Estaba divagando entre el cyan o el azul turquesa de la tela de los sofá, cuando Esteban llego con la caja de muestra que le había solicitado.
—Venga ¿que traes aquí?— Se quejó.
—Solo unas pocas muestras de porcelanato y mármol.
—¿Unas pocas? Yo diría que las suficiente para crearte un mini castillo por aquí.
—No exageres, tampoco pesan tanto.
El me entrego la caja para confirmar su punto y realmente estaba pesada, pero hice como si nada y la deje en el suelo mientras me sumergía a buscar dentro de ella.
—Espero que eso sea todo, sino tendré que visitar mañana a mi fisioterapeuta.
Yo sonreí porque sabía que Esteban solo bromeaba.
—Ya deja las boberías, deberías considerar apuntarte en un gimnasio para que agarres más fuercita.
Él se arrodillo junto a mí y me ayudo a sacar poco a poco cada muestra colocándolas una al lado de la otra para verlas mejor. Cuando ya todas estaban sobre el suelo habíamos creado un gran rectángulo de pequeñas recuadros.
—Listo, creo que esta es la última.
Se levantó limpiando las rodillas de su pantalón.
—Espera, ayúdame con algo más.
Me levanté y aproxime donde había dejado los dos trozos de telas y levante los brazos de tal manera que las telas quedaran una al lado de la otra para poder compararlas.
—¿Cuál te gusta más? La Cyan o el Azul Turquesa. —Le indique mientras levantaba la tela correspondiente para que supiera cual era cual.
El la miro concentrado por unos segundos y finalmente me dijo.
—Creo que son iguales, no veo cual es la diferencia.
Torcí la cara como diciendo ¡Qué dices¡ mientras volteaba los trozos de tela hacia mi convenciéndome que había cometido un error, pero allí estaban los dos colores que a mi parecer eran tan distintos.
Escuche la voz de Dayan hablando por el teléfono mientras caminaba hacia nosotros por el pasillo, esa mañana vestía una linda falda alta que acentuaba su cintura de avispa. Colgó justo al llegar ante nosotros.
—Hola bonita, te traje tu late de vainilla y el presupuesto de la iluminación.
—¡Oh Gracias a Dios!. —Dije mientras tomaba ambas cosas y le echaba un vistazo por encima al papel.
—Lo sé, puedes creer que me dejaron en espera 30 minutos, tuve que ir directamente a la compañía a pedir hablar con el gerente, tenía dos semanas solicitando me lo enviaran.
—Muchas gracias Dayan eres un sol.— Dije contenta mientras le lanzaba una sonrisita y ella me daba rápidamente el estatus de todas las asignaciones que le había dejado a cargo mientras las tildaba en su carpeta como listas.
Esteban torcía la boca burlándose de Dayan mientras pensaba no lo mirábamos, no pude evitar torcerle los ojos.
—Si ya no necesitas nada más voy a irme de vuelta a la oficina.
—Sí creo que ya todo por aquí está listo, muchas gracias por las muestras Esteban las necesitaba urgentes.
Dayan le comento que la esperara para irse juntos, ella ya había terminado y necesitaba recoger un paquete que le entregarían más tarde en la oficina. Justo cuando estaban a punto de retirarse me acorde.
—Dayan espera...que me dices ¿Cyan o Azul Turquesa?
Levante las manos haciendo el mismos procedimiento que había hecho minutos antes con Esteban.
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Amor entre cuerdas
RomansaAvril es una diseñadora de interiores con una vida lo que ella consideraría lo bastante normal, pero todo parece ponerse patas arribas desde que asiste a una pelea ilegal de boxeo donde conoce a un boxeador llamado Alan, por el cual se siente atraíd...