebé...—la pelirroja cogió al pequeño en brazos y como si no lo hubiera visto hace una eternidad, empezó a dejar pequeños besos en su diminuto rostro. —Mami te extrañó.
Alex y Alondra solo veían la escena con diversión, o bueno, por lo menos Alex lo hacía.
Alondra veía la escena con celos.
"Puto animal. Robándome la atención de su mami." dijo para sus adentros. Rápidamente deshizo esos pensamientos de su cabeza. "Por Dios Michelle, madura. Nada más es un animal, no te puede robar a Rai." se convenció a sí misma.
—¿Quieres irte con mamá? ¿Si? —la más alta se acercó a su amiga peligrosamente.
—Rai, no quiero cargarlo, echa para allá. —amenazó la morena, señalando a la más joven con su dedo.
—¡Ay, Michelle! No seas así, es tu hijo. —finalizó Rai para luego agarrar las manos de su mejor amiga a la fuerza y extenderlas. Luego de dicha acción, antes de que la morocha pudiera escaparse, colocó a su mascota en sus manos.
La pelirroja observó aquella escena con ternura.
—¡Ay, que lindos! —vaciló el único chico que se encontraba en la sala y Rai asintió moviendo su cabeza de arriba hacia abajo en repetidas veces.
—Mi bebé con mi otra bebé. —al terminar la frase la rizada formó un puchero con sus labios.
Alondra solo volteó sus ojos. Pero en el fondo, ver a su leona tan emocionada le causaba un sentimiento extraño y desconocido en el pecho. Era tierno ver como algo tan simple como lo era cargar a aquel pequeño le hacía tan feliz; como una niña pequeña.
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Amigas con derecho |Railo|
RomanceAlondra era una chica suertuda, y de eso estaba consiente. Se había ganado la lotería con su mejor amiga, una chica sensata y hermosa por fuera y por dentro. La morena se sentía afortunada por tenerla en su vida y por poder trabajar día a día junto...