Amor Mutuo.

Capítulo 1. -🌹

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Andrea.

Apreté un poco mis puños cerrados sintiendo cómo las uñas se enterraban un poco en la palma de mi mano mientras respiraba rápidamente, nerviosa por lo que estaba por pasar. Aparentaba que no, pero es tan difícil estar en este lugar sin sentir una pizca de nervios.

Me removí en el asiento del carro viendo por séptima vez hacia el retrovisor que aunque me encontraba sentada en la parte de atrás se veía al que manejaba. Miraba con inquietud su cara, admirando otra vez sus gafas oscuras y su semblante serio, frío, como si no fuera capaz de tener alguna emoción. Movía un poco mi cabeza al ritmo de la canción en mis audífonos "Cross My heart", siendo sinceros la canción no ayudaba mucho con el ambiente de la situación. No sabía si quería llegar o brincar del auto, no tenía idea de qué era lo que quería en estos momentos.

Dudaba en preguntar, respiré unas cuantas veces para encontrar el valor de poder si quiera abrir la boca o emitir alguna palabra sin tartamudear.

- ¿Cuánto falta? - pregunté con una voz fuerte pero en mis adentros estaba asustada.

Y no habló.

No hubo respuesta.

Ni siquiera movió la boca, ni siquiera cambió la expresión del semblante, seguía tan intacto como antes. Suavicé mis manos viendo cómo había dejado marcas en mis palmas de lo fuerte que estaba apretando mis manos, retiré mis audífonos dejando que colgaran de mi cuello. Fijé mi vista en la ventana dándome cuenta que atravesamos una gran reja llegando a un lugar.

Luego el auto dejó de estar en movimiento, imaginé que ya habíamos llegado, el tipo se quitó el cinturón y bajó del auto cerrando la puerta, detrás de él agarré mi pequeña mochila que se encontraba al lado mío.

La puerta a mi lado fue abierta por el mismo tipo estirando su mano para poder salir, la cual negué saliendo sola sin ningún tipo de trabajo.

Al salir de ese carro pude darme cuenta que el cielo estaba nublado, que me encontraba en un lugar que no conocía, alcé mi vista encontrándome con unos cuantos hombres parecidos al tipo del carro, ropa oscura, lentes negros y un maldito semblante serio.

Estaba parada allí, era como un inmenso jardín del cual en el centro había una fuente con agua, varios arbustos y flores de varios colores y diferentes tipos. Detrás de todo esto se encontraba una gran mansión de un tono beige bastante claro. Las puertas eran de roble oscuro junto con los grandes ventanales que se encontraban en la pared más uno que era prácticamente una ventana enormes de solo cristal dando vista desde aquí afuera adentro de la casa donde estaba el salón.

Cerré mi boca al notar que la tenía ligeramente abierta cuando ví atravesando la gran puerta a un señor de más menos unos cuarenta y tantos años de edad que portaba ropa bastante oscura, me fijé en su mirada seria con semblante sombrío unos ojos miel oscuros, un cabello sedoso negro tan oscuro como su ropa.

Caminaba con cierta rapidez acompañado de otro clon - sí, otro clon- del mismo que me trajo en el auto. ¿Es idea mía o todos son iguales exceptuando su color de cabello y altura?

- Hija... - oí su voz apretando mis dientes mirándolo un poco seria. Se acercó a mí colocando una mano en mí hombro haciéndose notar la gran diferencia de tamaño.

Me dio un beso en la frente acariciando mi hombro nuevamente, traté de sonreír.

- Señor Bennett... - mencioné esbozando una pequeña sonrisa fingida.

- Soy tu padre Andrea, no es necesario que me llames así. - su voz estaba ronca y gastada se notaba obviamente en su habla.

Sabía eso, pero no me sentía cómoda diciéndole padre a un desconocido ya que nunca fue una figura paterna en mi vida, ni siquiera recordaba su rostro.