Pov Gaby:
Pude ver aterrada, como Sean se desplomaba en el suelo y caía de rodillas y sobre sus manos; parecía estar hablando con alguien, luego ví cómo comenzó a toser sangre y cómo, de la nada se dejó de sostenerse y calló al suelo, donde permanecía completamente inmóvil, todo ésto mientras intentaba llegar hasta él, pero había muchas personas entrando a las instalaciones de la universidad y no me dejaban pasar; cuando por fin llegué hasta donde él se encontraba lo miré horrorizada, parecía estar muerto.
- Sean, no por favor Dios mío. ¡AYUDA! -comencé a gritar repetidas veces.
Varias personas comenzaron a acercarse rápidamente, mientras llamaba a emergencias; unos minutos más tarde acompañé a la ambulancia que llevó a Sean camino al hospital.
- Por favor Sean resiste, no te vayas. -dije entre lágrimas.
Al llegar al hospital Sean fué ingresado a cuidados intensivos y estuve en la sala de espera hasta que llegaron los demás.
Pasamos varias horas orando y esperando alguna noticia sobre el estado de Sean, cada hora transcurrida parecía una eternidad.
Hasta que por fin salió un doctor a darnos noticias de él.- ¿Ustedes son los familiares de Sean? -preguntó el doctor.
- Somos sus amigos. -respondió Jon.
- ¿Cómo se encuentra Sean? -preguntó mamá.
El doctor tardó un poco en responder...
Pov Sean:
Mientras me encontré en ésa densa oscuridad, pude oír a lo lejos la voz de Gaby diciéndome que no me rindiese; poco después, un destello de luz que cada vez se hacía más grande comenzó a llenar el lugar, y una figura se acercó a mi.
- Hola Sean.
- ¿Quién eres?
- Soy un ángel al servicio del Jesús, quien venció la muerte en la cruz.
- ¿Dónde estoy?
- Tranquilo, estás a salvo. ¿Así que eres religioso?
- No, tengo entendido que ésto es una relación con el Padre.
- ¿Tú qué crees?
- Que así es, Dios nos llama a tener una relación personal y íntima con Él, a través de Jesús.
- Así es Sean, tienes razón. ¿Crees que Dios te ama?
- Sí, aunque no lo merezco.
¿Qué te hace pensar que no lo mereces?
- Hice muchas cosas malas en mi vida.
- Hijo, al aceptar a Jesús su sangre te limpió de todo pecado y de toda maldad, lo que te da la posibilidad de acercarte confiadamente al Padre; no vuelvas a dudar de ésto.
- Está bien. Tengo una duda... ¿Si Papá nos ama, por qué no nos acepta tal y como somos? -el ángel me miró ofendido. - No lo tomes a mal, solo me gustaría tener la respuesta, por si alguien me lo llegara a preguntar.
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Luz en la oscuridad
SpiritualSean, un estudiante de psicología esconde un terrible secreto; pero los secretos no duran por siempre y tarde o temprano salen a la luz...