Capítulo 10. -🌹

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Sin ningún secreto ¿No?

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Jones, perdió la carrera ¿Es enserio?

El lugar pintaba a que esta escena nunca había pasado porque todos estaban impactados. Seguido de el silencio sepulcral oí unos aplausos ásperos junto a una risa pesada.

Los chicos se giraron al lugar donde provenía y eran los amigos de Bryan. Entre ellos uno en específico, era alto, con una gran cantidad de tatuajes y un piercing en la ceja, tenía un aire muy parecido al de Jones pero él se reía de manera mucho más cínica.

—Por primera vez en la vida, acabas de perder Bennett. —Me giré a mi hermano que tenía los dientes apretados y estaba realmente serio.

—Sí Charles, después de que hayas rezado tanto se te hizo el milagro. —soltó mi hermano dejándome un sabor amargo en la boca.

—Sin muchos rodeos Bennett, paga. —musitó el chico extendiendo la mano de mala manera, mi hermano soltó una gran carcajada.

—¿Es enserio Charles? ¿Cuándo lo hiciste tú? —dijo mi hermano.

Una mano me agarró poniéndome atrás de ellos, era Max que me hacía una seña de que no hablara una sola palabra.

—¿Tienes algún problema? —preguntó el chico tronándose los dedos.

—Para nada Charles, solo hay un pequeño problema. —dijo mi hermano dando unos pasos hacia él, pasando su mano por el bolsillo de atrás.

Una mano me agarró por la cintura levantándome en paso. Lo único que terminé de ver fue una pistola en la mano de mi hermano.

—¡Suéltame! —exclamé furiosa dando patadas a cualquier cosa.

—No hagas ruido. —La voz de Jones me hizo dejar de patalear.

—¿Qué está pasando? No quiero irme quiero quedarme con mi hermano, suéltame joder. —me volteé hacia él mirándolo incómoda tratando de ver algo más pero estábamos ya demasiado lejos.

Sin previo aviso se agachó delante de mi para rodearme con sus brazos echándome prácticamente en su hombro.

—¡Jones por favor! —supliqué mordiendo mis labios irritada.

—Créeme que lo más que quiere tu hermano es sacarte de ahí. —dijo ameno.

—Pues yo no, bájame y llévame con él. —él no respondió simplemente se limitó a seguir caminando.

Así fue todo el camino sin hablar hasta que me bajó en donde guardaban las motos los que van a competir, al parecer habían dos parqueos por que esto no era el estacionamiento normal.

Uno, dos...y tres.

Traté de correr por el mismo lugar pero fue imposible, enseguida ya tenía las manos de Jones en mi cintura regresándome a la moto.

—¿Podrías dejar de ser tan terca por una sola vez en la vida? —preguntó, agarrándome de la muñeca.

Me quedé en silencio, quería preguntarle todo pero no sabía que iba a ser tan difícil, caí en cuenta que esa casa estaba llena de secretos por todos los rincones.

Suspiré rindiéndome de una vez por todas. Me monté seguido de Jones en la moto, él aún sostenía mi muñeca jalándola un poco, haciendo que reposara en su abdomen y aceleró sin dejar de sostener mi mano. Había extrañado ir en la moto de Jones como si nuestra vida no estuviera en riesgo en cada acelerón que da y esta vez íbamos sin casco.

Amor Mutuo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora