| 21 |

14 1 0
                                    

思い出の森

El Bosque de los recuerdos

Eydan Matsubara

No recuerdo cuando fue la última vez que oí su voz, no recuerdo cuando fue su último halago, su último abrazó, su última risa, su última sonrisa, no recuerdo cuando fue la última vez que se preocupó por mí. No recuerdo nada bueno de él.

Quiero recordar los momentos felices, pero simplemente, no hay ninguno, nunca tubo tiempo para su segundo hijo; yo para él no existía, siempre me miraba con indiferencia, no le importaba en absoluto, ante sus ojos yo era un producto no deseado, yo no era bienvenido en su familia perfecta.

-Eydan, baja a desayunar que se te hará tarde para ir al colegio- la voz de mi madre suena por toda la casa- No vallas a olvidar la tarea de tu hermano

-Si, mamá- respondo mientras termino de guardar los deberes de Nathan el cuál no asistirá a clases

-¡¡Eydan!! ¡por un carajo apúrate, que no tengo todo tu tiempo!

Un golpe en la puerta me hace dar un salto del susto, siento como me toman del brazo bruscamente y comienza a jalarme hacia las escaleras. Caminó lo más rápido que puedo para no tropezar y caerme, me despido de mi madre con la mano mientas soy jalado por mi padre.

-La próxima vez que no te levantes temprano, ahí te dejó- dijo mi padre una vez nos encontrábamos en el coche con dirección a mi colegio- mocoso malcriado, crees que soy tu chofer personal o ¿qué?

Niego con la cabeza mientras mi padre se dedica a conducir, sus regaños cada vez son más, nunca está conforme con lo que hago, siempre busca la manera más mínima para poder reprenderme.

Durante todo el transcurso guardo silencio para no molestar a mi padre que habla por teléfono con algún amigo o algún socio. Cuando llegamos al colegio me bajo, no sin antes darle las gracias, además de que me advierte que si me porto mal me castigaría en la casa después de eso se fue sin más.

Al entrar a mi salón correspondiente mis compañeros me preguntan por mi hermano Nathan, a lo cual respondo que está enfermó y por eso no a ido a clases.

Mis clases pasan rápido, los maestros me felicitan por ganar el segundo lugar en un concurso de oratoria, les agradezco con una sonrisa alegré. Hoy sentí que fue un buen día y cuando llegó a casa se me borra mi sonrisa al sentir una cachetada proveniente de una mano gruesa.

-¡Eres un inútil! ¡No sirves ni para la escuela!- el grito de mi padre me hace saber que ya sea enterado del concurso- ¿Cómo puede ser posible que una niña te ganará? ¡Eres una decepción Eydan!

-Cariño ya deja al niño en paz, Nathan no tarda en llegar- la voz dócil de mamá interrumpe el sermón de papá - Eydan ve a cambiar te.

-Voy mamá, con permiso

Hago una pequeña reverencia para después ir me directo a mi habitación, cierro la puerta aunque se que esto me traerá problemas más tardé. Me doy un baño rápido para después comenzar hacer mis deberes escolares.

Desde ayer Nathan se fue a visitar a mis abuelos junto con mi tío, hubo uno que otro problema a la hora de que regresarán, así que mis padres le dieron permiso de pasar la noche allá 😔 yo también quería ir a verlos, pero simplemente no pude, porque mi padre no me lo permitió.

Extraño a Nathan ya que con el estando en casa no me siento tan sólo, tengo con quien jugar. Nathan es dos minutos más grande que yo, además que sus ojos son azules cian y los míos son azul electrónico.

 #1 Abismo Inmortal  |Trilogía L'amore in tempo di guerra|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora