En este pueblo la nieve azotaba con fuerza, mientras que en las noches abundaba el terror hacia una gran bestia que corrompía las tierras.
La gran bestia nocturna causo grandes problemas en el pueblo, pero todo cambiaría con la llegada de un nuevo "...
Mientras avanzaban por el bosque y sus espesa montañas, más curiosidad sentía aquel chico de cabello blanco, sobre la aterradora bestia que azotaba al pueblo, aún cuando sus amigos estaban nerviosos con la desalentadora noticia sobre como poder obtener tranquilidad en aquel pueblo Rubius solo podía imaginarse el gran tamaño de aquella bestia colosal y si tenía suerte poder saber cómo se veía, una curiosidad que tal vez lo meta en problemas.
Aún así los chicos siguieron con el viaje esperando a que algún milagro los ayudará a sobrevivir, porque ahora parecía que los dioses estaban en su contra, pues cómo podían alejar a tal bestia de fuerza colosal de una pequeña aldea.
El viaje fue largo y agotador, lleno de problemas por parte de aquel distraído chico de cabello blanco que en varios momentos parecía estar entre la vida y la muerte, ya que que clase de suerte era caminar cerca de un río y encontrarse frente a frente con un oso. Aún cuando intentó esconderse el feroz animal, este poseía un gran olfato y de no ser por los chicos, él no seguiría con vida, luego fue la caída casi cerró a abajo en la cual por suerte nada le ocurrió, pero en su defensa solo diré que se distrajo por el paisaje tan diferente y nuevo, él jamás había visto el mundo desde tan alto, los valles y montañas le dieron tal vista que quedó perplejo lo que no le ayudó mucho y casi cae, de no ser por Auron quien cuidaba de él.
A pesar de todo habían llegado, tarde y agotados pero al fin estaban llegando a su hogar, lo primero que les llamó la atención a los viajeros fueron los altos muros que rodeaban el pueblo, unos muros llenos de estacas y más altos que las casa, luego observaron mejor la puerta con vigilancia a los costados. Todo el mundo que los vio comenzó a reunirse en la pequeña plaza mientras Merlon se acercaba al grupo de cazadores para ver si habían llegado bien al igual que sus familias, hasta que vieron a aquel chico de cabello blanco con asombro, pues no tenía un aspecto común.
Los amigos de Rubius se quedaron preocupados al ver cómo la atención se centraba en su amigo, solo susurros y miradas pero eso rápidamente se callo cuando un señor mayor se paró frente a él, ciertamente tenía una vestimenta parecida a la de un cura pero no lo era, Rubius sabía que en ese lugar no había un cura solo un clérigo que regía la pequeña capilla, por lo que intento actuar calmadamente ante él.
Merlon- quién eres tú?- lo miró curioso ante el aspecto y vestimenta del chico.
Rubius- soy el nuevo cura, vine aquí a ayudar- dijo mientras buscaba la carta.
clérigo- me alegra que nos hayan escuchado- dijo mientras jalaba al chico hacia la capilla.
Merlon los seguía mientras la gente se quedaba murmurando y susurrando mientras los chicos intentaban responder sus preguntas, el joven Vegetta no podía dejar de observar como Merlon y el chico se iban a la iglesia, no podía disimular su preocupación ante el asunto.
Merlon- bien, creo que ya te dijeron nuestra situación, sabes qué podríamos hacer?- observo al joven con más dudas que otra cosa ya que era más joven de lo que esperaba.
Rubius- si se de la situación y también traje varios textos que pueden ayudarnos, aún así creo que es importante que vea a lo que nos enfrentamos.- su semblante estaba distante y frío, quería mostrar seriedad y también calmar sus nervios.
Los dos señores miraron con sorpresa al joven llenos de miedo, todo este tiempo le habían temido a la feroz bestia pero un extraño parecía no creer en el problema. Pero no era el caso aquel "cura" estaba lleno de curiosidad por saber de aquella terrible bestia, quería entender cómo era posible que existiera algo así y lo más importante quería ayudar para tener un lugar donde sus amigos pudieran tener una buena vida y esa bestia lo impedía, así que haría lo que fuera por cuidar a su familia.
clérigo- esa bestia podría matarlo- lo miro nervioso mientras el chico sacaba varios textos y cartas de una mochila.
Rubius- lo sé, pero tengo que saber que enfrentó para poder detenerlo o encontrar una debilidad.- dijo de manera seria manteniendo la mirada fija.
Los señores se quedaron mirando mientras analizaba la loca propuesta del nuevo cura, porque no solo era arriesgada si no porque en serio parecía querer ayudarlos, lo que los dejó sorprendidos pues quién querría arriesgar así su vida. Hablaron por varios minutos para saber qué podían hacer y aunque no estaban muy convencidos dejaron que el cura siguiera con su plan, pero no estaría solo.
Tenían hasta el atardecer para poder prepararse, una vez cayera la noche la bestia podría aparecer y el "cura" la observaría desde un escondite, mientras sus amigos buscaban donde quedarse de forma temporal, el clérigo le mostró la nueva capilla a Rubius y su nuevo hogar ya que ahora él estaría a cargo del lugar, mientras Merlon lo observaba de cerca.
Vegetta no podía despegar sus ojos del nuevo "cura" y aunque tenía cosas que hacer se las arregló para ir a verle a la pequeña capilla sin embargo todos los amigos del chico estaban allí, intentando convencerlo de no arriesgarse mucho. Aunque prometió tener cuidado el joven Vegetta sintió una necesidad casi asfixiante de proteger aquel delicado y frágil joven a sus ojos.
El plan era bastante simple, un primer acercamiento que consistía en que el nuevo "cura" estaría escondido en una de las torres de vigilancia, mientras se pondría mas carnada para saciar el apetito de la gran bestia nocturna como la llaman los lugareños, una vez tuviera una visión de a que se enfrenta exactamente podría buscar entre los libros una manera de ayudar a la comunidad.
Aunque aquel grupo de cazadores les comento de la poca información que habían obtenido, Rubius no estaba del todo convencido, después de todo antes tampoco se había visto esas criaturas y mucho menos podían encontrarle una pareja así como así, su curiosidad lo impulsaba a conseguir mas información a satisfacer y responder cada pregunta que surgiera de aquel asunto cualquier cosa que pudiera ayudarlo, necesitaba saber más y él quería ese conocimiento, él siempre quería saber más.
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