CAP 3

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Dante sabía que algo pasaba entre Alisson y Eduard, tal vez muchas cosas o solo una. Eso lo puso tenso y de mala manera.

—Dante...— Unos ligeros golpeteos lo lograron despertar. Entre susurros Charlie, un compañero de clase lo vio mirando fijamente a algo, parecía enojado. No sabía si era buena idea molestarle en ese modo, pero pronto anunciarían algo importante.

Dante lo miró muy serio, con solo esa mirada lo dio a entender todo. Charlie se quedó impactado, Dante al notarlo así de tenso se calmó, se tomó un tiempo para respirar y le preguntó a Charlie...

—Qué sucede?— Su tono de voz parecía estar agotado, quizás por haber fruncido la mordida por un largo tiempo.

—Este, al frente.— Dante vio por un costado, en la parte delantera del aula. Un grupo de la clase de danza en la cual se practicaba también el ballet, donde estaba Alisson.

—Buenos días compañeros! Les queremos anunciar un pequeño ensayo de nuestro club, vamos a dar una presentación en el teatro central. Nos gustaría darles una pequeña invitación, para este viernes. También estaremos reclutando personas interesadas para teatro. Si les entregan una tarjeta morada, es para que lo consideren, más información con el jefe de grupo...—

Una persona fue entregando las invitaciones poco a poco, cuando llegó el turno de Dante le entregaron una invitación exclusiva y la tarjeta morada. Dante miró con detenimiento las invitaciones. De personaje principal estaba Alisson, con su cabello tan largo cubriéndole la espalda por completo, sus manos tan delicadas posadas sobre sí misma, abrazándose. Dante no pudo evitar sonreír, pero en cuanto dejó de mirarla por un segundo volvió a observar a Eduard, con aún más enojo, solo por el hecho de pensar tal vez malentendidos o alguna cosa oculta.

Al cabo de un tiempo la clase dio fin, el sonido de los árboles golpeando la ventana se escuchaba por ahí. La aula estaba completamente vacía, a excepción de una persona, Dante se recostó sobre la silla, mirando el techo. Cada que pensaba en una posible situación de Alisson engañándolo... Dante golpeó la mesa con furia. <<Ella no lo haría...>> Dante observó la palma de su mano, que roja de el golpe quedó, la apretó y de un ligero empujón se levantó. Tenía una pequeña práctica de futbol en unos momentos, ya estaba algo tarde.

De camino a su práctica se colocó unos audífonos, escuchando música. Paso por los pasillos de la escuela, antes de irse a la cancha a practicar se dirigió a por una bebida. En su camino observó por un fragmento de segundo a Alisson, sin tiempo que perder pensó en ir a hablarle, en tanto avanzó un poco su mirada no lo engañó, Alisson estaba siendo abrazada por Eduard?! Trató de no ponerse celoso, aunque, sabiendo la fama de Eduard, la cual recorre todo el instituto, es casi imposible que no se sintiera enojado. Con rabia en su interior no hizo nada más que apretar los puños mientras observaba a ese par. No se encontraba enojado por Alisson, pero le enfurecía que estuviera al lado de ese mierda.

—Alison!— Dante gritó, con su cuerpo tenso de enojo, planeaba preguntarle qué hacía con ese tipo...

—Te cambié.— Dante se quedó helado al escuchar esa respuesta.

—Cambiar..?—

—Si.— Alisson frenó la duda de Dante en seco. Esto hizo que su cuerpo parase de estar tenso y ahora estuviera frío y preocupado.

—A qué te refieres..?— Dante no tenía idea de porque, no se podía mover, el corazón le latía a mil y sus ojos derramaban pequeñas lágrimas que cegaban su vista poco a poco.

—Aceptalo, eres una buena persona, pero no eres bueno para mí. No eres tú, soy yo, ya no me gustas como antes, mira a este chico, tan fuerte, popular y sobre todo mejor hombre en la cama. Me compra todo lo que quiero cuando quiero, me satisface y cumple con lo que quiero, su físico, su personalidad. Dejas mucho que desear, Dante.— Dante no comprendía la situación, en eso un enorme charco de agua o un líquido algo raro lo consumía, no se había percatado de que ya no estaba en la escuela, si no en un lugar oscuro, donde los únicos que se encontraban ahí eran ellos tres. Su cara mostró una horripilante mirada, mostraba desesperación y odio.

—Me alegra haberte conocido, pero es hora de que dejes ir. Si te pones más a la moda, te vuelves popular o algo por el estilo, puedes volver a llamarme, por ahora terminemos con esto. De cualquier modo, creías que duraríamos mucho más? JAJA, patético...—

Alisson fue agarrada bruscamente de la cintura por Eduard, quien miraba a Dante en tono de burla. Alisson y Eduard dieron media vuelta, dejando a Dante casi que consumido por todo ese líquido. Estaba por cubrirlo por completo, cuando...

—DANTE! Levántate, la práctica! Ya casi es hora.— Miguel, el líder del equipo trató de despertar al bello durmiente, cuando se fijó en un pequeño movimiento supo que ya se había despertado. —Genial! Quieres llegar tarde otra vez? Mira eres nuestro delantero de confianza... Estás bien..?— Dante lo miró con peso, tolerante visualizó su entorno, aún con la cabeza restregada en el banco en el que se sentó.

—Si... Solo fue un mal descanso.— Dante se paró, tambaleaba un poco, nada que fuera tan grave como para quedarse solo allí, o eso pensaba él.

Sus amigos no paraban de preguntarle, —Qué te pasó? Qué soñaste? Fue tan malo?— Dante ya ni siquiera escuchaba esos discursos. Todo se nubló en su mente, sus ojos fijos en la nada casi hacen que se chocará con un montón de cosas. Todos insistían en saber que le ocurría, pero Dante con una sonrisa los ignoraba.

Llegando a la cancha lo primero que fueron a hacer era calentar, después de eso algunos ejercicios para no sufrir algún accidente. Finalmente comenzarían el partido amistoso. Dante no estaba tan concentrado en el juego, perdía balones, fallaba goles, era un desastre.

<<Ahora qué tienes Dante? Jamás te había visto tan distraído y decaído al mismo tiempo...>> Miguel, no paraba de verle desde el otro lado de la cancha. Tuvo una idea, aunque quizás no la más correcta... —Alisson te dejará si no anotas!— Esas palabras hicieron una chispa en Dante, el sueño, lo recordó una y otra vez en una fracción de milisegundos. Eduard con esa sonrisa de cagada...

Dante no resistió, desde la portería le arrebató el balón a uno de sus compañeros, tirándolo sin querer al suelo, esquivó a los demás jugadores con un objetivo en mente. Estaba apunto de llegar a media cancha, cuando a lo lejos volvió a ver a Eduard, acompañado de una chica, similar a Alisson, al menos a punto de vista de Dante en ese momento. Con mucho coraje, por algo inexistente tiró un cañonazo el cual salió de las zonas del juego con demasiada velocidad y fuerza, golpeó la pared enfrente de Eduard, chocó y un sonido desgarró el balón, Eduard calló de espaldas al suelo. Fue rápido en reaccionar, unos centímetros más y lo golpeaba en la cara.

—Oye?! Que te sucede Dante?! Estás loco...— Los compañeros de Dante y el líder Miguel se quejaban abiertamente, cuando se acercaron a Dante pudieron percatarse de ese animal fiero. Su rostro y todo él estaba cubierto por una extraña sensación, la cara de Dante los miró con alteración.

—Esto es suficiente..?—

Todos lo miraron con horror. Dante al verlos así trató de calmarse, con preocupación giro rápidamente a ver a Eduard y la chica, la cual miró a la cancha con algo de miedo, en su rostro Dante pudo ver que no era Alisson, Dante con un nudo en la garganta se quitó el sudor y se fue de ahí lo más pronto posible. Al cabo de unos minutos de pleno silencio alguien habló a lo lejos.

—Oigan, más cuidado no? No hay problema en esos tiros, pero procuren no hacerlos tan fuerte a estas horas, saben bien que la gente tiene más clases... Soy un imán de balones JAJA— Eduard con su mismo carisma de siempre se acercó a los chicos, que sospecharon por un momento.

—Ah! Si lo sentimos, un chico parece estar enojado por algo y no calculo su fuerza. Podemos ofrecerte algo?— Miguel como líder aceptó la responsabilidad.

—No, no hay problema, solo era una sugerencia, díganle a ese chico que no es bueno pensar con la cabeza enojada, va?—

Todo el equipo asintió, mientras tanto Dante fue al cambiador. Ahí se miró al espejo. De pies a cabeza y viceversa

—En verdad soy alguien a quien no debería una persona amar?— El sueño o mejor dicho; pesadilla había consumido sus pensamientos.

Dos tontos enamorados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora