Capítulo 6. -🌹

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Callejón sin salida

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Me desperté gracias al horrible dolor de cabeza que sentí, mis ojos no se abrían pero estaba despierta y sentía como la cabeza me palpitaba. Di unas cuentas vueltas en la cama hasta que logré abrir mis ojos visualizando donde estaba, estiré mi brazo agarrando mi teléfono en la mesita para ver la hora " 11:34 p.m" .

Bostecé poniendo el teléfono en su lugar me habían mandando mensajes pero decidí contestar después, desde que me fui no quise acordarme del país donde perdí a mi madre. Todo lo que pasó allá se queda allá con la única que hablaba era con Liz, la amiga más cercana que tengo y aún así no eran muy seguidas nuestras conversaciones antes de mudarme hacia aquí hablé con ella explicándole el por qué no iba a contestarle seguido.

Tire el edredón a un lado, me pare de la cama estirando mis brazos abrí las cortinas del ventanal. Los rayos del Sol rápidamente se hicieron presentes en el cuarto, mi vista se fijó en la playa nuevamente me encantaba está preciosa vista. Era lo que más me gustaba de todo, volví a cerrar las cortinas y tome la toalla junto a la ropa, entre a bañarme quitando mi ropa por el camino.

Y justo ahí caí en cuenta, gracias a la ropa que traía. Ayer, yo estaba en una fiesta con Adriel y...¿cómo llegué aquí?, no recuerdo a ver venido con nadie. Mis únicos recuerdos me cayeron como un balde de agua fría al recordarlo todo.

Besé a Maxwell.

Ese era su reto, sacudí mi cabeza, ese pensamiento estaba lejos de gustarme aparte...¿Por qué lo hice?.

Digo, recuerdo que yo lo agarre del cuello de su camisa y sin pensarlo lo hice era su reto no el mío. Estaba arrepentida y mucho, a ver Max no me caía mal pero no es mi tipo ni siquiera se por que lo hice. Tal vez la presión del momento o que yo quería salir más rápido que él de esa situación bastante incómoda.

Dejé de cuestionarme por unos minutos y me dediqué a bañarme, arreglé la cama y salí al balcón sentandome en una de las sillas que habían ahí con mi teléfono en las manos, tenía dos llamadas de Liz. Suspiré, haciendo un acto rápido para no arrepentirme después.

Un timbre...

Dos timbres...

Oí la voz de Liz al otro lado de la línea, estuvimos hablando por unos diez minutos que para mí fueron eternos me estaba hablando de lo bien que le estaba yendo en la universidad y que por fin está saliendo con su amor platónico. La dejé hablar y la evadía un poco cuando me preguntaba algo de aquí, ella entiende perfectamente que no soy de expresar como me siento realmente.

Cuando terminó la llamada salí de mi habitación a pasos lentos lista para ir a mi lugar favorito cuando una voz garrasposa me detuvo bajando las escaleras.

— ¿Cómo te fue ayer?, Adriel me contó que los acompañaste a esos lugares de carreras. — Ethan estaba mirándome con sus facciones relajadas.

— Eh...la pasé bien. — respondí recordando todo otra vez, sacudí mi cabeza.

— Me alegro que te estés relacionando bien con los amigos de tu hermano. — con esas palabras nos quedamos allí mirándonos el uno al otro y cuando me dispuse a buscar a Mary, Ethan volvió a hablar. — No quiero empezar a ser ese padre que te prohíben cosas pero, mientras menos cerca estés de ese chico, Jones, será mejor. — por qué todos eran así con él?, Adriel también tenía ese aire de desconfianza cuando me dejaba con él.

— ¿Por qué? — pregunté curiosa.

— Margot debe de estar en la cocina, estaré en la empresa si necesitas algo aquí está ella. — y así sin más evadió el tema dirigiéndose a la salida.

Amor Mutuo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora