3.- Sin escape.

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- Tranquilo Sean, no pasa nada. -me dice el profesor calmadamente.

- ¿¡No pasó nada!? ¿¡Acabo de asesinar a otro chico y no pasó nada!? -dije histérico y entre lágrimas.

- Solo te defendías, no es tu culpa.

- Debo salir de aquí.

- Está bien, ve a tú habitación.

- No iré a mi habitación, me iré de aquí. -dije molesto.

- No puedes irte.

- ¿Qué?

- Lo que escuchaste, no puedes irte.

- Yo lo acompaño profesor, Sean no sabe cuál es su habitación. -dijo Ethan.

- Está bien. Pero debes volver. -Ethan asintió y nos fuimos de ése lugar.

No puedo creer lo que pasó, maté a Dan. Ése pensamiento se repetía en mi mente una y otra vez.

- ¿Sean? -habló Ethan sacándome de mis pensamientos. Lo miré a los ojos mientras seguíamos caminando. - Bien, como te diste cuenta éste lugar no es un colegio común y corriente como los demás. Sean, aquí pasan muchas cosas de éste tipo.

- ¿Por qué el profesor Marcus dijo que no podía irme? -pregunté.

- Nadie puede salir de aquí Sean, vivo no. -respodió. - Te explicaré al terminar la clase.

(...)

Poco después nos detuvimos en la puerta de una de las habitaciones.

- Ésta es nuestra habitación. -me informó.

- ¿Compartimos habitación?

- Sí, con otros 2 chicos. Ya los conocerás también. Debo volver a la clase, hablamos luego.

- Ok. -dije sin más.

Ethan comenzó a caminar por los pasillos hacia la clase y yo entré en la habitación.

Un lugar espacioso, con 4 camas, 1 bañó y 4 pequeños closets.

En uno de ellos estaba mi ropa, así que supuse que ésta era mi cama; todo el lugar estaba bien ordenado. Me acosté en mi cama y comencé a analizar todo lo que estaba pasando.

¿Qué lugar es éste? ¿Quienes son estás personas? ¿Por qué no puedo irme? Maté a Dan.
Maté a Dan.
Maté a Dan.

Me sentía atrapado, asfixiado, completamente solo.

Las lágrimas comenzaron a salir sin previo aviso.

- Ésto es una mierda.

Un rato más tarde, Ethan llegó con otros chicos.

- ¿Estás bien? -preguntó.

- Maté a Dan, estoy encerrado sin posibilidad de irme y a todos les parece lo más normal. ¿Te parece que estoy bien?

- Lo siento. -dijo apenado. - Él es Christian. -señaló al chico a su derecha, rubio y alto. - Y él es Jhon. -señaló al de su izquierda, moreno, al parecer costeño por su forma de vestir. - Chicos, él es Sean.

- Hola. -saludaron ambos al mismo tiempo.

- Hola chicos. -respondí. - ¿Pueden explicarme qué pasa en éste lugar? -Ethan asintió y se sentó en su cama.

Luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora