Capítulo 11. -🌹

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Issack Jones.

Gracias al imbécil de Charles ahora mismo estaba sentado mirándome el brazo, echándome un poco de alcohol en una herida. No dolía, pero ardía.

Pasaba suavemente el algodón por la cortada abierta, de la cual salía un poco de sangre y caía en el piso. Cuando deje en casa de Ethan ah Andrea fui como una bala hasta donde estaba Adriel sabía que él podía solo pero no iba a dejarlo solo aún así. Puedo decir que llegué en el momento indicado, esos dos estaban golpe tras golpe y nunca podemos minimizar lo que las personas son capaces de hacer así las conozcamos bien o no, Charles es de los que no sabes con que te va a salir y justo cuando estaba en el piso siendo molido a golpes por Adriel sacó una navaja de no se dónde fue todo tan rápido. A una velocidad impresionante me bajé de la moto haciendo que está impactará con el piso y me interpuse en qué la navaja le hiciera algo ha Adriel.

Dejé el algodón a un lado para agarrar un cigarro del cenicero dándole una calada y dejando que él humo se dispersara lentamente en el aire hasta desaparecer.

—No entiendo por qué las cosas han cambiado tanto. —oí la voz enojada de Dayan a mi lado con los brazos cruzados.

—No han cambiado nada. —le respondí con algo de molestia en mi voz.

—¿Es que no lo ves? ¿Desde cuándo te ha importado tanto defender a esa familia? —me preguntó mirándome con el semblante fruncido.

Me quedé en silencio sin mirarla, volví a dejar el cigarro en el cenicero para nuevamente pasar el algodón por mi herida abierta. Apreté un poco mis dientes haciendo que por fin la sangre dejara de caer. El algodón quedó en la mesita de al lado, eché mi cabeza hacia atrás suspirando cansado.

—Respóndeme. —volvió a exigir molesta, parándose de el sofá.

—Dayan por dios. —dije aburrido pasando mi mano por mi cara.

—¿Es ella no? —preguntó agarrando su bolso.

Tampoco le respondí, me dediqué a girar mis ojos, viendo como se iba cerrando de un portazo. Seguido de esto mi madre apareció de la nada, vestida con un lindo vestido de color azul cielo y con su pelo rojizo atado en una coleta mal echa.

—Hijo, no deberías ser así con esa chica. —me dijo negando con la cabeza algo decepcionada.

—Fuiste la primera que dijo que no te caía bien. —le recordé mirándola, dándole otra calada a mi cigarro.

—Lo sé, pero no por eso te da derecho a ser así. —respondió cruzando los brazos.

—Mamá, no soy así con nadie, ella supo desde el primer día cómo son las cosas aunque nunca está de acuerdo con nada. —le respondí irritado.

—No me meteré en tus asuntos, se cómo eres pero también piensa en la pobre chica. —mencionó acercándose a mi para pasar su mano por mi pelo.

Mi madre no sabe la mitad de las cosas, no entiendo a las personas, se supone que siempre dice que le desagrada Dayan, que es muy escandalosa y justo hoy la está defendiendo.

Dayan y yo no tenemos una relación, solamente yo le gusto y ella en su momento también me gustó, me atraía. A pesar de no ser mi tipo de chica tratamos de llevar una relación pero fue imposible para ambos, ella quería estar con chicos como yo mismo quería estar con otras chicas. Así que quedamos en que no nos dejaríamos de ver, pero cuando llevamos ya unos meses ella comenzó a sentir celos y a pensar que esto era una relación cosa que no era así.

Amor Mutuo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora