Maratón 2/2
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Había pasado un rato desde que Alondra había hecho a su amiga explotar. Rai se había vestido y acurrucado cerca del cuerpo de la más baja en el asiento trasero del auto. Era un espacio pequeño, pero ambas cabían a la perfección gracias al pequeño tamaño de sus cuerpos.
Se encontraban en pocision de cucharita, lo cual no era raro para ellas, pues era tanta la confianza entre las amigas que ya era costumbre que las noches en las que dormían en la misma cama se posicionaran así.
—Rai...
—¿Hmm? —preguntó con tono somnoliento la mencionada.
La morena comenzó a acariciar el brazo izquierdo de la chica, haciendo movimientos de arriba a abajo.
—¿Sabes que te quiero verdad?... —contestó.
La pelirroja rió dulcemente.
—Si...ya se. —respondió sin poder evitar que una sonrisa boba se hiciera presente en su faceta.
—...y nadie puede saber lo que acaba de pasar...ni siquiera Alex. —soltó la bomba.
Rai volteó sus ojos. Su mejor amiga había arruinado el momento.
—Ya se... —cerró los ojos, intentando neutralizar su expresión de decepción.
—Eres mi mejor amiga...una hermana para mi...
La más alta soltó una carcajada sarcástica.
—Las hermanas no se besan...ni se cogen en el asiento trasero de un carro... —suspiró. —Somos mejor amigas...pero no podemos tapar el sol con un dedo Michelle...no somos como hermanas...y mucho menos ahora. Lo que acabamos de hacer...estuvo heavy.
Alondra asintió con la cabeza, pero al recordar que Rai estaba acostada a espaldas de ella habló.
—Es verdad...
Como era de costumbre, el silencio llegó. Sin embargo, esta vez no tardó mucho en irse.
—Alo...yo se que dijimos que después de esto no íbamos a volver a hacerlo...pero yo no sé si te pueda ver y olvidar todo lo que acabamos de vivir.
La morena asintió, resignada a la idea de tener que fingir que nada había sucedido.
—Otra vez tienes razón...
A la pelirroja se le encendió un foco imaginario; una idea llegó a su cabeza.
—¿Y si...? —guardó silencio, buscando las papanatas correctas de soltar la propuesta que iba a presentarle a su amiga. Sin embargo, si amiga no tenía nada de paciencia.
—¿Y si que? —la morena movió su mano con un gesto, apurándola.
—¿Y si...nos volvemos amigas con derecho? —estalló la bomba.
...
...
...
Silencio sepulcral.
...
...
...
—JAJAJA. —Alondra estalló en risas. —Rai, ¿es broma verdad? —siguió riendo.
Rai enfureció al escuchar aquellas risas burlonas. De un solo movimiento se sentó en aquel angosto asiento del carro. Volteó hacia atrás, enojada. Cuando logró divisar el cuerpo de la contaría le dio un golpe en el hombro.
—¿Cuál es la risa? ¡Canto de bellaka! Bien que no te estabas riendo cuando me estabas suplicando que te volviera a enseñar mi pussy. Tú me dices, es eso o nada.
—A ver...una decisión cómo esa no no las podemos tomar a la ligera...las cosas podrían cambiar drásticamente, Rai.
—Obviamente. No te estoy diciendo que me des una respuesta ahora...solamente piénsalo. ¿Si?
Alondra bajó la cabeza, rendida. No podía decirle que no a esos ojos que poseían cada una de sus extremidades cada vez que la veían.
—Okay...lo voy a pensar. —sonrió dulcemente, provocando que la más alta se tranquilizara un poco.
—Bueno...emm...¿me puedes llevar a mi casa? —claramente la colocha no se iría caminando hacia su casa.
Su mejor amiga asintió, poniendo marcha a su auto.
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¡Hola bebaaaas!
Capítulo corto pero ricooo.
Voten y comenten perras, las quiero un mundo. 😝
XoXo,
La autora. 💋
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Amigas con derecho |Railo|
RomanceAlondra era una chica suertuda, y de eso estaba consiente. Se había ganado la lotería con su mejor amiga, una chica sensata y hermosa por fuera y por dentro. La morena se sentía afortunada por tenerla en su vida y por poder trabajar día a día junto...
