En este pueblo la nieve azotaba con fuerza, mientras que en las noches abundaba el terror hacia una gran bestia que corrompía las tierras.
La gran bestia nocturna causo grandes problemas en el pueblo, pero todo cambiaría con la llegada de un nuevo "...
El pelinegro observo al gran grupo que lideraba ahora y aunque al principio aquel chico de cabello blanco los seguía junto a los demás, siempre iba más lento y se distraía con facilidad, pero cuando descansaron para comer Vegetta se quedó con el grupo más que nada para cuidar de aquel chico distraído.
El peli blanco miraba curioso todo a su alrededor cuando comenzaron el viaje, estaba maravillado por el paisaje que lo rodeaba y al ser tan curioso, se atrasaba por quedarse observando cualquier cosa que llamara su atención o por jugar con la nieve.
Varias veces vio aquel chico yendo por otro sendero solo porque algo llamaba su atención, el joven Vegetta no entendía el porque de su actuar y menos el porque el grupo de chicos con el que fue no parecía molestarse por su comportamiento.
Vegetta-¿que haces aquí?- observo a aquel chico de ojos esmeralda. Rubius- me sorprendí al escuchar a aquel chico detrás de mi.-yo...em...lo siento. Vegetta- no debes separarte- lo miro serio pero al chico no parecía intimidarle. Rubius solo le dió una sonrisa - lo se pero estamos descansando ahora, no pasa nada- se encogía de hombros despreocupado, mientras seguía construyendo un muñeco de nieve.
Vegetta lo miro incrédulo ante su infantil comportamiento, mientras observaba aquel chico de rodillas jugando en la nieve, como podía estar tan relajado si varias veces pudo haberse perdido, además de estar retrasando al grupo.
El chico solo seguía muy concentrado en terminar aquel muñeco y cuando parecía estar casi listo Vegetta lo observo con cuidado, era como un pequeño oso pero algo deformado lo que le dió gracia y le formó una leve sonrisa en el rostro. Rubius- así que tú puedes sonreir- lo observo divertido Vegetta volvió a su semblante serio, pero en eso escucho como alguien se acercaba a ellos, era Auron quien al verlo se puso serio de inmediato. Auron- Rubius te dije que eso lo podías hacer despues- dijo cansado. El peli blanco rápidamente se levantó y tomo la mano del chico y le mostró su obra maestra, este observo el muñeco y de inmediato comenzó a reír haciendo que Vegetta se sintiera algo excluido, aunque también sentía una extraña sensación en el pecho, como si le pesará. Auron- pero que le has hecho al pobre- dijo entre risas. Rubius- pero que dices si a quedado perfecto- miro su creación- vamos no seas así Auron- vale, vale es un lindo...gato- Rubius lo miro extrañado mientras el se daba cuenta de que su percepción sobre aquella extraña criatura de nieve era errónea. Vegetta- es un oso-susurro Al escuchar eso Rubius se emociono pero no le duró mucho tiempo ya que fueron llamados a comer y aunque no quería dejar a su obra maestra Auron lo convenció de hacer otro cuando lleguen a su destino lo que emociono al chico, pero por su parte Vegetta ahora estaba luchando en su interior. -ES NUESTRO- esa voz, esa extraña voz que salía de su interior apareció de golpe en su mente, dejando a Vegetta más confundido, mientras los seguía de lejos, sintiendo como en su interior se tensaba y su estómago parecía retorcerse mientras un extraño dolor en la garganta surgió cada ves más fuerte, mientras su ceño se fruncia y miraba la cercanía de aquellos dos chicos con molestia.
Cuando terminaron de comer Vegetta seguía igual, no podía dejar de observar a aquel chico de ojos verdes brillantes, pero intentaba disimularlo, había algo en el que simplemente lo hipnotizaba y no podía dejar de verlo y estar pendiente de el. Aunque intentaba poder disimularlo, cada vez que aquel chico parecía cercano a alguno de sus acompañantes la voz en su cabeza salía a la luz buscando separarlo, intentando que se separaran pero Vegetta solo lo ignoraba y se alejaba del grupo. Todos notaban esas miradas y reacciones que eran bastante extrañas aún así, el grupo de amigos no dejaba de consentir a Rubius o de molestar un rato para sacarle una sonrisa, aunque Alexby parecía más cercano a cierto chico de ojos ámbar que apenas lo vio comenzaron a hablar y estar pegados a veces solo bromeando de como su amigo se comportaba como un pequeño chico, Willy por su parte se mantenía al margen, le gustaba estar solo y a su ves solo observar lo que ocurría aunque Luzu lo obligaba a interactuar, pero no le parecía tan malo los chicos eran bastante amigables y el curo a pesar de ser joven parecía muy centrado cuando de la iglesia se trataba, por el otro lado Mangel y Lolito estaban en su propia burbuja, nadie los molestaba o decía algo porque aunque no era común era evidente que se amaban y si un cura no los molestaba porque lo arian ellos. Luzu hablo de nuevo de su hogar y de los lugares en dónde podrían hacer sus casas, Rubius fue el único que sabía que no podría tener un lugar propio pues la iglesia sería su hogar, o eso creía hasta que le comentaron que al ser una iglesia pequeña tendría que el ver donde vivir, lo que lo emociono ya que podría tener un lugar propio como sus amigos, hasta que a Alexby se le ocurrió que todos vivieran juntos los primeros días, aunque eso sorprendió a Fargan y Willy, Luzu parecía tomarlo con calma. Luzu- ustedes en serio son como hermanos- rio mientras que el grupo solo se limito a sonreír y bromear sobre aquel asunto de la casa en conjunto, mientras planeaban el como sería su casa y su vida juntos lo que al principio sonó bien hasta que Rubius vio a los tortolos del grupo. Rubius- yo necesitaré una habitación solo para mí lejos de estos ruidosos- dijo sin pensar mientras las risas se acallaron de golpe. Mangel- yo no pienso estar con alguien que lee en las noches lleno de velas- lo miro serio Y así empezaron un debate sobre sus habitaciones, quien cocinaría o limpiaría y aunque la idea seguía parecía tener varios problemas a resolver.
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