CAP 6

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Dante dejó caer todo lo que llevaba consigo, se escuchó un ruido fuerte, entonces por sentido se ocultó, ahí se quedó un buen tiempo, de rodillas apoyado en una pared, tratando de no verse afectado por ese acto, ver a Alisson feliz de ese modo, Dante sabía a qué se refería esa mirada de ella hacia Eduard, estaba enamorada? La única vez que pudo ver esos ojos y sonrisa de ese modo fue cuando se conocieron y cuando tuvieron su relación, meses, meses sin ver esa cara de vuelta y ahora verla pero hacerla enfrente a otro hombre le partía el corazón.

Dante de milagro llegó a su llamado ex departamento, el cual dejará en unos días, llegó a salvo, podría haber sufrido un accidente por el modo en el que se encontraba, pero por suerte no sucedió nada parecido...

<<Alisson...>> Dante se derrumbó en el suelo, calló de rodillas y se apoyó con las palmas para no golpearse la cara.

Eduard, era lo único que pasaba por su cabeza, la cara de ese tipo, Alisson besándolo, ellos dos juntos. Dante guardó la calma, ahora sabia que era lo que pasaba.

Alisson después de un rato se encontraba en su departamento, había salido un momento para ver a Eduard, fue un muy largo tiempo, aunque en la puerta se encontraba algo molesta, se notaba en su rostro. Con enojo buscó sus llaves y al abrir su departamento se asustó demasiado, Dante estaba sentado en el comedor de ella, con la cabeza abajo y las manos consolándolo.

—DANTE?! QUÉ HACES AQUÍ, quiero decir, porque no me llamaste? Sabes que no me gusta que me asustes así...— Había respondido algo alterada por alguna razón, cuando se dio cuenta trato de remediarse.

—Alissson... Por qué me engañas?— Alisson se quedó en silencio.

—Qué..?— Dante se puso delante de ella mirándola a los ojos, Alisson noto que Dante estaba ligeramente rojo.

—Por qué lo haces?—

—Yo... Cuando?!—

—Te ví hoy...— Alisson recordó lo que hizo aunque no estaba segura de que había presenciado Dante, sin embargo parecía no lamentarse por aquello. —Con Eduard—

—Estas seguro de...—

—Si, lo vi.— Dante se mantuvo firme ante su respuesta, él sabía lo que veía.

—Pff, bueno, bien, para qué disfrazar más el cuento..?— Alisson se dejó de juegos. —Si, no a sido lo mismo en los últimos meses, créeme, eres demasiado bueno, pero perdí el sentimiento hace tiempo. Trate de ayudarte, para volver a sentir esas chispas, pero no colaboraste.—  Alisson se refería a su apariencia y personalidad.

—Supongo, que es un adiós eh?— Dante aguantó las lágrimas.

—Si.—

Dante salió del departamento, creía que ella lo detendría o le explicaría algo más, pero esa respuesta lo quebró. Como pudo haber perdido el sentimiento? Dante hacía todo por ella y muchas cosas más. Unas gotas de lluvia empezaron a caer, el cielo se tornaba poco a poco en gris, parecía casualidad.

Dante llegó a su antiguo departamento y se recostó en el suelo, mirando el techo, ahí volvieron a su mente los recuerdos bonitos de él y Alisson, pero entre ellos se encontraba ahora Eduard.

—Ese...— Dante apretó sus dientes y puños de la rabia.

Ahí estuvo por un buen rato, hasta que sus ojos no aguantaron más. Aveces enojarse y llorar cansa, al igual que extrañar.

Al siguiente día, en la escuela todo el mundo murmuraba, "Dante y Alisson terminaron" Todos los pasillos, aulas y corredores hablaban, Dante los podía escuchar, aún seguía decaído por lo que pasó, y a Alisson ni le importó. Cuando llegó a su aula de clases uno de sus compañeros de equipo se preocupó por él.

—Dante, te encuentras mal..?—

Dante tenía ganas de gritar, pero, para qué?

—Si, estoy algo mal, pero no pasa nada.— Dante liberó un grande suspiro y sonrió, aunque su voz se escuchaba cortada.

Mientras llegaba a su salón de clases después de haber sonado el timbre pudo notar a lo lejos a Alisson, ni siquiera se notaba arrepentida de lo ocurrido aquel día. Sonreía con sus amigas, platicaba felizmente y reía.

Eso molesto un poco a Dante, aunque ya ni siquiera quería darle importancia. Trataba de distraerse con cualquier otra cosa, pero para su mala suerte cada rincón y esquina de la escuela le traían recuerdos lindos de ellos dos juntos como una pareja.

Dante observo con tristeza todo su alrededor, todos esos recuerdos ahora le causaban náuseas, por el simple hecho de que quería sentirse mejor desechandolos, olvidando.

En uno de los pasillos escucho esa voz tan familiar. Eduard. Parecía normal, como de costumbre, feliz y paseando con sus amigos de siempre.

<<Por qué él..?>> Dante miro con enfadó a Eduard.

Eduard paso caminando por el lado de Dante, este se guardo las manos en sus bolsillos y lo ignoro completamente, mirando al suelo solo pudo escuchar a la distancia que este se distanciaba platicando con sus compañeros.

Volteo de reojo a verle, y maldijo esa sonrisa de Eduard.

Las clases pasaban, volando para Dante, en el entrenamiento sus compañeros notaron su actitud tan apagada y decidieron reunirse todos juntos después del entrenamiento para ayudar a Dante a olvidar a Alisson.

El entrenamiento finalizó un poco antes de lo esperado para Dante, en ese momento en el que ya se iba a ir todos sus amigos se acercaron a él.

—Bueno Dante, no te dejare divagar por ahí con esa actitud.— Miguel apoyo uno de sus brazos en el e hizo algo que otra persona del equipo no pudiese hacer. Convencer al depredador de no atacar sin pensar.

—No estoy de humor Miguel...—

—Vamos, sabes que no puedes lidiar contigo mismo solo de esa manera. Solo tienes que dejarte llevar. Qué te parece?—

Dante trato de salir de ahí sin que se dieran cuenta, pero lo encerraron. Dante soltó una ligera carcajada, pues sabía sus intenciones.

—Ja! Bien, si así va a ser. A dónde iremos?—

—Me alegra que comprendas campeón! Verás...—

Dante estaba viendo a Miguel y a todos sus compañeros, ya se sentía mejor, pero detrás de Miguel pudo notar a lo lejos que volvió a pasar ese tipo que tanto le ocasionó problemas consigo mismo y Alisson. Eduard.

Su entorno se silencio, solo observo detenidamente a Eduard.

<<... Por qué él? Y como pudo haberse interesado en ese tipo...>>

—Qué dices Dante? 9:00 pm?—

—Si, pero podrías mandarme todo por teléfono? Es que suelo olvidarlo.— Salí de mis pensamientos un momento, para poder contestarl a Miguel.

—Claro todo por nuestro chico!—

Miguel mando toda la información a su grupo de mensajes y se fueron de ahí, Dante se quedó por ahí todavía. Y se dirigio por dónde se fue Eduard.

<<Solo es mera curiosidad...>>

Dos tontos enamorados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora