~14~ Noche

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La noche ya había caído y con ella el frio invernal de las montañas se calaba entre los huesos de los jóvenes viajeros. Ya habían salido del territorio de la aldea y por suerte Vegetta los había llevado a un cueva, para un refugio provisional pues sabían que en las noches el frio dsiminuia aun mas, sin olvidar a la horrible bestia.

Para protegerse y cuidarse los unos a los otros, tomaron turnos de vigilancia, Vegetta decidió ser el primero, sin embargo en su guardia un fuerte dolor de cabeza lo izo desplomarse.

Willy vio a Vegetta tirado en el suelo y fue a ver si acaso algún animal lo había mordido pero solo vio aun sudoroso Vegetta que ardía en fiebre, despertó a Luzu y Fargan para ayudar a mantener a Vegetta despierto.

La fiebre seguía, el terrible dolor aumentaba y de repente un fétido aroma puso en alerta a Vegetta, algo los observaba desde hace un tiempo, a pesar del dolor de su cuerpo Vegetta advirtió a sus amigos del peligro cuando varios lobos salieron del bosque. eso no era buena señal.

Luzu le sugirió a Willy que dejara a Vegetta adentrado en la cueva mientras ellos alejaban a los lobos, aunque no le gusto la idea a Willy era la única y tuvo que hacerlo, mientras sus amigos intentaban proteger el refugio, Vegetta seguía con los dolores hasta que se sintió como ahogado, como si algo consumiera su cuerpo.

      Más tarde

Luzu y los demás intentaban con poco éxito alejar a los lobos hasta que un fuerte aullido los puso en alerta, se trataba de la bestia, pero de un momento a otro el grupo de lobos se formo agresivo a la parte contraria de donde estaban, un fuerte aroma golpeo la nariz de Fargan, el olor era pesado y seco, combinado con la sangre, por un momento pensaron que la gran bestia nocturna saldría de la oscuridad de la noche pero no fue así.

Como si el destino les jugara una mala pasada un oso enorme de color marrón apareció repleto de cicatrices y sangre, a pesar de eso Luzu lentamente movió a sus amigos para que el oso nos los viera, pero el olor a los lobos llamo su atención, cuando el oso se giro a donde estaban por reflejo se cubrieron, pues que otra cosa podían hacer ante semejante animal.

Volvieron a escuchar el aullido, a lo lejos entre los arboles Willy divisó a el lobo nocturno quien rápidamente se abalanzó contra el oso, generando varios aullidos por parte de este y de un momento a otro un rastro de sangre cubría la nieve y el oso no estaba solo gritos y maullidos de animal se escuchaban a la lejanía, los chicos preocupados de si llegara a volver las bestias se adentraron a donde estaba Vegetta pero no lo encontraron, al parecer varios lobos habían entrado y se lo habían llevado.

Sorprendidos y decepcionados de no haber protegido a su amigo, salieron en plena noche sin importar el numero de bestias que aguardaban afuera, siguiendo con la dificulta gracias a la nieve las leves huellas, cuando por fin la luna les ilumino para divisar a lo lejos una figura,  encontraron a su amigo cubierto de sangre, preocupados por lo peor corrieron a el, pero estaban de suerte estaba vivo, a pesar de tener una gran herida en un brazo y su espalda estaba medianamente bien, podían curarlo.

Luzu izo lo que pudo con ayuda de Fargan y Willy, por conseguir lo necesario para ayudar a su amigo, ahora solo quedaba esperar, era más que obvio que no seguirían con su viaje, no con su amigo así, lo que les izo decidir que cuando despertara volverían al pueblo.

Cuando Vegetta despertó el dolor en su cuerpo era más insoportable, todo en el dolió en especial su espalda y su brazo izquierdo, a pesar de eso el quería seguir con el viaje pero sus amigos se negaron, Vegetta entendía el porque no querían seguir, pero algo en el lo hacia querer ir más haya, algo lo llamaba desde lejos y no sabia que era.

Pero confío en sus amigos y decidió que debían volver, seria otro día de viaje y llegarían en la noche a su hogar para que el se recuperara. Aunque aun sentía ese triste llamado a lo lejos, algo necesitaba del, algo que debía ser suyo lo llamaba y suplicaba seguridad... algo que le rogaba y lo estaba llamando pero aunque todo su cuerpo doliera por la idea de volver al pueblo tuvo que hacerlo.

Algo o alguien me necesita y sufre, pero no puedo ir a su llamado... no por ahora.

 no por ahora

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