#1 Abismo Inmortal |Trilogía L'amore in tempo di guerra|

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Persecución flotante

parte 2

Sua

Muy buenas tardes queridísimos amigos, hoy nos encontramos en medio del mar que para algunos es hermoso y para otros es un terror.

-Sua podréis dejar de narrar todo lo que haces- la voz amargada de Seong lee resonó por la cabina del barco de carga, suelto un chasquido con la lengua y sigo con lo mío sin importarme su comentario absurdo.

Rodeados de pura agua salada con un porcentaje del 15% de que un tiburón salga y nos debore, o alguna orca asesina se nos aparezca, donde la única luz que nos da es la luna con el frío abrumador que hace, nos arriesgamos a navegar por estas aguas peligrosas a las 2 de la madrugada.

Pero como buenos piratas que somos nos arriesgamos por nuestro codicioso capitán.

-Desde hace diez minutos somos perseguidos por un pequeño cocodrilo con sed de venganza por quitarle al capitán de su vista, el pobre se quedó sin su cena- Edmund suelta una carcajada por su propio comentario

-La tripulación comienza a desesparase y busca a quién lanzar por la plancha

-El capitán nos ve con cara de locos maniáticos, supongo que seremos el desayuno de hoy jajjajaja

-Aun es de madrugada, aún no es hora de desayunar- digo mirando a mi compañero- Podemos idear el plan perfecto para escapar antes de que eso ocurra

-Dudo que su carne sepa buena, ha de estar toda amargada- dijo Seong

-Amargada tu cola- contraataco- Todo tu sistema debe estar salado y podrido por tanta amargura que te cargas

-Tu mamá cuando te parió le a deber quedado ácido el fundillo de tanta amargura- comento Edmund

Los presentes no pudieron evitar reírse de la situación y de la cara de frustración de Seong Lee. Edmund me dio los cinco que con gusto acepté. Lamentablemente nuestra pequeña celebración se vio interrumpida por unos pasos proveniente del pequeño pasillo para entrar a la cabina.

Algunos retorcedieron al ver la gran silueta que apenas se distinguía por la luz de la luna.

-preparen sus armas- susurro Seong lee, mientras miraba fijamente la puerta, nuestra única salida- Cuando de la orden disparan

-A la orden comandante- respondí de igual manera que él

La manilla de la puerta dio unos ligeros jalones para después abrirse la puerta. Todos nos pusimos en guardia esperando la voz de Lee y antes de poder reaccionar el capitán de la tripulación disparó.

-¿Quién carajos les dio la orden de disparar?- la voz gruesa e irritada de Zaid resonó por todo el lugar

-Fue Seong Lee- respondió Edmund rápidamente, Zaid vio con mala cara al mencionado

-Y a tí ¿Quién carajos te dio autorización de dar órdenes?- habló Zaid frente a Seong- Acaso no sabes cuál es tu maldito lugar aquí. O te crees mejor que yo para liderar está misión

Seong negó con la cabeza para después agachar la cabeza hacia el suelo. Todos nos quedamos helados por la voz potente de Zaid, nadie se atrevió ha decir algo.

Zaid nos miro determinante a cada uno. El capitán de la tripulación pidió disculpas por su acción a lo cual Zaid solo respondió con gesto con la mano.

-Estamos a 5 kilómetros del lugar de encuentro- habló de la nada Park kihoon, así como apareció se fue del lugar

-Ya oyeron ¿Que hacen aquí parados, inútiles?- dijo Zaid- Vallan a sus puestos ¡ahora!

Todos salieron de inmediato, todos en absoluto silencio y así nos dirigimos a nuestra posición. Nuevamente todo se encontraba en silencio, la suave brisa del mar era fresca y el frío era soportable.

En este momento me doy cuenta que mi posición no es muy favorable ya que Zaid se encuentra a un lado de mi. Su silueta alta y musculosa da algo de miedo en la oscuridad y más con su actitud imponente.

Mi posición es junto a ellos donde se haría la entrega de la mercancia y todo debe salir bien, si hay un pequeño error podría ser riesgoso para todos los que nos encontramos en está misión.

Pareciera que el tiempo se detiene cada que Zaid observa el movimiento de cada persona que se encuentra cerca. Ahora que me doy cuenta él es como un Alcón, observa con detenimiento a su presa antes de cazarla, lamentablemente eso no aplica en Park kihoon ya que él puede hacer lo que quiera.

Kihoon es como el fantasma gasparín ya que siempre aparece cuando menos lo crees y sabes escabullirse muy bien y sin hacer ruido.

Cada integrante de esta división es diferente, antes creía que las divisiones fueron formadas depende de la actitud de cada integrante pero cada uno tiene algo diferente y lo único que tienen todos en común son las habilidades que poseen y lo que pueden lograr cuando saben trabajar en equipo.

-tenemos de 15 a 20 minutos para pasar la mercancía- hablo kihoon- No hagan ningún movimiento en falso o terminarán perdiendo la cabeza

-gracias por el consejo, reina roja-  hablé

-no es ningún consejo, no pienso limpiar los restos de ustedes

-que buen compañero tenemos- dije

-habla por ti, niñata- hablo Sae-byeok con auras de alteza, solo solté una pequeña risa

Pasaron unos minutos y llegamos al punto de reunión, Zaid hizo señas y hablo con el encargado. Luego nos hizo señas a nosotros y comenzamos a traspasar el cargamento al otro barco.

500,000€ de cocaína y 700,000€ de marihuana pura. Zaid me pasó los portafolios llenos, eran varios y ya que Sae-byeok se encontraba cerca del lugar donde tenía que llevarlos, accidentalmente a propósito pase muy cerca de ella y la empuje con un maletín.
Ella cayó al agua por ese pequeño empujón.

-sorry, ¿Estás bien?- dije asomándose un poco para verla mejor- Si necesitabas un baño podrías haberte esperado a llegar a tu casa, el agua se ha de encontrar fría podrías enfermar- termine de hablar y solté una pequeña risa

-Byeok, vienes a trabajar no de paseo, sal de ahí ya tenemos que irnos- hablo Dark-ho con cara sería

Tristán la ayudo a subir y le dieron una toalla para que se pudiera secar ya que podría enfermar. Mire a los presentes y me di cuenta que Ed trataba de aguantar la risa.

Zaid llegó y comenzó a reprenderla por su actos

-la zorrita de Henry fue la que me empujó, no me caí porque quisiera - dijo byeok enojada

-¿Yo? Claro échame la culpa, ¿cómo pude ser yo, si me encontraba metiendo los maletines pesado?- dije en tono defensivo

-no te hagas la pinche mustia si fuiste tu quien me empujó- dijo irritada- No porque te hayas cogido al hijo del jefe te creas superior a nosotros

-jajaja no me creo superior a nadie, simplemente soy mejor que tú - dije orgullosa

-no me importa como haya sido el problema, se comportan en este preciso instante y cuando lleguemos a la central hablaré con las dos seriamente- dijo Zaid

Zaid dio media vuelta y se fue a la cabina con el capitán, entonces cada uno se dirigió a sus respectivos lugares. Miraba hacia el horizonte con un rostro neutro hasta que sentí un cálido aliento cerca de mi oído.

-yo vi todo, no te hagas la mojigata

La voz helada de Park kihoon me agarró desprevenida, para cuándo reaccione ya se había ido.