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Tonto enamorado

Sua

Hoy es un día muy hermoso, se siente un aire fresco, será un día tranquilo bueno eso espero. Hoy solo tenía tres clases, luego debería ir al trabajo, así que entonces me levanté de la cama para tomar un baño y después arreglarme, termine por ponerme esto:

Peine mi cabello en una coleta alta, me coloqué perfume y comencé a guardar lo necesario en la mochila (cartera, llaves, libretas, algunos dulces y una navaja) baje a la cocina para preparar mi café en un termo, lo guarde y agarre el celular junto...

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Peine mi cabello en una coleta alta, me coloqué perfume y comencé a guardar lo necesario en la mochila (cartera, llaves, libretas, algunos dulces y una navaja) baje a la cocina para preparar mi café en un termo, lo guarde y agarre el celular junto a los audífonos.

Salí de casa y puse la contraseña, me dirigí a la moto y la encendí, me puse los audífonos con música para guardar bien el celular y así emprendí mi viaje a la UNI.

Si que era relajante ya no piensas en nada y te sientes bien al escuchar música eso me ayuda a mi para empezar el día bien. Bueno eso hasta que llegué al estacionamiento y vi la cara enojada de Kyomi estaba con Harriet.

– ¿Y ahora qué fue lo que hizo? - dije quitándome los audífonos
– ¿Acaso no lo notas? - dijo kyo –. Ve me pinto la cara con plumón negro permanente
– Ya le dije que no es permanente, pero no se quiere lavar la cara - se defendió Harriet
– Kyo solo lávate y ya, aparte no se ve mal, te hizo un simple delineado. No exageres por estás cosas ya te pareces a las demás. - le dije dejándome de la moto y empecé a caminar al salón de clases.

Mientras me alejaba oí como se quejaba todavía, me volví a poner los audífonos y seguí mi camino; cuando llegue al salón de clases note que Nathan ya estaba ahí era raro el casi no llegaba a tiempo

– ¡Ey! - saludé cuando estuve a su lado y tomé asiento –. ¿Te encuentras bien?
– Hola pequeña, claro que sí ¿Por qué lo preguntas? - estaba muy sonriente
– Aiden te tiro de la cama, o porque llegaste tan temprano
– Porque tenemos clases temprano, y debo pasar este año o si no papá se enojara mucho
– Y desde cuándo el “Gran Nathan Matsubara” se preocupa por eso
– Desde que te pusieron de mi tutora, prometí que no te decepcionaría 
– ¿A poco hiciste esa promesa? No lo recuerdo pero está bien que quieras superarte - en eso desvió la mirada, vi para dónde él veía y se quedó embobado en aquella chica que acababa de cruzar por la puerta, acune mis manos y las acerque –. Si quieres te puedo conseguir otro traste más grande para tus babas
– He qué, de qué hablas - reaccionó y empujó mis manos a un lado – jajaja eres mala
– Jajaja al menos disimula, y aún tienes baba - le señale a la comisura de su labio –. Quieres un pañuelo - le tendí uno y el acepto
– Gracias, jajaja ay no puedo creerlo - yo lo mire extrañada y luego él me aventó su pañuelo usado
– Eres un tonto Nathan - rei por lo bajo, se le veía muy feliz por un momento sentí celos pero se esfumaron de inmediato.

Se convirtió en una persona muy importante para mí, el año pasado me sentía atraída hacia él y no voy a negar que lo que más me encantaba de él eran sus besos porque hasta en eso es muy bueno. Me disculpo pero después nos dimos cuenta de que lo que realmente queríamos era retomar aquella amistad que tuvimos cuando éramos niños y así lo hicimos descarte cualquier posibilidad de un futuro con él, ahora él debe ser feliz con la persona que elija.

Cómo mejor amiga debo apoyarlo. La clase transcurrió muy bien, pero ahora era yo la que andaba en las nubes y el me tuvo que bajar de ahí, ya que me aventó su chamarra a la cara y vaya que es pesada.

Salimos al descanso y me dirigí a las gradas, era una costumbre ir se sentía una gran tranquilidad ahí, bueno hasta que llegó Nathan con una malteada de ¿fresa? A él no le gustan las fresas y mucho menos el chocolate, y eso era lo que él estaba ingiriendo. Creo que definitivamente él no está bien.

El día de ayer Aiden me marcó diciendo que Nathan estaba actuando raro que no parecía su hermano pensé que era una broma pero ahora que lo noto el Nathan que conozco no derramaría baba por alguien, en definitiva estaba enamorado.

Y antes de que pudiera llegar a mi lado ya me encontraba corriendo sin dirección alguna, debía encontrar a Aiden, corrí unos metros más hasta que choque con alguien y casi caigo.

– Lo siento¿No te has hecho daño? - dije me miraron confusos –. Bueno perdón, de casualidad no han visto a Eidan 
– Si se encuentra por allá - hablo Scott señalando, unos pasos dónde estaba Aiden
– Gracias chicos - me gire para irme y me di cuenta que con la persona con la que había chocado, era Yeison, quién se levantaba del piso porque él se cayó –. Y nuevamente lo siento, no me fijé
– Tranquila no pasó nada - le sonreí y me devolvió la sonrisa.

Corrí hacia Aiden y cuando estuve cerca lo jale del brazo

– Tenías razón, Nathan no se encuentra bien
– ¿A qué te refieres?
– Ven y velo por ti mismo - solté su brazo ya que estaba tirando de él mientras hablamos. Ambos nos dirigimos a la gradas ahora sin empujar a nadie, cuando llegamos Nathan aún no se acababa la malteada de fresa o eso creímos.

– ¿Cómo te sientes hermano? - dijo Aiden acercándose más a él y tocándole la frente –. Al parecer no tienes fiebre
– Por supuesto que no, porque debería sentirme mal
– Quizás porque a tí no te gustan las fresas, ya que eres alérgico - dijo obvio
– ¿Es alérgico a las fresas? Pensé que solo no le gustaba - eso sí me sorprendió ya que yo no lo sabía
– Si, acaso él nunca te dijo - yo solo negué –. Bien hay que llevarte a la enfermería, ya empieza a brotar sarpullido
– Eso es mentira - dijo Nathan hasta que se fijó en sus brazos –. ¡Oh no! - grito
– Suelta, ya la malteada Nathan, vamos a la enfermería, Eydan ayudame ya comienza a hincharse
– Bien vámonos

Agarré sus cosas y bajamos como pudimos, lo llevamos a la enfermería y ahí le pidieron la información a Aiden por ser su hermano. Le dieron el medicamento pero el sarpullido había avanzado más y ahora tenía picazón.
Se retiraron ambos para que Nathan pudiera recuperarse,me dirigí a sus próximas clases de Aiden para avisar que tuvo que retirarse y si podían darme su tarea.

Después que termine las mías guarde lo necesario en la mochila y lo que no en el casillero, me fui al estacionamiento, arranque la moto y me dirigí a casa de Nathan. Una vez llegando toque el timbre y me abrió la de limpieza.

– Buenas tardes los jóvenes están en casa? - pregunté
– Claro, se encuentran en la sala principal, adelante pase
– Muchas gracias - entré y me dirigí a ellos, Eidan está en el sillón mediano y Nathan estaba acostado en el grande –. ¿Qué tal chicos? Les he traído la tarea, ¿Cómo te encuentras, Nathan?
– Mal, muy mal, estoy todo rojo y tengo salpullido
– Al menos la hinchazón ya bajó, y ahora pareces una fresa jajaja - comencé a reír –. Eres un tono porque hiciste algo así
– Porque no recordaba eso de la fresa, nunca las probé y pensé que sería una buena forma de que alguien me viera y se comparecerá de mi
– ¿Y quién sería ese alguien? - pregunto esta vez Eidan
– Hay una chica que me gusta, comparto la mayoría de clases con ella - dijo comenzando a sentarse –. Es la chica nueva, se llama Jasida
– La italiana? Que mala suerte hermano, ella nunca te hará caso. La mayoría de la escuela se fijó en ella y ella los batea a todos
– Gracias por la ruptura del corazón innecesario -dijo Nathan haciendo un puchero
– Bueno esto es un poco raro, no la conozco mucho pero ¿qué fue exactamente lo que te gustó de ella? ¿Cómo fue que la conociste? ¿Alguna vez te ha hablado?  - hablé está vez yo
– No he hablado con ella pero su voz es dulce, sus ojos son encantadores, su sonrisa es muy brillante, su personalidad, su forma de vestir, su cuerpo - Nathan seguía diciendo cosas ahora enumerando las
– Y ya está delirando otra vez, ¡Sua ayuda!
– Que puedo hacer Eidan, está enamorado como podemos hacerlo entrar en razón, bueno aunque no lo veo tan cambiado
– Ah no? Está loco, pone más atención a clases, hace sus tareas, limpia su habitación, le devolvió todo el joint que tenía a mi papá
– ¿Cómo que le devolvió el joint? - mis ojos se abrieron como platos, él no podia dejar eso
– Si eso fue lo que hizo, y aún hay más cosas. Mi hermano está mal, así que podemos hacer
– ¿Mandarlo a terapia? Aunque seguro sale caro y nos va a decir algo que ya sabemos. Debemos aceptar que está enamorado.
– ¿No tenemos otra opción?
– Creo que no, ya lo perdimos.

 #1 Abismo Inmortal  |Trilogía L'amore in tempo di guerra|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora