En la lujuria por lo desconocido, encontré mi oportunidad en un presentador afamado. Aburrido de su vida opulenta, se aventuró en el tablero de la ouija, desafiando lo sobrenatural. En ese instante, mi presencia se apoderó de su ser.
En su siguiente programa, el carismático presentador, ahora mi títere, desató un espectáculo infernal. Historias de asesinatos sin resolver, macabras y olvidadas, brotaron de su boca todos estos asesinatos explicando explícitamente de que forma fueron asesinados, mientras la cadena intentaba frenar la emisión sin éxito. La verdad oculta emergía, revelando el rostro oculto de la realidad.
El presentador, poseído por mi influencia, se acercó a la cámara, recitando oraciones en latín al revés. Un eco retorcido llenaba los hogares, penetrando en las mentes de los espectadores. La cadena, impotente, no pudo detener la transmisión en vivo, al mismo tiempo todos estaban aterrorizados y nadie se atrevía a acercarse a él.
En un frenesí desquiciado, el presentador, ya perdido en mi maraña infernal, comenzó a golpearse la cabeza contra la cámara. La sangre salpicaba la pantalla, mientras la audiencia horrorizada quedaba atrapada en el macabro espectáculo. La muerte le llegó en directo, pero la emisión persistía.
Una vez que su cuerpo inerte colapsó, la emisión se cortó, dejando a la audiencia conmocionada y traumatizada. La cadena intentó olvidar la noche maldita, pero en la oscuridad de sus mentes, las imágenes persistían, grabadas como una cicatriz del horror que los demonios pueden desatar en el reino humano.
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Inferno. Relatos sobre exorcismos
ParanormalEn las sombras del abismo, donde los susurros de lo desconocido danzan en la penumbra, se encuentra un tomo prohibido, una confesión escrita en la piel del pecado y encuadernada en las entrañas del horror. Atrévete a hojear las páginas manchadas co...
